Operación seducción
Mercedes sigue ampliando su gama y el lanzamiento del CLA es una buena prueba. Un “coupé de cuatro puertas” (también lo habrá de dos y un cabrio) al estilo de su hermano el CLS (creador de esta categoría) pero que supone el primer escalón para el cliente joven que gusta de este estilo. Está disponible con cinco motores, tres de gasolina y dos diesel.
La marca de la estrella quiere captar a un cliente más joven y ya descubrió sus intenciones al renovar el Clase A. La llegada del CLA es un punto seguido en este sentido y la verdad es que tiene motivos para que sus ingenieros se sientan satisfechos. Si queremos clasificar este CLA en pocas palabras podríamos decir que en materia de diseño es un coupé en la estela del CLS, del que por cierto el pasado año vendió 35.000 unidades.

Sobre la plataforma del Clase A se ha montado una carrocería cuatro puertas, algo más larga (4,63 metros) pero con la misma distancia entre ejes. Inicialmente se presenta como un directo rival del Clase C (incluso es 4 cm más largo que él) pero dado que éste tendrá una nueva generación el año que viene y será algo más grande (más de 4,70 m), esa posible canibalización sólo tendrá efecto durante algunos meses.
Estéticamente el CLA rezuma diseño atractivo por todos lados. En el frontal destaca el capó marcado por cuatro resaltes, los grupos ópticos, así como la nueva y deportiva gran calandra y las tomas de aire ubicadas en los extremos del paragolpes; éstas varían de tamaño según el acabado, al igual que el diseño de las llantas o el revestimiento interior. Los cristales de las puertas carecen de marco (igual que el CLS) en tanto que la línea de cintura es bastante alta. Prácticamente hasta el montante B sigue la estela del Clase A pero a partir de este pilar, la caída del techo es bastante acusada con el fin de darle una imagen más estilizada. Lo cierto es que este trabajo estilista y el que se ha llevado a cabo carenando los bajos del coche le permite ofrecer un coeficiente aerodinámico de 0,23 que es el más bajo del mercado y que en la versión 180 BlueEfficiency Edition que aparecerá en junio, llega al 0,22 con la consiguiente reducción de consumos que ello conlleva. Por otra parte, el maletero va bien servido y pese a ser un coupé ofrece una capacidad de 470 litros.

En el interior no hay novedades al menos en lo que concierne al salpicadero ya que es el del Clase A con el mismo diseño del cuadro de instrumentos, bocas de aire, pantalla multifunción y consola central. Si bien las plazas delanteras son amplias y muy cómodas, con asientos que disponen de múltiples reglajes, las cosas cambian en la zaga. La pronunciada caída del techo obliga a inclinar más la cabeza para no golpearse con el techo cuando se quiere entrar en el coche; por otro lado, los asientos van anclados bastante bajos con el fin de dar mayor altura libre a los pasajeros aunque a poco que ronden el 1,80 metros rozarán el techo. Por lo demás, el espacio longitudinal para las rodillas y piernas es bastante bueno gracias en parte a que se pueden meter los pies debajo del asiento delantero con lo que se ganan unos buenos centímetros. Como es habitual, muy buena presentación y ejecución de los materiales.
Los motores.–La gama será muy amplia tanto en gasolina como en diesel. De inicio lo hace con tres motores de gasolina y un diesel, todos de cuatro cilindros en línea, bien conocidos en la marca y que ya cumplen la normativa Euro6. La gama empieza con un 1,6 litros que deriva en dos versiones, una de 122 CV a 5.000 rpm (el 180) y otra de 156 CV a 5.300 rpm (el 200) para concluir con un 2 litros de 211 CV a 5.500 rpm denominado 250. En junio llegará la versión 180 BlueEfficency Edition del que se anuncia un consumo mixto de 5 litros y unas emisiones de 118 gramos de CO2 por lo que queda exento del impuesto de matriculación. Todos ellos van asociados a una caja de cambios manual de seis velocidades menos el 250 que la lleva automática de doble embrague con siete marchas y tres programas de funcionamiento (económico, manual y sport) e incorporan el sistema stop/start de serie.

Por lo que respecta a los diesel, inicialmente está disponible el 220 CDi de 176 CV a 3.400 revoluciones pero a partir de septiembre también estará el 200 CDi de 136 CV a 3.600 rpm, éste con caja manual de seis marchas y el 220 CDi con caja automática. Asimismo, la tracción total 4Matic se ofrecerá, inicialmente después del verano con el 250 de gasolina aunque antes de finalizar el año estará disponible también con los motores diesel. Por último, señalemos que para septiembre llegará la versión 45 AMG (sobre 57.000 €) que se situará en el vértice de la gama.
Dinámicamente, el CLA ofrece un comportamiento muy bueno. En cuanto a las suspensiones, monta delante un sistema McPherson y atrás un multibrazo. Se le nota bien asentado en el asfalto en cualquiera de las dos posibilidades de suspensión que la marca ofrece, una de serie denominada confort y otra opcional denominada Sport con unos reglajes más rígidos y que comporta también una reducción de altura de la carrocería, 15 milímetros delante y 10 milímetros atrás. Tuvimos ocasión de probar las dos y salvo en el caso del programa sport, el confort de marcha no se ve perjudicado ni un ápice. En cualquiera de las dos, el coche gira plano, sin oscilaciones de carrocería transmitiendo una elevada sensación de seguridad al volante. No olvidemos que Mercedes es sinónimo de confort.
Como ya es habitual en la marca, están disponibles los últimos sistemas de seguridad que Mercedes ha desarrollado como el asistente de advertencia de colisión que entra en funcionamiento desde los 7 kilómetros, el avisador de cambio de carril involuntario o el detector de fatiga del conductor, entre otros. Por lo que respecta a precios, la gama está comprendida entre los 31.500 (CLA 180) y los 42.700 –del 250 automático. En definitiva, un gran producto en el que solo es criticable la habitabilidad y visibilidad traseras.