Javier Gete
Tipos y comparativas
La eficiencia energética es crucial en los vehículos eléctricos y resulta fundamental para maximizar la autonomía y reducir los consumos de energía. En todo ello los frenos regenerativos juegan también un papel importante, por lo que analizaremos a continuación su impacto sobre la eficiencia global.
Relación existente entre los Frenos y la Eficiencia Energética
En los vehículos tradicionales los frenos se ocupan de detener la marcha, convirtiendo energía cinética en calor que se pierde en el ambiente. Sin embargo, en los vehículos eléctricos el sistema de frenado desempeña un papel más activo en la gestión de la energía, en particular con los frenos regenerativos, que recuperan parte de la energía cinética para convertirla en eléctrica y almacenarla en la batería del vehículo, aumentando la autonomía del mismo.

Está claro que la eficiencia energética en un vehículo eléctrico está vinculada a su capacidad de aprovechamiento de la energía disponible, y los frenos, cuando están bien integrados en el sistema, contribuyen significativamente a la eficiencia, mejorando la sostenibilidad del vehículo.

Los tipos de Frenos de los Vehículos Eléctricos
Son dos los tipos de frenos utilizados por los vehículos eléctricos, consiguiendo un buen impacto sobre la eficiencia energética pero con sistemas distintos:
- Frenos de fricción tradicionales: funcionan por presión sobre los discos o tambores de freno, para así reducir la velocidad de vehículo, aunque se pierde toda la energía cinética en forma de calor sin ser aprovechada para la propulsión.
- Frenos regenerativos: funciona en conjunto con el motor eléctrico para recuperar la energía del frenado, mediante inversión del motor eléctrico que se convierte en generador de energía eléctrica procedente de la cinética. Esta energía se almacena en la batería para así contribuir a una mayor autonomía eléctrica.

Los Frenos Regenerativos
Son una de las mayores innovaciones de diseño en los coches eléctricos, permitiendo recuperar parte de la energía que se perdería durante el frenado, y lo hacen utilizando el motor eléctrico para generar resistencia y convertir la energía cinética en eléctrica.
El nivel de recuperación de energía depende de muchos factores (la velocidad del vehículo, el diseño del sistema de frenado o la intensidad de frenado), si bien, en condiciones ideales, se llega a recuperar hasta un 70% de la energía cinética, con su correspondiente impacto en la eficiencia energética y la autonomía global del vehículo.

Comparación entre los Frenos Tradicionales y los regenerativos
En cuanto a:
- Desgaste de componentes: Los frenos regenerativos reducen el desgaste de las pastillas y de los discos de freno, y consecuentemente los gastos de mantenimiento.
- Eficiencia energética: Mientras que los frenos tradicionales desperdician toda la energía cinética en forma de calor, los regenerativos recuperan parte de dicha energía, por lo que son mucho más eficientes energéticamente.
- Sensación de conducción: Se precisa una cierta adaptación en el estilo de conducción con frenos regenerativos ya que la desaceleración se percibe desde el momento en que se levanta el pie del acelerador.

Consejos para aprovechar al máximo la frenada para una mejor eficiencia energética
Algunos consejos prácticos:
- Anticipar la frenada: para así desacelerar gradualmente, recuperando así una mayor cantidad de energía por los frenos regenerativos.
- Mantenimiento regular: Un sistema de frenos en perfecto estado garantiza un funcionamiento óptimo de la funcionalidad regenerativa.
- Monitorear el uso de los frenos en conducción: Los vehículos eléctricos aportan información en tiempo real sobre la energía generada en cada momento por la frenada regenerativa, y conviene monitorear estos datos para adaptarse al estilo de conducción y optimizar las recuperaciones de energía.
- Utilizar el modo económico (ECO): que en muchos vehículos optimiza el uso de los frenos regenerativos.

En definitiva se puede concluir que los frenos juegan un papel muy importante en la eficiencia energética de los coches eléctricos. Mejorando su rendimiento y su autonomía, y contribuyendo muy directamente en una conducción más sostenible