Bajo el españolísimo y taurino nombre de «Estoque », este primer Lamborghini de 4 puertas promete ser un auténtico super gran turismo, destinado rematar la gran faena de la marca italiana en el segmento superdeportivo saliendo por la puerta grande. La saga taurina que en su día inaugurara un aficionado de la talla de Ferruccio Lamborghini se sigue manteniendo hoy que la marca italiana está en manos del grupo VAG. Pero esta vez no son nombres de toros famosos de lidia («Murciélago, Gallardo», etc) los que dan nombre a este coche, sino una pieza del instrumental del matador.
Esta gran berlina superdeportiva de sólo 1,35 m de alto, ha sido pensada como un 4 plazas de amplias dimensiones y gran espacio interior (3 m de batalla). Mide nada menos que 5,15 m de largo por dos de ancho, y monta su motor (que no se sabe exactamente cuál es, aunque todo indica que se trata del V10 del Gallardo LP560) en posición «central» según la marca, aunque no por delante del eje trasero, sino por detrás del delantero. O sea, frontal pero muy retrasado, hasta lograr un reparto de pesos al 50/50, lo que dado el tamaño del coche es perfectamente factible. Faros y grupos ópticos comparten la tecnología de diodos, con focos bi-xenon para los principales. El motor de este «show car» puede ser tanto el V10 del Gallardo LP-560 como el del V12 del Murciélago, el LP-640 de 6.5 litros.

En todo caso, con 640 CV sería todo un monstruo capaz de eclipsar a sus rivales más inmediatos, en principio todos por debajo o al filo de los 500 CV. Pero en Lamborghini sugieren que la opción motriz del futuro modelo está aún abierta, y que podría tener diversas variantes, desde un V8 turbo (derivado del V10 LP-520) hasta un V10 TDi turbodiesel (el de Audi), ambos por encima de los 500 CV, aunque la versión «estrella» sería el V12 6.5 de 640 CV. La tracción es total 4×4, con reparto electrónico del par motriz, a través de una caja robotizada secuencial de 6 marchas (se supone que también podrá montar 7 más adelante) y las suspensiones repiten el esquema de dobles paralelogramos del Murciélago, con llantas de 22” delante y de 23” detrás, en negro y gris (aluminio y magnesio), con neumáticos de 305/35 ZR22 y 335/30 ZR23, respectivamente (Pirelli PZero Rosso especialmente elaborados para él).
Destaca dentro de su espectacular diseño, el morro típicamente «lambo» del frontal, inspirado en el del «Murciélago», con las impresionantes tomas de aire inferiores y las dos barras oblicuas que las dividen y refuerzan. Las puertas, sin manillas a la vista, tienen un considerable ángulo de apertura (indispensable para facilitar el acceso en un coche tan bajo) y como curiosidad, dispone de dos bocas de llenado del depósito de combustible (una a cada lado), para facilitar el repostaje en las estaciones de servicio (no tan fácil con un coche tan ancho).

En el salpicadero, destaca la gran pantalla LCD que integra el cuadro de mandos, con instrumentación digital o analógica a voluntad (se puede elegir en qué tipo queremos verla), los cómodos y envolventes asientos independientes, delanteros y traseros, y un maletero muy considerable, mayor de lo que parece (casi 500 litros) y capaz de alojar transversalmente varias bolsas de golf.
Del resto de características técnicas no hay datos, aunque algunos sí se han filtrado. Podrá llevar discos carbocerámicos, y el peso se procura contenerlo por debajo de las dos toneladas, aunque tampoco se ha facilitado la cifra precisa del mismo. En realidad, todo indica que este «Estoque » va a tardar todavía tiempo en clavarse en el mercado.
Por eso Lamborghini debe ofrecer (además de la tracción total Quattro) un plus de potencia considerable, que le sitúe claramente por encima de sus rivales más inmediatos y sobre todo, de los próximos, si quiere que este «Estoque » se clave en todo lo alto.
Porque a un precio en ningún caso inferior a los 300.000 euros (50 «kilos» en pesetas) tiene que ofrecer una ventaja comparativa claramente destacable frente a ellos. En cuanto a su posible lanzamiento, los representantes de la marca en París nos anticiparon que podría hacerse realidad para la segunda mitad de 2010.