KIA CEE’D 1.6 CRDi

29 abril, 2007

Lo más raro de este nuevo Kia es sin duda su nombre, un extraño acrónimo procedente de la combinación de «comunidad europea » y «diseño europeo» («european design»; al final todo el mundo lo llamará «Cid» y punto). Pero desde luego, por diseño y calidad este Cee’d está en condiciones de competir de igual a igual con los «gallitos» del segmento compacto. Habitabilidad muy mejorada.— Fabricado en Europa, en la planta eslovaca (Zilina) del grupo Hyundai, el Cee’d es una clásica berlina 5 puertas que mide 4,24 m de largo, 1,79 de ancho y 1,48 de alto, con 2,65 m de batalla, reuniendo estéticamente una línea agradable que recuerda un poco a los Toyota Corolla y Mazda 3, pero con estilo propio. Alto pero sin exagerar, y con un diseño que tiende a disimularlo, el Cee’d saca buen partido a su bastidor, pese a ser 10 cm más corto que el Cerato, logrando una amplitud interior poco usual en su segmento (hay casi 1,90 m desde la base del parabrisas a los grupos ópticos traseros, con 1,41 m de ancho en los asientos delanteros y casi 1,39 en la banqueta trasera). Delante dos adultos tienen sitio de sobra, y detrás tres van algo apretados pero pueden ir bien siempre que se trate de trayectos cortos, o que uno de los tres sea un niño. Eso hablando de anchura, porque el espacio para piernas es excelente.

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Entre la posición ligeramente vertical del respaldo y la generosa batalla (con 2,65 m está entre las mayores de su clase), los ocupantes traseros tienen un espacio para piernas propio de una berlina grande del segmento D, no de un compacto.

Ese buen aprovechamiento medio del habitáculo central del Cee’d no impide que el maletero, evidentemente sacrificado, ofrezca aún 340 litros oficiales (unos 360 reales), que no es para tirar cohetes en un coche de 4 metros y cuarto, pero que está al menos en la media de su clase. Aquí, y teniendo en cuenta que bajo su plano hay una rueda de repuesto de emergencia, Kia debería haber hecho un pequeño esfuerzo hasta haber llegado a los 400 litros. Luego, si se pliegan los asientos traseros, el volumen útil sube a 1.300 litros.

Las puertas tienen un buen ángulo de apertura (70º) y el revestimiento del salpicadero (acolchado) revela una calidad de materiales desconocida hasta hoy en Kia. El cuadro de instrumentos se lee muy bien, con los tres relojes principales retroiluminados en naranja, y los asientos recogen muy bien el cuerpo, incluyendo reglaje lumbar en el del conductor (en el nivel medio Active ensayado).

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Ingeniería de vanguardia.— Pero además de esta neta mejora de presencia y acabados, el Kia Cee’d también ha mejorado en lo que no se ve. Así, la rigidez de su carrocería es muy superior a la del Cerato, lo que influye muy positivamente en su comportamiento, como ya veremos más adelante. Más de 2/3 de la misma está compuesta por acero de alta resistencia y el núcleo central del habitáculo lleva estructura reforzada. El resultado es una resistencia a la torsión de 42 Hz (superior a rivales como el Opel Astra, Ford Focus o Renault Mégane). Chapas electrolíticamente protegidas, refuerzos laterales de espuma (incluido el relleno de los pilares A y B), subchasis de motor y suspensión realizados por hidroconformación (más ligeros y resistentes), etc. Son detalles de ingeniería de vanguardia a los que no nos tenían muy acostumbrados los constructores coreanos.

Este refinamiento técnico también nos lo encontramos en las suspensiones, con llantas (de aleación) de 16 pulgadas con neumáticos 205/55 R16 desde el nivel Active, y de 17 con 225/45 R17 para el tercero y máximo Emotion. Y con una agradable sorpresa en su marca, ya que Kia ha prescindido de neumáticos de origen coreano, eligiendo Michelin para todas las versiones y acabados (los Energy para los Concept y Active, y Primacy en el nivel superior Emotion).

En cuanto a las suspensiones en sí, el Cee’d repite delante el esquema del Cerato, con un eje anterior independiente por columnas Mac Pherson con triángulo auxiliar y barra estabilizadora. Pero los brazos auxiliares son más bajos y anchos, amén de más ligeros y los muelles trabajan desalineados. La caída negativa es ahora mayor (-0,5º) y la barra estabilizadora ancla directamente al amortiguador para aumentar su rapidez de respuesta. Pero la mayor novedad radica en el eje trasero, que estrena un eje independiente multibrazo muy sencillo y compacto, con los amortiguadores fuera de los muelles.

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Este eje multibrazo nos recuerda bastante al «control blade» de Ford, con un conjunto de dobles brazos superiores, e inferiores más largos por delante. Kia lo denomina «multibrazo en las ruedas » porque sitúa la mayor parte de los componentes hacia el interior de las llantas, o cerca de ellas, a fin de minimizar esfuerzos sobre las rótulas. Presenta un ángulo de caída también negativo (-1º).

Mecánica lograda.— La versión probada es la turbodiesel 1.6 CRDi, con una mecánica especialmente brillante y homogénea, desarrollada sobre el bloque biárbol de 16 válvulas del anterior 1.5 CRDi de 1.493 cc, llevado ahora hasta 1.582 cc a base de ampliar su diámetro de cilindros a 77,2 mm desde los 75 mm originales, sin variar su carrera de 84,5 mm. Con inyección directa «common rail» de última generación, «intercooler » y turbocompresor de geometría variable (actuado eléctrica y no neumáticamente), este nuevo 1.6 CRDi anuncia dos potencias: 90 ó 115 CV a 4.000 rpm, con 24 mkg de par entre 1.900 y 2.750 rpm en el primer caso y 24 mkg en el segundo. Nuestra unidad de pruebas era la 115 CV, disponible en nivel Active (la de 90 CV sólo viene en el Concept), y nos ha convencido plenamente. Anuncia 188 km/h de velocidad punta y 11,5 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h, y ha mejorado con creces ambos registros (193 km/h y 10,4 segundos en el 0-100 km/h). Son cronos muy brillantes para un 1.600 diesel, reveladores de que los 115 CV anunciados están ahí (y alguno extra de propina), lo mismo que los 26 mkg.

Si ya nos gustaba este motor en su versión 1.5 CRDi de 110 CV, ahora nos gusta todavía más. Es un motor muy lleno y muy completo, a la vez que suave, que empuja redondo desde l.600/1.700 rpm, para dar toda su fuerza entre 2.500 y 3.500 rpm. Se le puede estirar hasta las 4.500 rpm (más allá entra el corte de inyección) pero no le hace falta. Llevándole a 2.000/2.500 rpm permite cruceros turísticos muy agradables con consumos irrisorios, y subiendo mil vueltas más permite andar realmente rápido, con un nivel mínimo de ruidos y vibraciones. Lo único que echamos de menos en es un cambio de 6 velocidades, que permitiría exprimir su quintaesencia en carretera y autovía, aunque la suya de 5 está muy correctamente escalonada. En suma, un coche con el que se puede rodar deprisa en autovía/autopista a cruceros de hasta 160/170 km/h con consumos bastante comedidos.

Sólo en montaña, si se abusa de las marchas cortas, podemos pasar de 9 litros cada 100 km, que es su techo normal de consumo máximo, incluido el urbano. Kia homologa unos consumos mínimos (4,7 litros cada 100 km en el promedio combinado, con un mínimo de 4,2 en carretera y un máximo urbano de 5,7) no muy realistas, pero con todo el mínimo en crucero turístico en carretera normal (90/100 km/h) no llega a 5,5 lts./100 km (5,3) mientras que el máximo urbano roza los 9 (8,8), ya un poco alto (sobre todo en estas fechas, sin uso del aire acondicionado).

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En autovía nos podemos mover desde los muy razonables 6,2 litros/100 km a un crucero de 120/130, a los 7,7 a 150/160, sin pasar de 8 incluso a 170… (hay un pequeño truco, que es el elevado optimismo del velocímetro, que a 160 circula en realidad a 144 km/h, y a la máxima alcanzada —193 km/h— indica 225…).

Comportamiento; mejor de lo esperado.— Finalmente, si el motor 1.6 CRDi nos ha sorprendido gratamente, aún lo ha hecho más su comportamiento dinámico. Esperábamos una neta mejora respecto al Cerato, pero la realidad ha superado las previsiones. Entre la mayor rigidez del chasis, los nuevos trenes rodantes (y neumáticos) y la suspensión multibrazo posterior, este Cee’d está desconocido.

Baste decir que dinámicamente nos ha parecido un Ford Focus; se tiene de maravilla en terreno de curvas rápidas, apenas balancea y realiza los cambios de apoyo de forma limpia y sin tiempos muertos. Su velocidad de paso por curva es francamente alta, yendo bien calzado pero sin pasarse. Y llevado al límite sorprenden sus buenas maneras, con una progresividad de reacciones que echábamos de menos en los coches actuales. Y eso sin que el eje posterior multibrazo sea un arado, ya que a base de dar gas podemos hacer que nos ayude a cerrar la curva, pero siempre de forma paulatina, sin que nos asuste. Y eso hasta en mojado, algo que no pueden decir todos los coches… Porque en efecto, gracias a un ESP nada intrusivo (apenas se nota, acusa más el control de tracción que el ESP) hemos podido comprobar su dulzura de reacciones al límite. Con un buen reparto de pesos (casi 60/40) y una gran homogeneidad de suspensiones, es cómodo a la vez que eficaz.

Quizá se habría podido ir más lejos, pero hubiera sido a base de perder progresividad y facilidad de conducción, y es ante todo un coche para todo el mundo, y encima, cómodo, incluso sobre piso bacheado (ventajas de un neumático de perfil 55). En resumen; de notable a sobresaliente.

La dirección de asistencia eléctrica MDPS nos ha gustado mucho, mejorando de lejos a otras direcciones eléctricas con un tacto más rápido y preciso (2,7 vueltas de volante entre topes), lo que además de permitirle ahorrar un 3% en combustible, reduce su diámetro de giro a sólo 10,3 m. Y respecto a los frenos, Kia tampoco se ha andado con paños calientes, con frenos de disco a las 4 ruedas, servoasistidos, con 280 mm de diámetro delante (ventilados) y 262 detrás (macizos), capaces en teoría de permitirle detenerse a 100 km/h en menos de 40 metros (y en la práctica, en 60 m a 120 km/h).

Potentes y progresivos, resisten ahora mejor el trato duro.
Precio y equipamiento: sigue siendo competitivo.— Por último, debemos analizar el buen sabor de boca que nos ha dejado este Cee’d con lo que nos cuesta al bolsillo. Vaya por delante que aparte del aumento de la calidad, también se nota —y mucho— el del equipamiento, sobre todo en seguridad; todos traen de serie 6 airbags (delanteros, laterales y de cabeza), cinturones de 3 puntos con pretensor y limitador de esfuerzo, ABS+EBD, cierre automático de puertas (por sensor de velocidad) y centralizado por mando a distancia, así como anclajes Isofix para sillas infantiles (2), volante ajustable en altura y profundidad, alzacristales eléctricos (delanteros), radio CD (con lector MP3 y mandos al volante) y ordenador de viaje.

Pero el nivel medio Active ensayado nos ha parecido especialmente completo, ya que a todo lo dicho (propio del nivel Concept) une el ABS con BAS (asistente de frenada de emergencia), control de tracción TCS y sobre todo, el dinámico de estabilidad ESP, añadiendo los reposacabezas activos y el ajuste de apoyo lumbar, testigo acústico de cinturones abrochados (delante y detrás), retraso de apagado de luces (y encendido automático de las mismas), faros antiniebla, consola central en símil metal, volante y pomo del cambio forrado en piel, reposabrazos delantero con doble portaobjetos (y trasero central plegable), retrovisor interior electrocrómico, sensor de lluvia, red y ganchos sujetabultos en maletero, bandeja portaobjetos bajo la zona de carga, elevalunas eléctricos traseros, llantas de aleación de 16 pulgadas… Y además, dos detalles de lujo: el climatizador automático, y el cargador de 6 CD’s con conexión USB y auxiliar iPod.

Puestos a poner pegas, echamos de menos algunas opciones (faros de xenon, navegador, sensores de aparcamiento, etc) aún no disponibles, aunque la marca anuncia que pronto lo estarán.

También que la rueda de repuesto sea de emergencia . Pero poco más. Y todo lo que ofrece por 19.700 euros, que si le descontamos los de la promoción de lanzamiento (aún no definida desde Corea, pero necesaria, porque no hacerlo es perder ventas) vendrán a dejarlo en unos 18.000 euros.

Ah, y de propina una supergarantía de 5 años ó 150.000 km (con 7 años para motor, cambio y transmisión).¿No está mal, verdad?

Kia
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Tno. 91 579 64 66
Garantía: 7 años o 150.000 km