Prueba: Kia Carens 1.7 CRDI Drive

15 enero, 2014
JUAN ROBREDO

Entre los mejores
Bajo un formato más de turismo y con una mecánica turbodiesel 1.7 muy adecuada para su menor peso, hemos probado aquí la versión de 136 CV en nivel Drive para 5 plazas del nuevo Carens, que por menos de 20.000 euros (con descuento) representa una opción muy sensata y racional para quienes busquen un monovolumen confortable, práctico y racional sin excesivos alardes tecnológicos.
Esta tercera generación del monovolumen compacto de Kia adopta un enfoque muy diferente al de su predecesor, bajo un diseño tirando más a turismo, siguiendo la misma pauta introducida por Mercedes en su Clase B. Cabina adelantada, techo más bajo, plataforma de mayor batalla, y una terminación más pulida y elegante. Su diseño es realmente distinto, en línea con el del actual cee’d, con la parrilla ya habitual de la marca, de borde cromado y estrechada por el centro, faros rasgados y un paragolpes con una amplia toma horizontal de aire flanqueada por los antinieblas rectangulares verticales en los extremos.

feb_2014_kia_carens_01

Con un esquema convencional de suspensiones (a base del eje anterior independiente Mac Pherson y el posterior semiindependiente por traviesa torsional), Kia ha logrado un turismo amplio y muy racional, a la vez que de peso contenido (roza la tonelada y media en vacío, lo que supone entre 100 y 150 kg menos que el modelo anterior), lo que unido a su mejor aerodinámica le permite disfrutar de las mismas prestaciones que antes, pese a contar con un motor más pequeño, y por supuesto, reduciendo consumos y emisiones.
Más recortado y práctico.– Este cambio de estilo se aplica también a sus dimensiones, de forma que sin alterar la posibilidad de ofrecer 5 ó 7 plazas, este nuevo Carens mide 4,5 m de largo, o sea 2 cm menos que el anterior, siendo además 1,5 cm más estrecho y 4 cm más bajo. Su altura total es de 1,61 m, una de las menores de su categoría, lo que le proporciona una apariencia más de turismo. Y pese a todo ello, la amplitud de su habitáculo aumenta gracias a la mayor batalla (5 cm más, hasta los 2,75 m) y a un diseño que adelanta el habitáculo, con el pilar A por delante del centro de la rueda delantera.
La modernidad del diseño queda reforzada por sus luces de diodos, tanto para la diurna de cruce como para las ópticas traseras. También destaca el embellecedor cromado que le personaliza recorriendo la parte baja de las ventanillas hasta unirse al montante final C. La posición al volante es ahora más similar a la de un turismo, con asientos cómodos, envolventes y de generosa banqueta y un cuadro clásico donde no falta el muchas veces olvidado termómetro de temperatura del motor, situado junto al del indicador de combustible, en el centro del mismo y por encima del “mini display” del ordenador de a bordo. También la ergonomía ha sido mejorada, tanto en los mandos del volante como en los de la consola, bien dispuestos, con la palanca de cambio en posición ligeramente realzada, y el freno de mano por palanca tradicional, práctica y no demasiado grande.
Todos estos cambios e innovaciones se reflejan tanto en la mejora de la habitabilidad como en su maniobrabilidad y visibilidad, que era uno de los objetivos de su nuevo diseño, lo que se ha logrado mediante una base del parabrisas muy baja que se suma a los triángulos acristalados delanteros y al salpicadero para aumentar el ángulo de visión. De forma similar, el equipo de diseño del Carens ha procurado que los voladizos delantero y trasero fueran lo más corto posible, a favor de la maniobrabilidad. Abundan los detalles cuidados: barras de techo integradas y planas, deflector trasero, la segunda fila de asientos plegable en tres partes con ajuste longitudinal individual y el nuevo volante multifunción.

feb_2014_kia_carens_02

Amplio y funcional.– Pero lo que cuenta es que la funcionalidad y versatilidad siguen siendo parte de su concepto básico, procurando la máxima versatilidad de carga gracias al respaldo abatible del asiento del pasajero delantero y la segunda fila con tres asientos individuales plegables y deslizables, los tres iguales. En cuanto a la tercera fila (si la lleva, que no era el caso de nuestra unidad de pruebas) los asientos ya no son tan cómodos y accesibles, plegándose a ras del piso del maletero cuando no se utilizan.
El acabado interior es bueno y el equipamiento de confort tampoco se ha descuidado, contando todos con aire acondicionado de serie (manual o automático, según la versión), salidas de aireación de ventilación traseras y cortinillas opcionales para las ventanillas laterales. Y en la consola superior de techo, un espejo panorámico permite a los adultos vigilar a los niños de manera segura en marcha. Funcionalmente se han dispuesto compartimentos portaobjetos ubicados a lo largo y ancho del habitáculo, con cajones bajo los asientos, huecos bajo el piso, mesitas tras los respaldos, un profundo hueco en la consola central y grandes bolsillos en las puertas.
El maletero es otro de los puntos fuertes de este nuevo Carens, en especial en este nivel Drive de 5 plazas (si se desean 7 hay que pagar aparte 700 euros, o subir al nivel Emotion que las trae de serie, al igual que sucede con el start-stop). Anuncia nada menos que 536 litros oficiales (que son en realidad 560 reales), pero como dispone de asientos centrales deslizantes, adelantando éstos al máximo llegamos a los 750, un volumen impresionante que supera al de rivales más altos y largos (como los Ford C-Max o el propio Renault Scénic) y casi iguala el del Citroën C4 Picasso, el líder del segmento. Y sin prescindir de rueda de repuesto, que no va dentro sino fuera, por debajo del piso, con acceso exterior lo que, aunque resulte más sucio a la hora de cambiar una rueda pinchada, no obliga a vaciar el maletero, y además, al ser de emergencia, no resulta tan golosa para los amigos de lo ajeno…
La climatización y calefacción son satisfactorias, aunque para esta última hay disponible también una calefacción opcional en los asientos de la primera y segunda fila, mientras que el nivel Emotion también cuenta con ventilación en los asientos delanteros y reglaje eléctrico de asientos y ajuste lumbar (en opción en el Drive), así como control de crucero con limitador de velocidad (de serie en todos). También puede traer el panel de instrumentos con una pantalla LCD TFT (4,2”) capaz de representar gráficos en alta definición (opcional, aunque de serie con el navegador, y bastante interesante teniendo en cuenta que la de serie es muy pequeña).

feb_2014_kia_carens_03

Mecánica suficiente… y sobria.– Con 1.685 cc y turbocompresor de geometría variable, su motor arroja una potencia máxima de 136 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 33,7 mkg entre 1.750 y 2.500 rpm. Es un motor suave y silencioso, con una potencia que sin ser muy elevada, es más que suficiente para un coche de este tipo, y sobre todo, muy bien apoyada por un cambio manual de 6 marchas muy bien escalonado y con desarrollos que sin ser cortos (no puede calificarse así a una 5ª de más de 40 km/h x 1.000 rpm, y a una 6ª de más de 47) no pecan de excesivamente largos, como se estila en la mayoría de sus rivales. El resultado es muy satisfactorio, a la altura del anterior 2.0 CRDI, pero con unos consumos francamente logrados.
Así, este Carens 1.7 CRDI anuncia 191 km/h de velocidad punta y 10,4 segundos de aceleración de 0 a 100 km/h, y nuestra unidad de pruebas, aún poco rodada, los ha prácticamente logrado, registros más que honestos para un monovolumen familiar sin pretensiones deportivas. Los casi 34 mkg de par máximo se aprovechan muy bien en la zona media de giro del motor, la más brillante (entre 1.500 y 3.000 rpm), con una contundencia superior a la esperada. Pero en baja no hay una gran “patada”, falta par, lo que se pone más de manifiesto a coche cargado y hay que echar mano del cambio (en vacío la 6ª se recupera de maravilla), preciso, aunque de recorridos largos y algo lento.
Tenemos unos consumos realmente contenidos para un monovolumen de su porte, entre los mejores de su categoría: apenas 5,3 lts/100 km en el promedio turístico a 90/100 km/h, que sube a 5,9 en el normal en autovía (120/130 km/h de crucero), y no llega a siete (6,8) en ciudad. Una prueba más de que los desarrollos largos no siempre benefician al consumo, sino que a veces es todo lo contrario. Claro que si practicamos una conducción deportiva (que admite, aunque no sea la ideal para este coche), el consumo sube rápido, pasando de 8 en montaña y hasta de 10 litros si pretendemos sacarle todo lo que lleva dentro. Pero en condiciones normales, lo lógico es mantenerse entre los 5,5 y los 6,5, un consumo excelente para un coche como éste que ofrece un agrado de conducción digno de resaltar.

feb_2014_kia_carens_04

Comportamiento muy logrado.– A la hora de analizar su comportamiento dinámico, hay que hacer notar que la cura de adelgazamiento también ha dado sus frutos en el mismo. Sin grandes innovaciones, con el clásico eje delantero por columnas telescópicas Mac Pherson, montado sobre un subchasis para aislarlo de las irregularidades de la carretera, y con un convencional eje trasero torsional, que si bien ha perdido la independencia está bien diseñado y construido, ya que el Carens muestra un comportamiento irreprochable en carretera, reduciendo el subviraje y la influencia del recorrido de la suspensión en la trayectoria, a la vez que proporciona un rodaje más confortable. También se ha modificado el tarado de la amortiguación en función del nuevo peso, ofreciendo un nivel de confort por encima de la media del que ofrecen sus competidores.
Con 2,7 vueltas entre topes, el volante se ajusta en altura y profundidad, trayendo la dirección de serie un sistema de asistencia variable eléctrico que Kia llama “Flex Steer” y que permite seleccionar tres grados de asistencia (Confort, Normal y Sport) a elegir por el conductor. Un sistema que no acaba de convencer, ya que en carretera obliga a elegir siempre “Sport” si no queremos una dirección hipersensible, además de no mostrarse del todo precisa. El modo “Normal” sólo es útil en conducción por ciudad, mientras que el “Confort” se relega a las maniobras de aparcamiento.
En marcha, el coche se tiene perfectamente y responde con obediencia a los cambios de trazada sin grandes oscilaciones, aunque al límite balancee un poco más de la cuenta. Pero apoya en una sola fase y apenas rebota sobre mal piso. En terreno muy virado, su larga batalla (2,75 m) facilita el subviraje, aunque ahora es más contenido, sin que el tren trasero se muestre sensible a los cambios de gas (sólo al freno, y forzándolo). Con unos neumáticos (Nexen) francamente mejorables, en una medida muy normal hoy día (205/55 R16) y más que suficiente para su peso, sus reacciones son muy nobles y sus límites también, aunque seguramente ampliables con otras gomas.
En cuanto al ESP, trabaja bien y no es muy intrusivo, aunque en mojado (y de nuevo por los neumáticos) a veces actúa más de la cuenta. Finalmente los frenos se muestran eficaces y bien dimensionados, con 4 discos, ventilados de 300 mm de diámetro los delanteros y macizos de 284 mm los traseros, completados con un ABS+EBD con asistente a la frenada de emergencia.
El acabado de este nivel medio Drive resulta muy convincente, con sus 8 airbags (los laterales son dobles, delante y centrales), 4 elevalunas eléctricos, retrovisores igualmente eléctricos, llantas de aleación de 16”, sensores de lluvia y luz para el activado automático de limpiaparabrisas y faros, sensores de aparcamiento (traseros), equipo audio con Bluetooth y toma USB, climatizador dual… Todo por 19.815 euros, un precio muy ajustado y competitivo. Destacar también las 5 estrellas EuroNCAP conseguidas por el Carens y su conocida garantía de 7 años que da la marca coreana.

Versiones del modelo: 'Carens'

Galeria de fotos

Kia
Kia

Tno. 91 579 64 66
Garantía: 7 años o 150.000 km