Javier Gete
Tecnología específica para coches híbridos y eléctricos
Al adquirir un coche eléctrico o electrificado (híbrido en cualquiera de sus variantes), lo normal es que se haya oído hablar del frenado regenerativo que montan este tipo de coches, por lo que explicaremos en que consiste y cuáles son sus beneficios, de manera que cualquier usuario pueda entender con facilidad su funcionamiento y su gran utilidad.
¿Qué es el frenado regenerativo?
Es notorio que circulando con cualquier vehículo se generan energías que hasta hace poco tiempo se perdían sin su posible recuperación, si bien, ante la imperiosa necesidad de mejorar los vehículos de cara a una posición ecológica y económica de su uso, en la industria se han fomentado varios sistemas para recuperar estas energías en favor de la utilización, para generar energía, reducir costes de funcionamiento y sobre todo reducir las emisiones contaminantes.
El frenado regenerativo es un sistema que realiza la recuperación de la energía cinética de un vehículo que se produce al reducir velocidad, convirtiéndola en energía eléctrica para su uso, almacenando dicha energía en una batería, en el caso de los coches eléctricos e híbridos, en los momentos de necesidad.
Incluso en algunos vehículos de propulsión tradicional a combustión (gasolina y gasoil), esta energía se utiliza para alimentar a algunas instalaciones auxiliares (conducción asistida, aire acondicionado, etc..).
Funcionamiento del frenado regenerativo en los coches eléctricos e híbridos
Al pisar el pedal del freno los discos y las pastillas se encuentran con más o menos fricción, generando así energía cinética que hasta hace poco se disipaba en el ambiente en forma de simple calor. Sin embargo con el sistema de frenos regenerativos se recupera en parte esta energía cinética para transformarla en energía eléctrica y evitar su perdida.
Para ello el motor impulsa las ruedas mientras se produce la aceleración o durante la velocidad de crucero, mientras que las ruedas impulsan el motor durante la desaceleración, produciendo así un flujo de energía bidireccional que permite que el motor se convierta prácticamente en un generador.
Momentos y condiciones para producir frenado regenerativo
Son dos las condiciones en las que se produce la regeneración energética, produciendo la creación de electricidad para recargar la batería:
- Al pisar el pedal del freno (el sistema destina automáticamente la fuerza de la regeneración hacia la batería del vehículo), produciendo una cantidad de electricidad proporcional al nivel de la fuerza de frenado, es decir a mayor fuerza de frenada mayor corriente eléctrica generada.
- Al soltar el pedal del acelerador haciendo que el coche se mueva por inercia pura, con una cantidad de energía captada proporcional también a la velocidad del coche y a la duración de la desaceleración.
En ambos casos se consigue recargar la batería al mismo tiempo que se circula, mejorando así su eficiencia y aumentando la autonomía eléctrica en su caso.
La eficiencia del frenado regenerativo
Múltiples estudios han demostrado que la eficiencia energética en vehículos convencionales de combustión es sólo del 20%, mientras que el 80% restante se su energía se convierte en calor por fricción que se pierde.
Sin embargo los vehículos híbridos y eléctricos con frenada regenerativa captan más de la mitad de dicha energía desperdiciada para poner a funcionar de nuevo, reduciendo el consumo de combustible en el caso de los híbridos entre un 10% y un 25%.
Los sistemas de frenado regenerativo hidráulico aportan ganancias aún mayores con reducciones de consumo de combustible en los híbridos entre el 25% y el 45%, siendo esta eficiencia añadida muy importante porque permite aún más reducir la huella de carbono al conducir.
Los beneficios del frenado regenerativo
- Se produce una mayor eficiencia en el consumo de combustible (en los híbridos), ayudando a una importante y creciente reducción del mismo.
- Para garantizar la seguridad del frenado, por supuesto, este tipo de sistemas se combinan con los sistemas de frenado tradicionales que garantizan las detenciones a tiempo del vehículo.
- Captan la energía para recargar la batería, evitando su pérdida y garantizando una carga prolongada durante la conducción.
- La mayor eficiencia de la desaceleración reduce claramente el desgaste de los sistemas de frenos del vehículo en comparación con los frenos tradicionales de fricción.
- Incrementan la autonomía eléctrica en los híbridos y eléctricos, mejorando también la economía de sus usuarios.
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En definitiva, el frenado regenerativo contribuye de manera notable en tres campos muy determinados, como son la reducción de consumos, la reducción de emisiones contaminantes y consecuentemente la reducción de gastos de los usuarios.
