JAVIER GETE
Hielo, nieve, aguanieve y lluvia son condicionantes de peligro en la frenada invernal
Las condiciones invernales pueden producir situaciones de conducción realmente peligrosas si no se opera de manera correcta, evitando o gestionando adecuadamente los siempre aterradores deslizamientos sobre hielo o nieve para mantener un correcto control del vehículo. Es clave tomar una especial precaución en este tipo de conducción invernal y aprender a utilizar los frenos de manera efectiva. Desarrollamos a continuación algunos consejos de conducción en estas condiciones.
Algunas marcas de recambios centradas en los sistemas de frenos, garantizan por su calidad unas prestaciones más que adecuadas también en condiciones extremas de invierno, por lo que aconsejamos siempre utilizar recambios de calidad, evitando las piezas más económicas que pueden no aportar las prestaciones necesarias. Recordar siempre que “lo barato suele salir caro”.
Cómo frenar con baja adherencia del suelo
- Sin ABS: es cierto que la actual modernización de los vehículos, prácticamente impide que haya vehículos sin ABS, aunque si es el caso, es necesario anticipar la frenada, pisando el pedal con suavidad para no bloquear las ruedas, y en el caso de una frenada de emergencia hay que mantener la calma y dosificar la presión del freno y disminuir la misma si se nota que las ruedas patinan (momento en el que se pierde la posibilidad de dirigir al vehículo) para aumentarla después y obtener mejor tracción.
- Con ABS: ya que el sistema impide el bloqueo de las ruedas, lo ideal es pisar a fondo el freno y centrarse en el manejo del volante.
¿Conviene pisar el embrague?: en frenadas de emergencia conviene pisar a la vez el freno y el embrague – con o sin ABS – ya que así se evita que el vehículo se cale evitando que la centralita electrónica interprete el calado y acelere automáticamente para evitarlo, lo que puede ser crucial en la frenada.
Consejos proactivos para evitar llegar a situaciones de riesgo
Una serie de consejos nos ayudarán a evitar mayores riesgos en la conducción invernal:
1.- Conducir con suavidad
Sin hacer movimientos bruscos ni giros agresivos o cualquier otra acción que pueda hacer perder la tracción del vehículo.
2.- Frenar siempre gradualmente
Quitar siempre el pie del acelerador un tiempo antes de las intersecciones, frenando gradualmente para evitar usos forzados de los frenos. Cuanto menos haya que presionar los frenos, menor riesgo de resbalar en una intersección.
3.- No frenar de manera brusca
Ante problemas potenciales liberar gradualmente el acelerador para recuperar el control del vehículo y evitar deslizamientos.
4.- Reducir la velocidad
Conducir demasiado rápido incrementa el riesgo de deslizamientos en estas condiciones, por lo que conducir más despacio aportará siempre mejor control del vehículo, aportando más tiempo para reacciones imprevistas.
5.- Mantener una distancia de seguridad adecuada con el vehículo delantero
En estas condiciones se necesita más tiempo para poder detenerse en su caso, por lo que la recomendación habitual de mantener una distancia de al menos 2 segundos respecto al vehículo de delante, debe ampliarse en condiciones invernales hasta 6 segundos o más en función de cómo sean las condiciones meteorológicas.
6.- Utilizar de forma correcta los frenos ABS
Para que se pueda activar correctamente el sistema ABS (que impide el bloqueo de las ruedas en frenada) es fundamental presionar el freno con firmeza sin soltarlo, y aunque se noten pulsaciones y probablemente un sonido desagradable, saber que esto es totalmente normal.
El ABS no funciona bien sobre hielo, por lo que en el caso de circular con firme helado conviene seguir los consejos que hemos expresado anteriormente, reduciendo lo más posible la velocidad insertando una marcha corta.
Cómo afecta el invierno a los sistemas de frenos y cómo cuidarlos
Es cierto que los sistemas de frenos de los vehículos constan de múltiples componentes y muchos de ellos están expuestos por completo al polvo, la humedad, la nieve y hielo, por lo que para un correcto funcionamiento del sistema de frenado en invierno conviene asegurar las siguientes partes del sistema:
- Especial atención a los tubos/mangueras de freno del vehículo, tanto rígidos como flexibles ya que pueden corroerse en su interior y/o exterior, mediante control en taller con un examen cuidadoso para detectar fugas, óxidos o daños mecánicos. Las mangueras como soporte del líquido de frenos son cruciales para un buen funcionamiento de la frenada.
- La mayoría de los fabricantes recomiendan sustituir el líquido de frenos cada 2 años o cada 60.000 km recorridos.
- Otro elemento susceptible de sufrir con las condiciones adversas invernales son los enchufes y anillos ABS, por posibles corrosiones y óxido
- También las pastillas de freno pueden corroerse, lo que afectaría a su libre movimiento en la frenada, así como si el vehículo lleva mucho tiempo estacionado en condiciones de mucha humedad, los discos de freno estarán seguramente oxidados. En este caso es importante hacer varias frenadas controladas para limpiarlos y, si hay cualquier duda, llevarlo a revisar.
En lo referido al sistema de frenos, su correcto funcionamiento pasa por una comprobación regular y un mantenimiento correcto en tiempo y forma que debe siempre realizarse en el taller para estar perfectamente protegidos de la peligrosidad de un funcionamiento inadecuado, sustituyendo incluso individualmente cada pieza que sea necesaria y siempre utilizando recambios del máximo nivel de calidad.
