Medio siglo de una leyenda
El deportivo más popular de la marca del óvalo, el Ford Mustang, cumplió el año pasado 50 años de vida. Repasamos sus seis generaciones con motivo de su comercialización por primera vez en Europa. Aunque el nuevo Ford Mustang ya está a la venta en nuestro país desde 37.000 euros, no llegará a los concesionarios hasta finales de este verano.
1964
La primera y emblemática del modelo, que lanzó el ejecutivo estrella de Ford, Lee J. Iacocca, con su motor 6 cilindros 2.9 de 120 CV con la idea de ofrecer un deportivo americano asequible “a la europea”, más pequeño y ligero de lo que hasta entonces habían sido los Thunderbird y Corvette. Con poco más de 4,5 m de largo y una batalla de 2,7 m, nació como coupé 2+2 el 17 de abril de 1964 y se le bautizó como el “pony car” por su morro largo y cola corta, y en honor a su nombre, “Mustang”, el derivado inglés para el caballo salvaje de las praderas, descendiente de los que trajeron los colonizadores españoles que los llamaban “mestizos” o “mesteños”. Como deportivo barato heredó soluciones de coches de gran serie (motor y cambio procedían del Falcon), y Ford logró que su peso final no superara los 1.200 kg, lo que le hacía más ágil que otros deportivos americanos de su época. Su precio inicial fue de sólo 2.368 dólares, con un éxito inicial total y completo, vendiéndose más de 417.000 coches en su primer año de vida. En 1966 ya se ofrece en versión descapotable, y su éxito es tal que se convierte en el coche más vendido de los EE.UU. en esos dos años (más de un millón de unidades fabricadas en marzo del 65). En ese mismo año 1966 el 6 cilindros sube a 3,3 litros de cilindrada y se introducen los primeros V8 (4.3 y 4.7).
1967
En 1967 sufre un “restyling” que lo alarga un poco y perfila más el morro, al tiempo que modifica la zaga con una caída de techo más inclinada. Para muchos, este es el Mustang clásico por excelencia, y muchos le consideran ya la segunda generación, sobre la que se realizarían las famosas transformaciones GT 350 y GT 500 de Carroll Shelby (los legendarios Mustang Shelby con 306 y 355 CV) con el motor V8 4.7. El cambio pasa de 3 a 4 marchas y se introducen los primeros automáticos, así como la carrocería “fastback” con portón trasero, además del convertible. El peso sube a 1.400 kg (1.600 con motor V8) y a los 6 cilindros 3.3 se añaden nuevos V8 para competir con los Chevrolet Camaro, Pontiac Firebird y Chrysler Barracuda, en una carrera por la potencia que dará lugar a motores tan excesivos como los V8 Boss, Windsor, Cobra Jet… con cilindradas de 5, 6,4 y hasta 7 litros (Mach 1) y potencias de 250, 290, 330 y hasta 370 CV, que sin duda desnaturalizaban las pretensiones iniciales del modelo. Los Mustang Mach 1con sus motores V8 7.0 de 300 y 350 CV marcaron de 1971 a 1973 el final de una época, la de la gasolina barata.
1974
Llega la segunda generación Mustang para Ford, en realidad la tercera para el público. Tras la desmesura de los últimos Mustang anteriores, Ford apuesta de nuevo por un coche sencillo y barato, de menor consumo (1974 es el año de la primera crisis del petróleo) y recurre a vestir con una carrocería más deportiva el chasis del Ford Pinto (un “utilitario” a la americana, con poco más de 4,5 m de largo y una batalla de sólo 2,44 m). Los modelos básicos montan motores de 4 y 6 cilindros (el 2.3 del Pinto y el V6 2.8), aunque se mantiene una oferta V8 a base del Windsor de 5 litros y 300 CV. Para los americanos resultaba demasiado pequeño, y puestos a elegir un modelo europeo, preferían el Capri 2.3 y luego 2.8 también de Ford. No tuvo éxito y fue tachado de poco deportivo, también por sus frenos y suspensiones. Por eso, en 1976 Ford lo reanima con la versión King Cobra, con cambio manual de 4 marchas y motor V8 5.0, que tuvo cierta aceptación, aunque nada comparable a los de la anterior generación. Como curiosidad, este Mustang fue el primero en utilizar parachoques de plástico.
1979
Ford lanza su tercera generación Mustang, de nuevo con tres carrocerías (coupé, hatchback -3p- y descapotable) sobre una plataforma completamente nueva, la del Ford Fairmont, con 2,55 m de batalla. El diseño cambia radicalmente, se adoptan faros dobles cuadrados, suspensión delantera MacPherson y trasera por muelles, parachoques integrados en la carrocería… Tan largo como el Mustang del 67, era sin embargo bastante más ligero, aunque sus motores eran mucho menos potentes, en virtud de las nuevas normas anticontaminación y para reducir consumos. Montó motores de 4, 6 y 8 cilindros, con un V8 de sólo 140 CV, pronto desplazado por el 4 cilindros 2.3 turbo (primer Mustang turboalimentado) que en 1983 anunciaba 175 CV y que montaba la versión descapotable (convertible). Su motor más popular fue el V6 2.8 Colonia (el de los Capri y Granada), aunque también montó los V8 4.2 y 4.9, que en 1986 estrenaron también la inyección electrónica, lo que redujo mucho su apetito, subiendo la potencia del V8 4.9 a 225 CV. Tuvo una aceptable vida comercial, muy prolongada hasta 1993.
1994
La llamada cuarta generación del Mustang por Ford es para muchos un “restyling” de la tercera, puesto que se basa en su misma plataforma (la Fox del Fairmont, levemente alargada de 2,55 a 2,57 m de batalla), pero sí marca algunas diferencias, con una nueva carrocería más perfilada y aerodinámica, de faros carenados, sólo como descapotable o coupé (sin la opción “fastback” de 3 puertas). Los motores son los mismos (2.3 de 4 cilindros, V6 2.8 y el V8 5.0) ya todos alimentados a inyección, aunque no más potentes (de hecho el V8 5.0 pasa de 225 a 215 CV). En 1996 el V8 5.0 da paso a otro V8 más moderno, el 4.6, de menor cilindrada pero con culatas con árboles de levas en cabeza (el V8 5.0 era en realidad un vestigio del primer Mustang, e incluso en 1968 estaba ya bastante anticuado). Su potencia sube en 1998 a 225 CV y antes de fin de siglo llega a 260 CV, mientras que su versión deportiva Cobra alcanza los 300. Mejora su acabado y equipamiento y desde 1999 la versión Cobra R monta por vez primera en un Mustang una suspensión trasera independiente en lugar del clásico eje motriz rígido. Al final de su vida, en 2003, el V8 4.6 se ofrece sobrealimentado por compresor (390 CV), siendo el último Mustang fabricado en la planta Ford de Dearborn en el estado de Michigan (los siguientes ya se montarán en la de Flat Rock, en el mismo estado).
2005
El penúltimo Ford Mustang , ahora sustituido por el nuevo de 2014, recupera las señas de identidad iniciales volviendo al estilo del primer Mustang, o mejor del segundo de 1967. Nace como coupé y descapotable, en 2+2 , con motores V6 y V8 (con versión turbo de este último) y un bastidor ya con una batalla generosa de 2,72 m para una longitud total de casi 4,9 m. Tiene un aire claramente “retro”, en la misma línea que marcaron los nuevos Thunderbird y GT, pero técnicamente es mucho más avanzado que ninguno de sus predecesores. El motor estándar es un V6 4.0 de 202 CV, y la versión superior monta un V8 4.6 de 300 CV con el que acelera de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos (con cambio manual de 6 velocidades). En 2006 se lanza la versión Shelby GT 500 con un V8 5.4 con 32 válvulas sobrealimentado por compresor con el que logra los 500 CV, acelerando de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos (en ambos la velocidad máxima se autolimita a 250 km/h). Se trata del Mustang de serie más potente jamás construido, del que se fabrican un total de 10.000 unidades al año, distinguiéndose claramente de sus hermanos por la cobra que luce en su carrocería, en lugar del caballo salvaje propio de su nombre. En 2011 se le mejora un poco su aerodinámica y se monta un V6 de 305 CV, así como un V8 5.0 con 412 CV (Mustang Boss), ambos con cambio manual de 6 marchas, al tiempo que se lanza el V8 GT Shelby (pero bajo pedido) con nada menos que… ¡667 CV!
2014
Sexta (o séptima, si consideramos al de 1967 como la segunda) generación Mustang y la última, que ya se comercializa en EE.UU. y llega ahora a Europa. Repite el bastidor de la anterior, con su misma batalla y longitud, aunque 4 cm más ancho y otros 4 más bajo, acentuando su parecido con los Mustang clásicos de 1967 a 1973. Presentado oficialmente el 5 de diciembre de 2013, añade al diseño “retro” algunos rasgos del “kinetic design” de Ford, con su oferta de motores centrada en tres: un 4 cilindros turbo 2.3 (309 CV) para Europa y los V6 y V8 Coyote para el mercado americano (3.7 y 5.0) con su misma potencia el primero y 426 CV el segundo. El cambio manual es un Getrag de 6 marchas, pero hay también un automático de 6 pudiendo montar todos diferencial autoblocante. La suspensión trasera independiente es ahora multibrazo y la Mac Pherson delantera emplea un esquema con doble rótula inferior y tirantes tubulares que las anclan al chasis, en lugar de brazos auxiliares en forma de L. En cuanto a los frenos, se refuerzan con un pack especial Brembo con pinzas rígidas delanteras de cuatro pistones en el 2.3 EcoBoost y V6, y seis en el V8, montadas en llantas de 19”. Puesto al día con todas las ayudas electrónicas de los últimos Ford, es sin duda el Mustang más avanzado hasta la fecha… como corresponde a un último modelo.