La actual generación del Ford Ka, ha registrado pocas incidencias en su corta vida (desde enero de 2009) entre sus apenas 60.000 unidades producidas. Entre las primera unidades salidas de fábrica (mayo de 2008 al 30 de enero de 2009) hubo problemas con los tambores de freno traseros, por culpa de unos tornillos insuficientemente apretados, problema resuelto en los concesionarios incluso antes de la comercialización del modelo. Luego en el verano de 2010 (junio y julio) hubo que proceder a dos llamadas a revisión, también por apriete insuficiente de tornillos, una en las fijaciones de los cinturones de seguridad delanteros, y la otra, más seria (sólo a las unidades fabricadas entre el 24 de septiembre y el 13 de octubre de 2009) por un mal montaje y apriete de la columna de la dirección sobre la cremallera, que llegado el caso podía dar lugar a que se saliera de la misma, perdiendo el control del vehículo. La última llamada, leve esta vez, fue en diciembre de 2010, sobre las unidades con motor de gasolina fabricadas entre marzo y julio de 2009, cuyo manguito de ventilación de gases del cárter podía rajarse, dando lugar a la salida de los mismos que se acusaban directamente en el habitáculo por un persistente olor a aceite quemado.
