La resurrección del concepto “barchetta”
Ferrari ha sorprendido a propios y extraños en su reunión anual con accionistas «Capital Market Day», con la presentación de los Ferrari Monza SP1 y SP2, dos modelos superexclusivos de aire retro inspiradas en sus icónicas barquetas de competición de mediados de los años 50.
El concepto “barqueta” fue acuñado por el propio Ferrari en su primer modelo 125 S en 1947, y ahora fruto de la división Special Projects, la marca de Maranello ha tomado como punto de partida el Ferrari 812 Superfast, reinterpretando sus líneas bajo un diseño discretamente “retro” inspirado en sus icónicas “barchettas” de competición 166 MM de 1948 y más concretamente en las de los años 50: 750 Monza y 860 Monza. Concebidos con el único propósito de vencer, estos vehículos de incomparable diseño y producción, contribuyeron en la década de los cincuenta a construir parte de la leyenda Ferrari gracias a sus sucesivos triunfos en el Campeonato Mundial de Deportivos.
Sin techo ni parabrisas, los Ferrari Monza SP1 y Monza SP2 se convierten en la forma más pura de disfrutar la conducción haciendo sentir físicamente todas las sensaciones que estos Ferrari pueden ofrecer a los afortunados clientes y coleccionistas capaces de acceder a ellos. Ambos miden 4,66 m de largo por 2 de ancho, con una altura de tan sólo 1,16 m.
El Ferrari Monza SP1 ha sido diseñado como un vehículo monoplaza de calle con una identidad única, junto al Monza SP2, que es su versión biplaza donde, gracias a la eliminación del cubre capota y la inclusión de una pantalla protectora junto con una segunda barra antivuelco, el copiloto puede compartir con el piloto sus mismas sensaciones de conducción. Su línea es muy limpia y clásica, con un frontal afilado y bajo, gran toma de aire inferior, faros reducidos a la mínima expresión y abultados pasos de rueda. Tras los asientos tenemos uno o dos arcos antivuelco y en la zaga los grupos ópticos se limitan a una fina banda horizontal de lado a lado, mientras que debajo surge un enorme difusor que integra las 4 salidas de escape, dos en cada esquina. Con un peso en vacío de tonelada y media, estos Ferrari Monza SP1 y SP2 presentan la mejor relación peso potencia de un coche con esta configuración “barqueta”, gracias al uso intensivo de la fibra de carbono en su construcción y sobre todo a montar el motor atmosférico más potente que Maranello ha construido nunca, un V12 de 810 CV, capaz de hacerlos acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, y de 0 a 200 km/h en 7,9 segundos… No sabemos qué tipo de cambio montan, ni qué ruedas ni frenos (Ferrari no lo comunica), pero es de suponer que repetirán los del 812 Superfast.
Diseño puro, sensaciones extremas
La estructura de ambos modelos aparece monolítica con su perfil aerodinámico alar, sin techo ni parabrisas bajo unas proporciones únicas que no hubiesen sido posibles en un “spyder” tradicional. El resultado es una sensación de velocidad extrema, normalmente solo experimentada por los pilotos de Fórmula 1, ligada a un puesto de conducción tallado en el mismo diseño del vehículo, que envuelve al conductor. El Centro de Estilo Ferrari ha apostado por un diseño muy puro, intemporal, minimalista y refinado, huyendo de soluciones complejas y aparatosas, como a menudo se ve en los coches de competición.
Dentro de su diseño destacan especialmente las puertas de apertura vertical y su capó en ala de una sola pieza con guardabarros integrados, todo él de fibra de carbono, que se abate hacia adelante exhibiendo su poderoso motor V12. Éste va situado en posición central posterior, por delante del eje trasero al que envía todo su imponente par motriz, con sus 12 cilindros en V a 65º, cubicando seis litros y medio (6.496 cc) y rindiendo 810 CV a 8.500 rpm con un par máximo de 73,3 mkg a 7.000 rpm, lo que supone 10 CV más y apenas 0,1 mkg (1 Nm) sobre el V12 de 812 Superfast, suficiente para que con su contenido peso ofrezca las fulgurantes aceleraciones citadas, superando los 300 km/h de velocidad máxima.
Parabrisas… virtual
Todo el monocasco está hecho en fibra de carbono, material que se repite en su interior con su aspecto natural para realzar el impacto deportivo de su diseño, y en su diseño se ha cuidado evitar al máximo las turbulencias aerodinámicas propias de su conducción totalmente “abierta”, dada la ausencia de parabrisas, mediante una cúpula específica denominada “Virtual Wind Shield” (Parabrisas Virtual), incorporada al carenado por delante del cuadro de instrumentos y el volante, que desvía parte de la corriente de aire sobre la cabeza (o cabezas) de sus ocupantes para mantener el máximo confort en su puesto de conducción reducido a la mínima expresión, con el cuadro en una posición más baja y de menor tamaño que en otros Ferrari, mientras que el volante multifunción es muy similar al del 812 Superfast.
De momento, ambos modelos son unidades únicas, aunque pronto podrían dejar de serlo si se confirma la intención de la marca del “cavallino” en lanzar una edición limitada de 200 unidades (cien del SP1 y cien del SP2). Por ahora lo único seguro es un “kit” exclusivo para sus posibles propietarios, dentro de una línea de ropa y accesorios inspirada en la elegancia de los “gentleman driver”, y diseñada para garantizar la máxima comodidad y libertad de movimientos durante la conducción, en colaboración con dos marcas emblemáticas italianas: Loro Piana y Berluti (el equipo del piloto incluye mono de competición, jersey, casco, guantes, bufanda y zapatos).
