Ferrari 812 Superfast

22 febrero, 2017
J. C. BERGER

Con el V12 más potente de calle

Va a ser la gran novedad en Ginebra de la marca del “cavallino” rampante, destinado a celebrar su 70 aniversario, donde bajo el nombre de 812 Superfast la marca de Maranello presenta un coupé de motor delantero con el V12 más potente hasta la fecha en un Ferrari de calle.

Con este nuevo 812 Superfast, Ferrari sube la apuesta de sus deportivos con motor V12 situándose como relevo natural del F12 berlinetta (y del F12 tdf como evolución de éste), cuya plataforma aprovecha parcialmente con una carrocería que mide 4,66 m de largo por 1,97 m de ancho y 1,28 de alto (o sea, 5 cm más largo que el F12, 3 cm más ancho e igual de alto). El nuevo modelo se muestra en un color rojo exclusivo denominado “Rosso 70 Anni” en conmemoración del 70 cumpleaños de la marca, fundada por “il comendattore” en 1947.

Diseñado por los estilistas de la marca en el Centro Stile Ferrari, este 812 Superfast que rescata una denominación ya usada en algunos Ferrari de los años 60, presenta un estilizado y clásico diseño con clara evolución sobre el modelo al que sustituye. Su agresivo frontal (con unos perfilados faros de diodos, a juego con unas finas tomas de aire sobre el capó y su ancha zaga, con los clásicos grupos ópticos en 4 imponentes pilotos circulares, decoran un diseño coupé “fastback”. Su carácter deportivo se subraya mediante los pasos de rueda ensanchados, y su aerodinamismo con pequeños detalles como las aberturas en capó, aletas y hasta en la zaga.

Un propulsor superlativo.-  El gran protagonista de este 812 Superfast es su motor delantero longitudinal en vez de central (situado muy retrasado eso sí, recargando más el eje posterior -47/53-), manteniendo la propulsión trasera. Su 12 cilindros en V atmosférico con 6.496 cm3 entrega 800 CV a 8.500 rpm y más de 73 mkg ¡a 7.000 rpm!, la mayor potencia en un motor de combustión para un Ferrari de calle (y la misma de la del LaFerrari, que daba 963 CV, pero los lograba mediante un sistema híbrido, con una potencia eléctrica extra de 163 CV).

Frente al F12 arroja 59 CV más (20 sobre el F12 tdf), con una cilindrada total algo superior (6,5 litros frente a 6,3 antes), obtenidos de forma bastante lineal para tratarse de un superdeportivo (al fin y al cabo da la potencia máxima a 500 rpm menos que el LaFerrari, y entrega el 80% del par desde 3.500 rpm), con la V a 65º, admisión y distribución variable, y por supuesto, inyección directa (a 350 bares de presión, muy alta para un motor de gasolina, donde este tipo de inyección suele trabajar entre 150 y 250 bares).

Este «todo atrás» es capaz de alcanzar los 200 km/h en el mismo tiempo en que la mayoría de los turismos normales llegan a 100 km/h. Hay pocos V12 atmosféricos de su potencia (suponen 124 CV al litro de cubicaje) y menos aún con tracción sólo posterior. Y además, sin que las cifras de consumo y emisiones ofrezcan niveles asombrosamente bajos (14,9 lts/100 km en su promedio combinado, con 340 grs/km de CO2).

Pero hay también otra primicia, la dirección de asistencia eléctrica EPS (la primera dirección eléctrica que monta un Ferrari), sobre un llamativo volante en una cabina biplaza que adopta el diseño interior de la de los F12 y GTC4 Lusso, con un limpio salpicadero horizontal que engloba las salidas de ventilación y crea una estructura metálica de distribución más bien minimalista, con todo el protagonismo para el cuadro y el volante. Limpieza y sencillez que no excluyen unos espectaculares asientos y pequeños lujos como el climatizador y un sistema multimedia a la última.

En suma todo un “superferrari”, sin concesiones al “downsizing” ni a la moda híbrida, del que más adelante sabremos precio (a buen seguro desorbitado) y previsión de número de vehículos previstos de producción.

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