La DGT se ha dedicado a enviar cartas a los titulares de vehículos con más de 10 años, en una polémica operación que va a costar varios millones de euros. Aparte de hacer propaganda de la venta de coches nuevos incluso a difuntos afirmando que los coches antiguos no son seguros, esta campaña demuestra el pésimo seguimiento de las bajas de vehículos, con muchos coches de más de 30 y 40 años que ya no existen y cuyas bajas no han sido oportunamente reflejadas. En total se calcula en 3,5 millones el número de vehículos que no existen (incluyendo en ellos parte de los vehículos históricos que no circulan, pero que se conservan). Para remediar este problema la DGT ha abierto un espacio en su página web (www.dgt.es) para el que quiera dar de baja gratuitamente a uno de estos vehículos lo haga.
