Consejos a la hora de comprar una moto de ocasión

29 julio, 2021
JAVIER GETE
Algunas consideraciones a tener en cuenta para una operación satisfactoria

Una de las primeras cosas a tener en cuenta cuando nos planteamos la compra de una moto de ocasión es tener claro que los grandes chollos no existen. Lo que debemos buscar es el mejor equilibrio posible entre valor de la motor y su precio dentro de nuestro presupuesto, teniendo también claro que la venta de motos de segunda mano es algo complicada, y recordando que las prisas no son buenas en una selección como esta.

Debemos considerar además que al valor de la moto hay siempre que añadirle el coste del papeleo, el seguro (que conviene consultar previamente) y algunos trabajos de mantenimiento que seguramente habrá que realizar, tales como aceite, neumáticos, etc.

Para evitar castigarnos a nosotros mismos, es importante tener claro también nuestras posibilidades, necesidades y nivel de conducción, evitando así hacernos con una moto que no cumpla nuestras expectativas.

Tanto el precio como el estado de la moto a adquirir son factores muy importantes, por lo que conviene hacer un pequeño estudio del mercado para ver los valores de precio entre los que se mueve la moto que deseamos, así como seguir algunas pautas para asegurarnos de no comprar un hierro inútil.

En Internet hay variadas webs que nos permiten analizar los precios de venta tanto de motos nuevas como usadas / de ocasión, mediante un amplio catálogo de motos, de manera que podamos acceder a informaciones precisas sobre valoraciones y oferta disponible de cara a nuestra búsqueda.

Reconociendo que en un proceso de selección de una moto usada la suerte también influencia el funcionamiento final de la misma (al igual que al comprar una moto nueva), aconsejamos seguir los siguientes pasos para la elección final de nuestra moto: inspección y control de la moto, correcto funcionamiento del motor y mantenimientos, análisis de la parte ciclo, correcta disposición de la documentación y verificación del soporte de garantía.

1.- Inspección y control de la moto

Conviene dedicar un poco de tiempo a la correcta inspección de la moto para evitar gastos posteriores importantes de reparación de la carrocería, empezando por dar un vistazo general de su presencia, considerando la estética original del modelo y asegurando que el color de la pintura sea el original (evitando así las repintadas por caídas o decoraciones personalizadas no originales).

Si se trata de un scooter a veces es complicado detectar daños ocultos, por lo que debemos intentar que todas las piezas visibles sean las de serie del modelo, así como revisar detenidamente la carrocería para verificar que no hay grietas, encajes defectuosos y rascadas, en particular en los bajos para ver si hay impactos clásicos en las subidas y bajadas de bordillos.

La tornillería general de la moto nos habla de manipulaciones si se ven marcadas las cabezas de las tuercas o si se detecta presencia de óxidos.

Levantar el asiento siempre es útil para asegurarnos de que el alojamiento no tenga zonas oxidadas o con corrosión además de visualizar el estado de la batería, para así asegurarnos de que no hay faltas de mantenimientos.

2.- Correcto funcionamiento del motor y verificaciones de mantenimiento

El número de kilómetros recorridos es un factor importante, aunque actualmente las mecánicas modernas están preparadas para aguantar miles y miles de kilómetros (sabiendo que el cuenta-kilómetros es manipulable), siendo más determinante el mantenimiento que haya tenido la moto (pocos kilómetros y mal mantenimiento pueden también traer grandes problemas).

Detectar si la moto lleva mucho tiempo parada nos lo indica la sequedad de las gomas, juntas, bombas de freno, líquidos, etc, es también interesante para asegurar un funcionamiento adecuado, y podemos verificar su uso revisando el estado y funcionamiento del contacto que también nos da pistas sobre el uso de la moto.

Hay algunos elementos que no ocultan el uso de la moto, como es el cláusor (tacto laxo, tapa de cierre rayada, tija marcada por el uso de las llaves). También el desgaste de las zonas de contacto con el cuerpo nos indica el uso (tapas, depósito, chasis, etc).

No olvidar que los cárteres brillantes y pulidos pueden ser un intento de disimulo de alguna pérdida de aceite. Mucha atención si se ve algún rastro de aceite líquido, y muy importante también verificar el nivel de refrigerante (con buen color y sin óxido).

Verificar igualmente los niveles de agua, aceite, frenos, etc, sabiendo que si están por debajo del mínimo detectamos claramente una falta de mantenimiento evidente.

Conviene arrancar el motor en frío, verificando que aguanta el ralentí sin problema y que las subidas y bajadas de aceleración en parado sean muy directas y sin retrasos, aportando un sonido limpio sin ningún tipo de ruido metálico.

Mejor que los escapes sean los de serie del modelo (los especiales traen problemas de ITV casi siempre), asegurando que la petaca del silenciador no presente señales de óxido. Los gases de escape deberían ser invisibles ya que si tienen color indican consumos de aceite, así como el olor del escape no debería se oleoso o de aceite quemado. Los gases de color carbón nos indican desajustes de carburación o encendido.

Mucha atención al testigo, normalmente naranja, de “Check engine” que debe apagarse al poner en marcha la moto. En caso contrario el riesgo ya es alto.

Por otro lado los mandos (freno, embrague y gas) deberían ser suaves y mejor si originales, así como conviene una mínima comprobación de los elementos eléctricos y su funcionamiento.

3.- Análisis de la parte ciclo

La importancia de la parte ciclo se basa en nuestra seguridad, por lo que hay que mirar los neumáticos, la dirección, los frenos, la transmisión (piñón, plato y cadena) y las suspensiones (evitar pérdidas de líquido en las barras).

Detallamos a continuación los controles mínimos a realizar sobre todos los elementos de la parte ciclo:

– La dirección no debe tener juego, asegurando que la horquilla y el chasis se comportan como un único cuerpo.
El manillar debe girar suave y uniformemente en su recorrido.
– La goma de los neumáticos debe mostrarse elástica al tacto, sin grietas en los flancos o desgastes en sus partes
– Los discos de freno no deben presentar hendiduras profundas ni surcos, y las pastillas de freno deben estar en perfecto uso
– El tacto del freno debe ser suave, sin rugosidades y progresivo
Las suspensiones no deben mostrar pérdidas de aceite y deben operar correctamente en empujes y retornos de movimiento sin brusquedades

Para verificar más profundamente todo lo anterior, convendría realizar una prueba dinámica que nos permitirá detectar en su caso alguno de los problemas citados.

Disponer del libro de mantenimiento sellado nos garantiza que la moto ha estado en manos de profesionales especializados, y más aún si podemos verificar cuando le hicieron la última revisión, contando así con una referencia importante para seguir el mantenimiento que aconseja el fabricante.

4.- Correcta disposición de la documentación

Fundamental comprobar que se dispone de la ficha técnica, que ha pasado la ITV y que el último impuesto de circulación está pagado.

No sería malo solicitar un informe a tráfico para asegurar que la moto no tenga reservas de dominio, embargos o multas acumuladas pendientes de pago.

La operación de compra se debe formalizar mediante un contrato de compra-venta (con indicación muy prominente de la fecha de la operación, que debe coincidir con la entrega de la moto!) que incluirá todos los datos del vendedor y del comprador así como los básicos de la moto, y además se debe formalizar el impreso de solicitud de cambio de titularidad del vehículo aportando fotocopia del DNI del vendedor/propietario, para su inscripción en el registro de vehículos de la DGT y abonar el impuesto de transmisiones patrimoniales.

Estas gestiones las realiza de manera excepcional cualquier gestor profesional con el pago de una pequeña cuota por gestión.

5.- Verificación del soporte de garantía

La actual ley española obliga a otorgar garantía en la venta de motos usadas, tanto si se compra a un particular como a un profesional, por lo que al realizar la operación hay que asegurar que se cuenta con dicha garantía, siendo las condiciones de aplicación las siguientes:
Compra a un particular: la garantía debe cubrir los defectos ocultos y tiene una duración de 6 meses desde la fecha de la compra y, en todo caso, se debe reclamar en sede judicial demostrando que el defecto estaba antes de comprar la moto.
Compra a un profesional: la garantía debe ser de 1 año, debiendo reparar el vendedor los desperfectos o sustituir la moto por otra de iguales características en su caso o incluso devolver la cantidad integra pagada.

Siguiendo estas resumidas recomendaciones y encajando todos los conceptos, esperamos que finalmente se pueda llegar también a un acuerdo económico adecuado y que el resultado de una potencial operación de compra de una moto usada sea finalmente correcta y satisfactoria.