JOHNSON Controls es el líder europeo en el equipamiento en primer equipo de este tipo de baterías, con un 80% de cuota, que ahora llegan también al mercado del recambio con un impresionante margen de crecimiento, ya que si en la actualidad ya hay 2,8 millones de vehículos rodando equipados con la tecnología start-stop, para 2015 serán unos 30 millones, o sea un aumento del 70% en menos de cinco años.
Todo esto es debido a que el compromiso impuesto por la Unión Europea a la industria automovilística para lograr el objetivo de reducir las emisiones de CO2 a 130 grs/km de promedio en cada marca de vehículos que se fabriquen a partir de 2012 exigirá tecnologías más innovadoras que pasan por la generalización de los llamados sistemas de “micro hibridación”, que sin llegar a la aplicación de la tracción eléctrica, recurrirán a nuevos sistemas de recuperación y ahorro de energía para que los nuevos automóviles puedan cumplir estos límites de emisiones. Y estos sistemas requieren baterías innovadoras con mayor margen de acumulación y recarga de energía.
Entre los nuevos sistemas de apoyo micro-híbrido destaca la tecnología Start-Stop, especialmente pensada para reducir el consumo y la polución de los motores de combustión interna en el tráfico urbano, y que básicamente actúa deteniendo el motor al ponerlo en punto muerto en cada parada causada por las necesidades del tráfico (semáforos, atascos, retenciones) y volviéndolo a arrancar automáticamente al pisar el embrague para reanudar la marcha, llegando a obtener reducciones del consumo del orden del 10%. Estos sistemas Stop-Start exigen una mayor capacidad eléctrica, dado el mayor número de arranques del motor que imponen, y además con la obligación de alimentar a través de la batería todos los dispositivos eléctricos del coche a motor parado, como climatización, radio, navegador, etc… y para cubrir esta necesidad, Varta lanza sus nuevas baterías Start-Stop y Start-Stop Plus en el mercado de posventa.
La nueva Varta Start-Stop es una batería que emplea la tecnología EFB (Enhanced Flooded Battery) destinada a vehículos con tecnología básica Start-Stop. En comparación con una batería húmeda convencional de plomo equipa un “scrim” especial de poliéster y placas más gruesas. El “scrim” de poliéster requiere una presión mínima para fijar el material activo de las moléculas de plomo a las placas, obteniendo de este modo una mayor resistencia a los ciclos en comparación con las baterías tradicionales, reduciendo en la mayor medida posible la pérdida de moléculas activas.
Este tipo de baterías es equipado ya en primer equipo por numerosos modelos que disponen de sistemas simples de Start-Stop (Fiat 500, Toyota Yaris, Ford ECOnetic, etc) y sus principales ventajas sobre una batería convencional se resumen en el doble de resistencia a los ciclos de carga y descarga, una mayor capacidad de carga para recuperar la energía más deprisa durante la marcha y una alta potencia de arranque incluso en condiciones de muy baja carga. Ofrece así una vida útil más prolongada y no requiere ningún tipo de mantenimiento, además de permitir un alto grado de inclinación sin vertidos de ácido (a prueba de vuelcos hasta 55º).
La batería Varta Start-Stop Plus es un paso más en esta evolución. Está especialmente indicada cuando además de la tecnología Start-Stop, ésta se utiliza en combinación con otros sistemas de apoyo, como la recuperación de energía en la frenada, sistemas de gestión de ahorro de uso de elementos complementarios y auxiliares (alternador, bomba de la servodirección, “passive boost”, etc) que vienen a aumentar las exigencias de entrega de energía de la batería. La Varta Start-Stop Plus dispone de un sistema de gestión de la batería que apaga el alternador al acelerar, con lo que las ruedas disponen de una mayor fuerza del motor y logra así proporcionar la máxima reducción en consumo de combustible y emisión de CO2. El alternador vuelve a funcionar cuando la tensión de la batería alcanza un determinado límite inferior.
La Start-Stop Plus emplea la tecnología de placas AGM (Absorbent Glass Mat) con separadores especiales de fibra de vidrio, un desarrollo de la tecnología de plomo que dispone de una estera de fibra de vidrio absorbente para lograr que el electrolito permanezca unido de forma fija a la misma. Debido a la alta presión del juego de electrodos, la fibra de vidrio permanece en contacto uniforme y continuo con todos los electrodos de la placa, dentro de la máxima estanqueidad, reduciéndose de este modo la pérdida de moléculas activas. Además impide la estratificación del ácido, que es la mayor causa de averías en las baterías de vehículos de elevadas exigencias, permitiendo un máximo rendimiento con una muy alta resistencia al número de ciclos y vibraciones.
Es la batería ideal para vehículos Stop-Start de última generación, dotados de recuperación de energía en la frenada (una parte de la energía cinética del vehículo se transforma en energía eléctrica, que se suministra a la batería) y un elevado número de dispositivos eléctricos (como ejemplos están los BMW EfficientDynamics, VW BlueMotion, Audi TDIe, etc). Con todas las ventajas de Start-Stop, la Start-Stop Plus ofrece una capacidad de carga aún mayor, total resistencia a los derrames (hasta 360º en inclinación de prueba de vuelco), una vida útil aún más larga y una alta potencia de arranque incluso desde un muy bajo estado de carga.
En definitiva dos productos Varta de última tecnología ahora disponibles en el mercado de reposición a cargo del mayor proveedor en origen (80% de cuota de mercado) de baterías específicas para automóviles Stop-Start, con tecnología EFB y AGM, con 5 modelos en Start-Stop (potencias de 60 a 80 Ah), más otros 5 modelos en Start-Stop Plus con potencias de 60, 70, 80, 95 y 105 Ah. Una oferta de máxima novedad con la garantía y fiabilidad de un especialista como Varta.