Ayrton Senna: 30 años de su trágico accidente

1 mayo, 2024
Angel Marco

Más que un piloto, un místico

Hoy se cumplen 30 años del trágico accidente en competición que arrebataba la vida al mítico Ayrton Senna, un piloto fuera de lo común que supo evolucionar como piloto a lo trascendental, pero también como persona hacia la sencillez y la humildad.

La ropa interior desteñida, los zapatos encharcados, la piel convertida en carne de gallina, sí, por la frialdad de una jornada inolvidable en la pista de Estoril, pasada por agua, por un auténtico diluvio universal prolongado más de 24 horas. La piel de gallina por asistir en directo a la que sería la primera victoria de Ayrton Senna, más que un piloto, un místico. Aquel 21 de abril de 1985 nació un mito, un grande de las pistas capaz de abandonar su cuerpo en el monoplaza, dicho sea de modo figurado, para sobrevolar el circuito por delante de su coche rompiendo todos los registros.

Ayrton Senna: 30 años de su trágico accidente
Ayrton Senna G.P. Estoril 1985

Ese Ayrton Senna, al que disfruté en Estoril mientras sacaba una vuelta entera al más directo de sus competidores sin cometer ni un solo error en todo el Gran Premio, es el mismo que chocó mortalmente ante mis ojos en la pista de Imola un aciago domingo 1 de mayo de 1994.

Yo estaba ante el micro de Tele 5, la primera televisión privada que retransmitió la Fórmula 1 en España, describiendo su accidente mortal ante una audiencia que pasó de dos millones y medio de espectadores hasta más de ocho millones en poco mas de una hora terrorífica, aplastante para toda una afición al deporte del motor que tenía a Ayrton Senna como el Número 1 indiscutible.

Ayrton Senna: 30 años de su trágico accidente
Podium GP Estoril 1985: Michele Alboreto, Ayrton Senna y Patrick Tambay. Foto: Classic Team Lotus

Ayrton Senna: 41 victorias entre uno y otro momento

El recorrido de Senna entre uno y otro instante fue magistral. 41 victorias en Grandes Premios, 3 Campeonatos del Mundo de Pilotos y un carisma singular.

Del jovencito bastante insoportable pero capaz de ganar, eso sí, todo en las Fórmulas de promoción: Campeonato del Mundo de Karts, Fórmula Ford, Fórmula 3, hasta convertirse en un referente mundial por su equilibrio interior, por su conducción estratosférica y por su generosidad a todos los niveles.

«Todos estamos en el límite. El coche está al límite, el ser humano está al límite. Eso es lo que se trata en las carreras de motor, de eso se trata la Fórmula Uno»

Ayrton Senna

Ayrton Senna y Johnny Dumfries, integrantes del Lotus-Renault Team en 1986

Puedo contar en primera persona una anécdota que explica su dominio de la Fórmula 1. La primera ocurrió en 1986, cuando aún pilotaba para Lotus Renault y tenía como compañero de equipo a un rapidísimo Johnny Dumfries. Era la tarde del viernes, muy avanzada, casi de noche, y me acerqué al box de Lotus. Allí estaba Ayrton Senna, al lado del coche y todavía con el mono de carreras, trabajando con todos los ingenieros del equipo, más de 5 horas después de finalizar los entrenamientos.

Johnny Dumfries, que había vuelto a Jerez, había descansado en el hotel, retornaba al circuito andaluz totalmente fresco, listo para una cena con algunos de los mecánicos. Allí comprendí todo: Dos mundos bajo el mismo techo de un box.

Ayrton Senna ganando en Donington Park en 1993 con su McLaren-Cosworth MP4/8

He dicho que Ayrton Senna era, al inicio, un engreído, pero ese estilo cambió con el tiempo. Sus declaraciones tras ganar uno de los 6 Grandes Premios de Mónaco de su carrera deportiva confirmaron la transformación. Aseguró que se había sentido fuera del coche, en una dimensión superior, lejos de la tierra, con las mismas palabras que identifican a un místico, alguien capaz de olvidar su cuerpo…

Olvidar la parte material, sí, pero al volante de un monoplaza con más de 750 caballos y menos de 600 kilos de peso lanzado por “el pasillo de un domicilio familiar”. Esta era la descripción favorita de Mónaco de uno de los grandes rivales de Senna: el también brasileño Nelson Piquet.

Senna dudó si participar en Imola. Estaba preocupado por la efectividad de su Williams FW16 Renault y muy afectado por la muerte de Ratzenberger, un día antes.

El año de la tragedia

La temporada de 1994 estuvo marcada por unas declaraciones del propio Senna en las pruebas de invierno en Estoril, Portugal: «Tengo un presentimiento muy negativo sobre conducir el coche y conducirlo al límite. Por lo tanto, no tuve una sola carrera o una sola vuelta en la que me sentí cómodo o razonablemente seguro de mí mismo. Estoy incómodo en el coche, todo se siente mal. Cambiamos el asiento y el volante, pero aún así ya estaba pidiendo más espacio. Volviendo a cuando corrimos en Estoril el pasado septiembre, se siente mucho más difícil. Algo de eso se debe a la falta de cambio electrónico. Además, el coche tiene sus propias características en las que aún no estoy totalmente confiado. Te pone mucho más tenso y eso te estresa».

Además, sentenció: «Los coches son muy rápidos y difíciles de conducir. Va a ser una temporada con muchos accidentes y me arriesgaré a decir que tendremos suerte si no sucede algo realmente serio«. Sin duda, palabras premonitorias las de Ayrton Senna, de la tragedia que se produciría también en su persona tras su mortal accidente.

Ayrton Senna: 30 años de su trágico accidente
Ayrton Senna Imola 1994

Aquel fatídico 1 de mayo

El fin de semana negro de la Fórmula 1 arrancó con un primer accidente gravísimo del piloto llamado a heredar el trono de Ayrton Senna: Rubens Barrichello. El campeonísimo, al volante de su Williams-Renault en su primera temporada con el equipo, estaba lejos de su nivel habitual de competitividad, pero ya era el gran referente moral de la F1. Por esa razón, estuvo en la cabecera de Barrichello cuando abrió sus ojos en el hospital.

Fue la primera señal de un Gran Premio fatídico. La muerte de Roland Ratzemberger en los entrenamientos oficiales del sábado trajo otra sombra a la mente de Senna, tanto, que se debatió interiormente toda la noche sobre la conveniencia de participar en aquella carrera. Aceptó el reto, se puso en línea de salida con… una bandera austriaca en homenaje a Ratzemberger guardada en su mono. Quería mostrarle su admiración… si conseguía una plaza en el podio.

«La vida sería muy aburrida sin sentimientos, sin emociones. Y hay algunos sentimientos que solo nosotros, los pilotos de Fórmula Uno, podemos experimentar. Es una posición afortunada y única en la que estar, pero es estresante al mismo tiempo»

Ayrton Senna

El resto lo conocéis a la perfección: salida accidentada, Senna en cabeza por delante de Michael Schumacher, una columna de dirección que se rompe en plena curva Tamburello a más de 300 por hora, y una pieza de la suspensión que impacta en la visera del casco tras el brutal choque ladeado contra el muro a 211 km/h…

Ahora, 30 años después de su desaparición, seguimos rindiendo homenaje a un genio de las carreras, capaz de transformarse en un piloto legendario, el referente para generaciones de amantes de la competición. Hasta siempre Ayrton Senna.

Angel Marco
Presidente Honorario de Grupo All Stars
Senior Consultant Oak Power PR