El pasado primero de marzo quedó aprobado por el Gobierno el Plan Pima Aire 3 de ayuda a la compra de vehículos comerciales nuevos, aunque también se incluyen las motocicletas híbridos o eléctricos, los ciclomotores eléctricos e incluso las bicicletas con pedaleo asistido por motor eléctrico. Está dotado con 5,5 millones de euros (con posibilidad de ampliación), dentro del presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente, y está dirigido a particulares, autónomos y Pymes (se excluyen otras empresas y el renting).
El Plan obliga a achatarrar otro vehículo comercial antiguo, reduciéndose así las emisiones de CO2 y de partículas nocivas (cancerígenas) a la atmósfera, a la vez se ahorra en combustible (preferentemente diesel).
Se recuerda que la media de edad de los vehículos desguazados en los 2 anteriores planes PIMA AIRE fue de 16 años (también entraron en ellos, con 30 millones de euros de dotación, las motocicletas y algunos determinados automóviles) y que se ahorró 6,5 millones de euros en combustible y la emisión a la atmósfera de 12.500 millones de toneladas de CO2, consecuencia de achatarrar 20.000 vehículos comerciales, 9.000 turismos y cerca de 700 motos.
En el caso de vehículos comerciales la ayuda oscila entre los 1.000 y 2.000 euros que aporta el Estado en función de su capacidad, además de una cantidad equivalente que aporta como mínimo el concesionario. Un plan que, además, propiciará el incremento de la producción de los comerciales ligeros (España es el primer país constructor europeo), cuyo volumen de ventas en España se espera superará las 100.000 unidades este año (85.400 en 2013) creciendo así más del 17% y enfilando un crecimiento continuo para los años venideros para alcanzar las 200.000 unidades antes de 2020, lo que sería ya un volumen lógico para nuestro país.
 
				