La carrera del domingo en el Circuito de Sepang, en Malasia, 3ª carrera del Mundial de F1, nos enseñó varias cosas: que Red Bull no estaba muerto y que su resurrección estaba cerca (la carrera se celebró el Domingo de Resurrección), que McLaren anda más fino cada día que pasa, y que Ferrari no era invencible ni tenía el Mundial ganado de calle tal y como algunos preconizaban después de la primera victoria de la temporada en manos de Alonso. Pero además de esto, Sepang nos deja una preocupación añadida: la increíble, inaudita e inesperada falta de fiabilidad de los motores Ferrari, tanto los de la Scuderia como los “satélites” (los montados por Sauber, por ejemplo). No sólo ocurrió eso, sino que esto fue la guinda al pastel que empezó a cocinarse con el mayúsculo error en la calificación por parte de Ferrari.
Las alarmas se han encendido en Maranello y el propio Domenicali –Director de la Scuderia- declara abiertamente que les preocupa la fiabilidad. Algo tienen que hacer y rápido. Una de las causas que se barajan es que la refrigeración del diseño del coche no es suficiente para el motor –el cual ya sufrió de sobrecalentamiento en Bahrein, primera carrera-. Está claro que ahora mismo Ferrari tiene una debilidad, ¡quién lo diría! en su motor. Quizá estemos siendo algo alarmistas y el abandono de Alonso se deba a que tuvo que forzar tremendamente el motor para aguantar 54 vueltas sin el embrague y sin freno motor, y por tanto, en condiciones normales no se hubiese producido. Pero en todo caso, el trabajo esta semana y la próxima antes de China, será incansable para encontrar causas y soluciones. En todo caso, tendrán que investigar por qué se rompió entonces el embrague y la transmisión. Pronto –esperemos–saldremos de dudas.
Próxima cita: Gran Premio de China en el Circuito de Shanghai, del 16 al 18 de abril de 2010. Vuelve a tocar madrugar en esta última carrera de la temporada asiática.
¡Hasta pronto amig@s!.