NUESTRO ANÁLISIS: EL TERMÓMETRO DEL G. P. CANADÁ 2011

14 junio, 2011

10: JENSON BUTTON. Genial carrera del inglés. Fino y distinguido como ninguno, el gentleman de los circuitos hizo la carrera perfecta en la tormenta perfecta. Salió airoso del choque contra Hamilton y del suyo contra Alonso, al que arruinó la carrera, cierto es. Button paró hasta seis veces, se dice pronto, fue el primero en cambiar a intermedios cometiendo el error de Alonso, pero como lo hizo antes, pudo recuperar posiciones de carrera; fue sancionado con drive through en la vuelta 12, y a pesar de todo ello, nos regaló unas últimas vueltas espectaculares a la caza de quien estaba por delante. Al final, logró su justo premio: ganar la carrera. Además de todo ello, da una lección a Hamilton y pone contra las cuerdas a su equipo que tendrá que darle más apoyo a partir de ahora. No me extrañaría nada que Button fuese el tapado de Red Bull para el año que viene. ¿Alguien apuesta?

9: SEBASTIAN VETTEL. Jugó a la defensiva, y se encontró como socio con un tal Murphy que pasaba por allí: todo le salía a pedir de boca, todas las decisiones de los comisarios le favorecían, la lluvia apareció para no complicarle la vida en una carrera en seco que, de haberse corrido, probablemente no hubiese cogido ni podio. Supo nadar y guardar la ropa. Hasta tuvo suerte con su trompo que le privó de la victoria pero que le permitió seguir en carrera, pues si le pilla en otra parte se hubiese ido contra el muro. Aseguró el mundial con su segundo puesto. Y demostró que con presión, se le puede ganar.

8: MARK WEBBER. A la chita callando, como sin hacer ruido, sigue reivindicándose, haciéndose ver junto a Vettel en el podio, aunque siempre a su sombra. Pero no abandona y sus ganas de mejorar le hacen estar siempre arriba. Y ello a pesar de los constantes e innumerables problemas que tiene siempre su monoplaza (sólo el suyo, no el de su compañero, que parece hecho en fábrica especialmente construida para él).

7: MICHAEL SCHUMACHER. Por momentos pareció volver por sus fueros. Acarició el podio que lo perdió en las últimas vueltas, acabando 4º, pero con un sabor añejo que nos recuerda tiempos pasados. Nos deleitó con un adelantamiento antológico a dos coches a la vez, a Massa y a Kobayashi. No olvidemos que es el circuito en el que un piloto ha ganado en más ocasiones, seis, en las que el alemán se subió a lo más alto del cajón de Montreal.

6: JAIME ALGUERSUARI. Hizo su mejor carrera desde que es piloto de F1, y lo hizo en la más complicada carrera que se recuerda, en la más larga, en la más difícil. Salió el último y acabó 8º, logrando unos sabrosos puntos, y lo más importante, respondiendo a su compañero de equipo que acabó 10º. Según Mark Gené, ya está preparado para correr en una escudería superior.

5: PEDRO DE LA ROSA. Mantuvo el tipo hasta el final en una carrera no ideal para volver a pilotar después de tanto tiempo. Supo coger el toro Sauber por los cuernos cuando le propusieron sustituir al mexicano Pérez, afrontó con decisión el reto, y no defraudó. Pasó el corte de la Q1 en calificación y acabó la carrera sin incidentes, en un más que meritorio 12º puesto. Es incombustible y uno de esos tipos que merecen realmente la pena.

4: MCLAREN. Empeñados en tapar a su niño bonito, Hamilton, deberían de una vez por todas, meter en cintura al campeón inglés. Y de paso, apostar –al menos este año- por otro campeón que tienen y que funciona: Jenson Button.

3: LEWIS HAMILTON. Desquiciado otra vez. Nuevas pifias, chocando a diestro y siniestro, a Webber y a Button, tuvo que abandonar la carrera. Como Alonso, se le va el Mundial. Su ímpetu y nervios le juegan malas pasadas una y otra vez; lo peor, que siempre se lleva a alguien por delante. Niki Lauda no se ha andado por las ramas y ha dicho textualmente que “Está completamente loco», en sus comentarios en la cadena de televisión ‘RTL’.

2: FERNANDO ALONSO. Su experiencia y talento deberían haberle dejado leer y ver la carrera y no parar antes si no paraba Vettel. Su personalidad y liderazgo en el equipo son suficientes para tomar sus propias decisiones si considera erróneas las órdenes recibidas. Luego, el desafortunado choque con Button puso la guinda a un fin de semana que prometía victoria para quedarse sin puntuar y lo que es peor, sin opciones en el Mundial. Sin el choque con Button, él sería el ganador de la carrera, pero mal excusa es ésta, pues de no haber estado en esa melé del octavo puesto cuando se reanudó la carrera, la habría ganado de calle sin más historias. No echemos las culpas a Button.

1: FERRARI. Error garrafal al hacer parar a Alonso para poner neumáticos intermedios cuando seguía lloviendo e iba a caer la mundial. Lo avisaba Massa por radio: no era la mejor opción. Tomaron la peor decisión en el peor momento. No es de recibo que el Director Stefano Domenicali lo achaque todo a la “mala fortuna”. Demasiados errores estratégicos seguidos. Llueve sobre mojado, nunca mejor dicho. Para colmo de males, la parada de Alonso fue una torpeza al coincidir con Massa, lo que le hizo perder tres segundos más, lo justo para haber podido salir delante de Button y ahorrarse su choche de la curva 3. Y encima se despacha el ‘capo’ diciendo que lo mejor que pueden hacer es ir a la Virgen de Lourdes a pedir milagros. Será un chiste o una broma, pero no tiene ninguna gracia.

0: LOS COMISARIOS. De verdad que no les tengo manía persecutoria, en serio lo digo. Pero esta gente se ha propuesto, domingo a domingo, ocupar el último lugar de nuestro termómetro. Dicho en román paladín, esta vez la cagaron bien al abrir la carrera con el Safety Car (coche de seguridad) porque estaba lloviendo. Pero qué es esto, ¿un deporte de niños, de jovenzuelos miedícas, o qué?. Que llovía es obvio, pero no para hacer una salida neutralizada al más puro estilo ciclista. Así que tuvimos que ver cómo el que tenía la pole, el actual líder del Mundial, Vettel, se veía beneficiado claramente con una salida cómoda sin temer las embestidas de Fernando Alonso por detrás, en segundo lugar en la parrilla. Segunda metida de pata: parar la carrera durante dos horas, cuando la última media hora ya no llovía. ¿Qué esperaban, que se secase de repente la pista?, ¿o es que no ha habido carreras en lluvia en la historia del automovilismo?. Tercera metida de pata: se dedican a legislar sobre la marcha, y hurtar al espectador del espectáculo. Así, no se entiende que se siga permitiendo cambiar gomas con bandera roja a los monoplazas parados en parrilla, repitiéndose el vergonzoso esperpento que vimos en Mónaco. Y tampoco se entiende que se salten la norma de las dos horas máximo de carrera, como hicieron cuando se reanudó la carrera. Bien es cierto que pudimos ver el adelantamiento de Button a Vettel, pero no deja de ser ir contra la norma impuesta. Cuarta metida de pata: siguen erre que erre empeñados en investigar incidentes de carrera una vez terminada ésta, cuando lo lógico es la sanción mientras está en juego la carrera, no correr la carrera después en los despachos.. Y quinta metida de pata, en la línea de la anterior: ¿no estaba terminantemente prohibido el uso del DRS (alerón móvil) con neumáticos de lluvia (intermedios o lluvia extrema)?. Pues resulta para redondear la faena de una tarde horribilis, decidieron dejar usar el alerón trasero móvil cuando todavía la pista no estaba seca y los monoplazas calzaban gomas de agua. Sólo hubiese faltado un accidente por esa causa, ¿se imaginan el lío?. Así pues, cero patatero para los comisarios y la FIA.