ZERO DSR/X (primera prueba)

J. Botella

“Adventure” eléctrica

En pleno auge del mercado de las Trail, Zero, con su DSR/X, aporta un nuevo estilo que sin duda marcará el futuro del segmento “Adventure” eléctrico. La hemos conducido a fondo por carretera y fuera de ella.

Desde California, Zero Motorcycles, ha sabido combinar a la perfección las características que definen al cada vez más exitoso segmento de las motos “Adventure”: asfalto y Off-road, pero impulsada por un motor eléctrico de altas prestaciones, consiguiendo que, tanto sobre el asfalto como fuera de él, la conexión entre piloto y moto sea, aunque no lo parezca, sencillamente, excelente.

Su diseño coincide con la estética habitual de las motos Trail con motor de combustión, carenado frontal con una práctica cúpula que se puede regular en altura con una sola mano (sin tener que parar la moto), complementado por un bi-faro full led que le da un cierto aspecto deportivo.

Una horquilla invertida en el eje delantero y un mono-amortiguador en el eje trasero (ambos de firma Showa) de generosas dimensiones y regulables. Además de protección de los bajos, doble disco delantero y uno trasero combinados en la frenada, un manillar alto y avanzado, y un depósito con un diseño estrecho que permite conducir de pie sin ninguna dificultad.

Potencia sobrada

Hasta aquí lo habitual en una Trail. Pero lo que la distingue es que esta Maxi-Trial Zero DSR/X va impulsada por un motor eléctrico que rinde 100 CV de potencia alojado en el eje del basculante y que su voluminosa batería de 17,3 kW (integra un sistema de carga rápido de 6,6 kW), muy protegida por el mismo chasis, se aloja donde en otras Trail veríamos el motor. La toma de recarga se ubica detrás de la pipa de dirección.

La combinación de este motor central retrasado y su batería, hacen que esta moto disponga de un excelente comportamiento dinámico tanto en asfalto como en pistas o senderos de tierra. La transmisión por correa dentada de carbono, no necesita de ningún tipo de mantenimiento.

Respecto a la autonomía, que sigue siendo la gran preocupación de cualquier usuario, la DSR/X, ofrece grandes sorpresas. Por ejemplo, con un tipo de conducción suave en ciudad, prescindiendo de grandes aceleraciones y mucha retención, el rango de autonomía puede superar los 300 km. Y en cuanto a pistas de tierra, llegará con el modo Canyon (el off road tradicional) también a casi 280 km. Eso sí, si vamos a “ritmo de derroche” con continuas aceleraciones o manteniendo una velocidad alta durante muchos kilómetros, por ejemplo en autopista, algo que la moto invita a probar, no haremos más de 120 kilómetros (un nivel de autonomía suficiente para plantearse cualquier tipo de itinerario dentro y fuera del asfalto).

Regulando dinamismo y autonomía

Como es habitual en un vehículo eléctrico, el usuario y su forma de pilotaje, son quienes deciden en cada momento cual es la autonomía necesaria para realizar su ruta. En este sentido, para sacarle el mayor partido a esta DSX/R, se dispone de cinco modos de conducción: Eco, Rain, Standard, Sport y Canyon, siendo la primera moto eléctrica que cuenta con ayuda a la conducción con prestaciones Off-road de Bosch, ofreciendo estabilidad y tracción en cualquier superficie e incluyendo la frenada combinada y el asistente de frenada en pendiente.

Pero es que además, mediante la aplicación en nuestro móvil podemos ajustar las prestaciones que queramos, desde disponer de más o menos retención del motor, potencia, velocidad punta (limitada a 180 km/h) y respuesta del acelerador. EL cuadro de instrumentos se aloja en una pantalla TFT con amplia información de fácil y completa lectura, y que además dispone de un menú de muy fácil acceso

La posición de conducción, gracias a la situación del manillar, alto y avanzado, así como también a la estrechez del asiento, que permite conducir de pie y sujetar la moto con las piernas, y a su altura al suelo (828 mm) uno no se muestra incómodo cuando llega al asfalto, ya que la moto permite una posición tan confortable como relajada. Al no haber cambio de velocidades ni tampoco maneta de embrague en el puño izquierdo, la potencia llega con inmediatez con solo acariciar el puño del acelerador.

Por último, su peso puede parecer excesivo en parado (247 kg), pero una vez en marcha la moto se muestra ligera y manejable en cualquier tipo de terreno; además, cuenta con un botón de marcha atrás lo que facilita engorrosas maniobras de aparcamiento.

Su precio de 26.999 euros (susceptible de recibir promociones del concesionario o ayudas a la compra de la administración, al tratarse de un vehículo eléctrico), es una muestra de la exclusividad de este modelo ya disponible en nuestro mercado.

Ficha técnica