TRW Automotive trabaja en el desarrollo de unos “airbags” externos laterales, que a modo de colchón inflable se despliegan en el exterior del vehículo, a la altura de las puertas para proteger a los ocupantes en caso de choque lateral, disminuyendo además los daños físicos sobre la carrocería. Inflado por dos minicompresores, este airbag externo tardaría entre 2 y 3 décimas de segundo en desplegarse, adelantando el mismo al choque mediante un sensor por radar y cámara que detectaría la inminencia del choque unas fracciones de segundo antes de producirse. Son estos dos componentes (sensor y cámara) los que requieren de mayor experimentación y pruebas antes de poder asegurar la eficacia del dispositivo, calculándose un mínimo de 5 años antes de que pueda estar operativo. Otra ventaja de este airbag es que su bolsa de aire (de unos 200 litros de columen) puede diseñarse a medida de las formas del lateral de la carrocería y en dos formas distintas, a gusto del constructor: o bien una bolsa fina con el aire inyectado a alta presión, o bien una bolsa gruesa con el aire a baja presión.
