Primera embarcación de hidrógeno del mundo
Consecuente con su estrategia medioambiental, Toyota patrocina el Energy Observer, una embarcación energéticamente autónoma, capaz de producir el hidrógeno que necesita para navegar y que visitará diferentes puertos de la costa española en los próximos meses.
Es un sueño hecho realidad, ya que representa la máxima eficiencia sobre el mar, empleando las fuerzas que proporciona la naturaleza (el agua del mar, el viento y la luz solar) como combustible para poderse desplazar y alimentar sus sistemas. Se trata de una embarcación con diseño de catamarán de dos patines (30,5 m de eslora), con el que Toyota quiere divulgar un mensaje positivo e inspirador sobre uno de los elementos que tenemos en abundancia en nuestro planeta, el hidrógeno. Además, demuestra y comparte métodos de cómo obtener energía sin generar impacto negativo sobre la naturaleza. El Energy Observer hace gala de tecnologías que servirán de base a las redes energéticas del mañana, para que sean más eficientes y aplicables a gran escala. Ese es el modelo, basado en una combinación de fuentes de energía renovables y sistemas de almacenamiento energético, que promoverá el equipo del Energy Observer viajando por todo el mundo durante 6 años.
Toyota Energy Observer: ¿Cómo funciona?
Botado en 2017 en Saint-Malo (Francia), el Energy Observer es un catamarán reconstruido a partir del Enza, embarcación con la que Peter Blake ganó el Trofeo Julio Verne en 1994. Tras su reconversión en laboratorio flotante de energías renovables, es más que un simple barco, ya que es la primera embarcación energéticamente autónoma que funciona a base de hidrógeno y que no emite gases contaminantes. Este buque futurista navega literalmente sobre el combustible que utiliza para generar la energía que le impulsa, la electricidad, funcionando a base de una combinación de energías renovables (solar, eólica y de las olas) y un sistema que produce hidrógeno a partir de agua de mar sin emitir gases de efecto invernadero ni partículas.
Para ello emplea un desalinizador de ósmosis inversa situado en uno de los patines, además de un electrolizador que descompone el agua H2O en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2). Posteriormente, el hidrógeno se comprime y se almacena en depósitos para suministrar 22 kW a una pila de combustible. La electricidad generada a su vez, proviene de dos motores de muy alta eficiencia (97%), que también pueden funcionar como hidrogeneradores, movidos por las olas del mar. El Energy Observer cuenta también con 130 m2 de paneles fotovoltaicos (generan hasta 21 kW) y dos turbinas eólicas de eje vertical (2 kW). Para completar las fuentes de energía, un ala de tracción obtiene energía del viento a 100 m de altura, todo para conseguir una velocidad de entre 8 y 10 nudos.
Victorien Erussard, regatista, oficial de la marina mercante, fundador y capitán del Energy Observer, junto con Jérôme Delafosse, periodista fotográfico y realizador de documentales de ciencia y aventuras para televisión, navegarán por el Mediterráneo y, luego, por el norte de Europa en 2019, tras hacerlo por Francia en 2017. Este buque científico experimental viajará por todo el mundo durante seis años, navegando por 50 países y haciendo escala en 101 puertos atracando en Tokio con motivo de los Juegos Olímpicos de 2020.
Durante su expedición, como embajador principal de Francia para los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, el equipo del Energy Observer grabará una serie de 8 documentales en torno a las soluciones concretas y fiables en todo el mundo para conseguir alcanzar estos objetivos. Los episodios se emitirán en la cadena de televisión francesa Planète+ el próximo otoño y también en una serie web que se compartirá en redes sociales.
Toyota Energy Observer: Toyota y el hidrógeno
El hidrógeno es la clave del Energy Observer y el principal motivo para la participación de Toyota en el proyecto, ya que gracias a su sistema de producción, el peso del navío reduce el 50% del desplazamiento en comparación con la alternativa de almacenar toda la energía en baterías.
Su uso como medio de almacenamiento energético es clave para superar el problema del suministro de energía intermitente tanto en tierra como en el mar, porque permite aprovechar el excedente de energía y, así, ampliar la autonomía de instalaciones tanto móviles como fijas.
Este proyecto de 30 millones de euros, demuestra una vez más los muchos usos prácticos que se pueden desarrollar en el camino hacia una sociedad a base de hidrógeno. Para Toyota, la tecnología de la pila de combustible a partir de hidrógeno no es nueva, ya que ha sido pionera de esta tecnología durante los últimos 20 años, lanzando comercialmente el Toyota Mirai a finales de 2015 en todo el mundo. Precisamente dos unidades del Mirai más otros seis vehículos híbridos, serán cedidos a la tripulación para ser empleados en las distintas escalas programadas. El hidrógeno permite un repostaje rápido, una amplia autonomía y una gran experiencia de conducción sin emisiones que ayuda a propulsar automóviles, autobuses, camiones e incluso carretillas elevadoras.