Javier Gete
Tipos, comprobación, mantenimiento y sustitución
Las condiciones de circulación y el uso continuado ponen constantemente a prueba el sistema de frenado del vehículo, por lo que las pastillas de freno merecen una especial atención por parte de los usuarios, siendo las mismas el corazón de los muchos componentes que garantizan que los frenos funcionen correctamente.
Antes de iniciar un viaje, por ejemplo, conviene comprobar el estado de los distintos componentes del sistema de frenado, verificando que las pastillas de freno se encuentren en buen estado de funcionamiento, considerando también que su elección cualitativa a la hora de comprarlas es una cuestión clave al tratarse de un factor fundamental de seguridad vial.

Funcionamiento de las pastillas de freno
Las pastillas de freno, tanto delanteras como traseras, son en definitiva una base metálica con una junta determinada, y con un material de fricción específico que es responsable del calentamiento de la pastilla y que incide sobre el coeficiente de fricción al moverse accionada por el pedal del freno del vehículo. Su material de fricción es la llamada almohadilla, y es realmente difícil definir el material mejor para su construcción, si bien cada fabricante en el mercado tiene sus propios análisis y sus enfoques sobre este particular.
Distintos tipos de almohadillas de las pastillas de freno
Por tipo de material, se clasifican como sigue:
- Orgánicas: que constan de fibras orgánicas y son sin duda las mejores y más duraderas, aunque son también las más caras.
- De amianto: siendo este un material muy peligroso para la salud humana además de altamente contaminante, si bien este material consigue una dureza de las pastillas muy adecuada para evitar presiones excesivas en los discos de freno, aunque por motivos obvios se encuentran prohibidas en nuestro país y en gran parte del mundo.
- De otros materiales, sustitutivos el amianto, como con cobre, virutas de latón, lana de acero y partículas de polímero como materiales de refuerzo y sus diversas combinaciones.

Según sea el sentido de la actuación, las pastillas de freno pueden ser:
- Originales: que se montan en la cadena de montaje del coche y son las que mejor se adaptan al vehículo según los análisis de los fabricantes.
- No originales: son piezas de recambio que se utilizan en la reparación de los vehículos y es importante asegurar que cumplen con los requisitos de funcionamiento y calidad. Suelen ser más baratas que las originales pero no por ello menos fiables y duraderas.
Comprobación de las pastillas de freno
Una simple comprobación visual de las pastillas de freno nos puede indicar si es necesaria su sustitución, bastando con desmontar las ruedas y ver si las pastillas situadas en las pinzas tienen más de 3 milímetros de grosor.

En general las pastillas deben revisarse cada 10.000 km y siempre sustituirse después de 30.000 kilómetros, y es necesario estar siempre atentos a señales como chirridos metálicos al frenar, momento en el que sin duda habrá que proceder de forma urgente a su sustitución.
No hay que olvidar que unas pastillas desgastadas pueden dejar marcas y arañazos profundos en los discos de freno, llegando incluso a generar la necesidad de su sustitución, con lo que esto significa económicamente por un mantenimiento no adecuado.
Conviene también comprobar el estado de los latiguillos de freno por si se observan grietas o agujeros en los mismos, al igual que verificar si existen fugas de líquido de frenos que también pueden afectar a la seguridad del sistema de frenos.

Sustitución de las pastillas de freno
El procedimiento paso a paso es como sigue:
- Soltar los tornillos de los frenos levantando el coche con el gato
- Acceder a las zapatas de freno retirando los dos tornillos de las pinzas
- No aplicar demasiada presión para no dañar el latiguillo de freno
- Tras cambiar las pastillas volver a colocar la pinza en su posición
- Primero hay que volver a colocar el pistón en su sitio. Después, sólo se tendrán que conectar los cables del avisador de desgaste, en caso de que lo hubiera: el cable de la pastilla de freno al cable que sale de la carrocería.
- Colocar la rueda en su sitio, alineando los agujeros de la rueda y del disco de freno y apretando los tornillos opuestos (secuencia inferior y superior, izquierda y derecha).
- Bajar el gato atornillando los pernos de la rueda fuertemente.
- Realizar esta operación en cada rueda si es necesario. Es necesario reemplazar siempre los frenos por eje.

Sin embargo, la sustitución de los discos de freno es ya bastante más compleja y es una operación que se aconseja se realice por profesionales de la mecánica.
Hay que recordar además que las pastillas de freno traseras no deben sustituirse por las delanteras, al igual que nunca se debe sustituir la pastilla de freno izquierda por la derecha y viceversa.