El coche que habla con los semáforos
Gracias a un proyecto conjunto de SEAT, la DGT, el Ayuntamiento de Barcelona y ETRA (Electronic Trafic), los conductores podrán conocer el estado en el que estarán los semáforos para adaptar la velocidad, al conectar los vehículos con los semáforos y los paneles informativos a través de la plataforma DGT 3.0.
Aunque pueda parecer algo novedoso, hay ya otras marcas como Audi, Ford, Toyota o Volkswagen que están trabajando sobre el proyecto de conectividad V2I (vehículo a infraestructura). Sin embargo, SEAT lo acerca a los españoles involucrando a la Dirección General de Tráfico, el Ayuntamiento de Barcelona y ETRA, conectando automóviles con semáforos y el centro de control de tráfico para anticipar el estado de estos. Este proyecto también permite que la información de las incidencias en las carreteras llegue directamente al vehículo sin necesidad de paneles informativos. El coche y la infraestructura, unidos a través de la nube mediante tecnología celular y con tiempos de latencia de 300 m.
¿De qué color me encontraré el siguiente semáforo si sigo a esta velocidad? La respuesta a esta pregunta ya no depende de la intuición del conductor, sino de la tecnología, ya que los conductores podrán saber el estado en el que estarán los semáforos para anticiparse y adaptar la velocidad. Sin duda es algo que podremos ver con la conducción autónoma, pero antes podremos disponer de información que nos permita adaptar la velocidad en las calles de las ciudades y optimizar así el combustible. Además, la información de las carreteras aparecerá a tiempo real en las pantallas de los coches.
SEAT conecta los vehículos con los semáforos: Reduce la velocidad, estará en rojo
Una parte del proyecto consiste en comunicar los semáforos con los coches. “El semáforo envía una señal a la nube a la DGT sobre su estado actual y cuándo va a cambiar y el coche recibe esta información, la interpreta y te avisa con la velocidad a la que estás yendo cómo te lo vas a encontrar. De esta manera, si se va a poner en rojo te avisa y puedes empezar a frenar antes de llegar”, afirma Jordi Caus, responsable de conceptos de movilidad urbana de SEAT.
Cuando un vehículo se aproxima al semáforo, recibe en su pantalla un aviso de si estará rojo, verde o amarillo, cuando llegue a su altura. Para ello, el sistema hace un cálculo de la distancia a la que se encuentra el coche y de la velocidad que lleva. Eso sí, por seguridad, el sistema solo funciona si el vehículo circula a la velocidad permitida, ya que en caso contrario, deja de informar al conductor. El objetivo es que sea una «herramienta auxiliar para permitir al conductor llevar un movimiento más uniforme”, aclara Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona.
Además, el sistema también permite conectar al vehículo con los paneles informativos de las carreteras españolas (en la actualidad hay 2.000) que indican a los conductores el estado del tráfico, el clima o incidencias por obras y accidentes. Con este sistema, esa información aparecerá directamente en las pantallas de los vehículos conectados en cualquier punto de la red viaria.
SEAT conecta los vehículos con los semáforos: probándolo en un SEAT «conectado»
El vehículo utilizado en esta prueba piloto incorpora la tecnología necesaria para conectarse con el entorno y recoger la información que la DGT sube a la nube. Gracias a esto, su conductor puede saber a tiempo real qué va a encontrar en su camino. «El proyecto consiste en que los nuevos modelos de coches conectados de SEAT recojan desde la nube central de la DGT toda la información en tiempo real relativa al tráfico, ya sea en carreteras en paneles informativos o en las ciudades con el estado semafórico”, aclara Jordi Caus.
A más información, menos situaciones de riesgo, con lo que se consigue mayor seguridad y eficiencia. Este es el objetivo del proyecto, que coloca la seguridad vial como punto principal, unida a una mayor eficiencia en la conducción y por lo tanto, en una repercusión positiva en el medio ambiente.
Además, los propios coches conectados y usuarios también se convertirán en emisores de información colaborativa, con lo que cualquiera que sea conocedor de algo que sucede en la vía lo puede compartir, para que el resto de usuarios pueda saber al llegar a un punto qué está sucediendo y poder tomar una decisión anticipándose a un posible problema. También, es un primer paso para el futuro vehículo autónomo al conectar los automóviles con la infraestructura general de tráfico.
