Sus formas y medidas serán casi las mismas del «concept» (sobre 4,2 m de largo, la misma caída de techo, que podrá ser opcionalmente en vidrio, etc), pero la carrocería no será desarrollada sobre la del Clio 3 puertas, sino sobre la del 5, los faros serán más normales (pero manteniendo la misma forma) y el paragolpes recibirá un diseño más convencional, con antinieblas corrientes y no por «leds». Pero el frontal se mantiene como el del Clio, y posiblemente repetirá la decoración específica del «concept », con el emblema del rombo encastrado en un hueco propio y las dos tomas de aire gemelas junto a los faros con su propio perfil interno aluminizado, como rasgo personal de identidad.

Los retrovisores mantendrán también las luces de intermitencia (pero más pequeñas) y el techo de vidrio en prolongación del parabrisas dará paso a una parte de techo transparente, unido a éste, pero practicable. En esencia se mantiene el corte de cintura ascendente, y por detrás el tipo de portón visto en el «concept» (con posibilidad de luneta practicable) y los mismos grupos ópticos que se prolongan por las aletas.
Las llamativas llantas de 18 y 19 pulgadas del «concept» (que montaba medidas distintas delante y detrás) darán paso a unas ruedas más normales de 15 (y hasta 16 según versiones y motores) y en el interior, veremos una banqueta trasera plegable asimétricamente y para 3 plazas (no 2, como en el «concept»), aunque parece que se ha desechado finalmente la posibilidad de ajuste longitudinal, una modularidad que habría acabado por dar la puntilla al Modus (único que la posee), que sin duda va a sufrir duramente por la oferta de este nuevo Clio Grand Tour. (De todos modos, el Modus tendrá su próximo «restyling» en la primavera de 2008, apenas unos pocos meses después del lanzamiento del Clio Grand Tour).

Por dentro, el diseño mantendrá el lógico paralelismo con el nuevo Clio, pero es muy posible que la consola aluminizada y «aérea» del «concept» se traspase, de alguna manera, al coche de serie, lo mismo que la pantalla retráctil del navegador (opcional). Igualmente, es muy posible que los cajones deslizantes extraíbles del plano de carga del maletero se mantengan como opción en el modelo de calle, aunque sin la vocación «digital» del «concept» (que ofrecía uno como asiento y otro como estuche de un ordenador portátil y de un equipo fotográfico, saliendo de una plataforma de carga con sus guías psicodélicamente iluminadas en amarillo). Claro que todo depende de si al final la rueda de repuesto (de emergencia) se ve sacrificada a este capricho… Y ya que hablamos del maletero, su volumen útil respecto al del Clio dos volúmenes actual será por lo menos como el del «concept » (430 litros con 5 plazas, y casi 1.300 con dos, y la banqueta central plegada), aunque puede que al final se le arañen algunos más (todo depende de la altura final del suelo) hasta los 450, o sea del orden de 150 más que el del actual Clio berlina. Lo suficiente para justificar los 4,22 m de largo y para hacer frente a la competencia del futuro Peugeot 207 SW que saldrá al mercado justo un poco antes que él… En cuanto a motores, y lejos del «cañonero» 2.0 gasolina de 200 CV (el del Clio RS) que montaba el «concept» de Ginebra, el modelo final contará con los de la actual gama Clio, desde los 1.2 y 1.4 (75 y 100 CV) a los 1.6 y 2.0 (111 y 140 CV) de gasolina, todos con 16 válvulas, aunque para España es posible que se restrinja la oferta a los dos últimos.
Pero serán los diesel 1.5 dCi los que se lleven el gato al agua, con sus tres versiones actualizadas de 70, 85 y 110 CV, esta última (como el 2.0 gasolina) con cambio de seis marchas, sin que esté prevista (por ahora) ninguna versión «superdiesel» a partir del 2.0 dCi de 150 CV que se ofrece en el Mégane… Lo que no quita para que, con casi las mismas medidas, más maletero y un estilo muy atractivo, este futuro Clio Grand Tour no vaya a «canibalizar» también un poco las ventas de su hermano mayor.
Pero eso ya lo veremos a finales de año, cuando salga definitivamente a la venta y conozcamos su precio, que será el factor decisivo a la hora de evaluar este impacto