El octavo y mejor Passat hasta hoy

Pese a estar sumergidos en plena vorágine hasta sus cimientos, la calidad del producto VW supera la tormenta mediática desatada por los motores diesel trucados. Una calidad perfectamente encarnada en este nuevo Passat, con un producto propio de máximo nivel y una ingente oferta de equipamiento. Y todo ello con un espacio interior en referencia de su clase junto al rendimiento mecánico de esta versión turbodiesel con cambio DSG.

En este proceso de mejora continua Volkswagen se ha puesto la meta en hacer del nuevo Passat no sólo un coche mejor que el anterior, sino el mejor de la categoría, algo que juzgará su clientela, y que en este modelo, con 42 años a sus espaldas y 23 millones de unidades fabricadas desde 1973, tiene muchos visos de cumplirse, aunque hoy tenga renovados rivales de la talla de los Ford Mondeo, Mazda6 y Opel Insignia.

Más batalla, mejor habitabilidad.- Así, esta 8ª generación Passat pretende volver a imponerse en su clase gracias a su excepcional carga tecnológica en beneficio de la seguridad y el confort. Estéticamente, destaca su nueva parrilla frontal de 4 lamas cromadas, que se funden con los faros al estilo del Volkswagen CC, así como el parabrisas retrasado que refuerza la presencia del capó. Su vista lateral es la que más convence, con un marcado perfil central y proporciones más equilibradas, con las ruedas más en las esquinas. Al ser un poco más bajo mejora su centro de gravedad, mientras que la zaga luce un diseño renovado que se traduce en una imagen atractiva y elegante, al tiempo que gana capacidad de maletero.

Sus cambios –reales y hasta radicales, como su nueva plataforma MQB, que ha permitido contener su peso pese a su mayor batalla– no dejan de mantener un estilo continuista, aunque se trate de un coche nuevo de pies a cabeza. La nueva plataforma alarga a 2,79 m su distancia entre ejes (antes 2,71) sin que el resto de sus medidas apenas crezca (4,77 m de largo, 1,46 m de alto –1 cm menos– y 1,83 m de ancho –1 cm más–), lo que contrasta con la ganancia interna en habitabilidad que propician esos 8 cm extra de batalla que se traducen en 6 cm más de espacio para piernas en las plazas traseras (que es mucho).

En el habitáculo se respira calidad, con un nuevo salpicadero más horizontal con las salidas de aire casi ocultas y revestimientos de mejor tacto. El puesto de conducción está bien resuelto, con los mandos al alcance del conductor, y los amplios asientos delanteros recogiendo bien el cuerpo en curvas. Detrás, las plazas traseras deben soportar un túnel central un poco intrusivo, pero aparte del nuevo espacio extra para las rodillas, su banqueta admite tres adultos de gran talla, aunque abatiendo solo los respaldos (en proporción 60/40) para aumentar su volumen de maletero, que con 21 litros más sobre el anterior Passat crece hasta alcanzar los 586 litros (sin rueda de repuesto, sólo “kit” antipinchazo: con rueda de repuesto -normal- se queda en 545 litros, que no está nada mal). Sobre todo si pensamos que el peso final se ha reducido en hasta 85 kg, aunque en estos niveles de acabado altos la reducción sea menor (del orden de la mitad).

Mecánica solvente.- Tenemos el motor 2.0 TDI de 150 CV (no teman, no se trata del EA 189, sino de su última evolución Euro 6 –EA 288–; aquí no tenemos “software trucado”), una mecánica que aunque ahora esté en el ojo del huracán es uno de los mejores diesel del mercado, con un funcionamiento refinado, silencioso y sin vibraciones (VW ha trabajado mucho en su insonorización). Sus 150 CV le permiten mover con soltura la tonelada y media de peso en vacío de este Passat, merced a un par máximo de 34,7 mkg presente desde 1.750 rpm, y con el 90% de su valor constante entre 2.000 y 3.000 rpm. A cambio, a alto régimen se acaba pronto, no siendo necesario alcanzar las 4.000 rpm para realizar una conducción dinámica, porque a partir de 3.500 rpm la potencia se estanca y el par cae.

El cambio automático DSG de doble embrague con 6 relaciones le va como anillo al dedo a este motor, con unos desarrollos muy ajustados a su potencia y par, y unas relaciones bastante cerradas entre 1ª y 2ª y más abiertas desde 3ª hasta la 6ª. El desarrollo final básico en 6ª es de 60,4 km/h a 1.000 rpm, que le permite alcanzar la velocidad máxima ligeramente por encima del régimen de potencia máxima o circular tranquilamente en 6ª a 100 km/h a sólo 1.650 rpm.

Sus prestaciones absolutas son buenas aunque no sean las mejores entre los diesel de su segmento (le supera el Opel Insignia 2.0 CDTI de 170 CV -con 20 CV más- y le iguala el Ford Mondeo 2.0 TDCI). Aun así su velocidad máxima oficial anuncia unos nada despreciables 218 km/h a 3.600 rpm (sobre 206 reales sin mucho lanzamiento, señal de su buena aerodinámica). Sin embargo en aceleración supera a ambos debido a su mayor ligereza: el 0 a 100 km/h lo cubre en 9 segundos, los 400 m en 16,4 y el km con salida parada en 30,5 segundos.

Las recuperaciones, con el cambio DSG y la palanca situada en “D” son brillantes (al tener unos desarrollos tan largos en 5ª y 6ª, no hay modo de mantener la marcha a 50 km/h, porque cambia solo a la inferior). Así, a 40 km/h cubre los 400 m en 16,2 segundos y los 1.000 en 29,6, mientras que a 50 km/h realiza los 400 m en 15,2 segundos y los 1.000 m en 28,8 (pero claro, cambiando a 4ª incluso pisando a punta de gas).

Y en el consumo el factor peso cuenta, ya que al ser algo más ligero que sus rivales consigue imponerse en este apartado, ya que circulando a 90/100 km/h sólo nos gastó 4,7 l/100 km, a 120/130 km/h sube a 5,9 l/100 km y en circulación urbana se planta en 6,7, logrando un consumo medio final de 5,73 litros cada 100 km.

Comportamiento: la ventaja del peso.- Uno de los avances más interesantes de este último Passat es su evolución en el apartado dinámico. Su mayor ligereza respecto a la de la anterior generación (con el empleo de elementos de aluminio en ciertas partes del chasis y la carrocería), sus mayores batalla y vías, resultan decisivos en su agilidad de reacciones y se combinan perfectamente con sus retoques de suspensión para ofrecer un comportamiento más eficaz sin renunciar a su habitual confort de marcha. La facilidad y sencillez que transmite circulando por cualquier tipo de carretera hacen del Passat un coche muy agradable y eficaz.

El mayor recorrido de la suspensión trasera aumenta el confort sin merma de la precisión de trazada en curvas enlazadas, con una sorprendente naturalidad de guiado. Su apoyo en curva es muy alto con la ayuda de los neumáticos Continental SportContact en 235/45 R18, medida algo exagerada para este coche (preferimos la más racional 215/55 R17). El tacto de su dirección asistida eléctrica y su progresividad de amortiguación rematan un panorama casi perfecto, donde los frenos, pese a sus generosas dimensiones son el único punto a mejorar, tanto en tacto como en eficiencia, porque en frío frenan poco y en muy caliente a veces se alargan más de la cuenta.

Durante la prueba comprobamos la acción del asistente de mantenimiento del coche en su carril, que al perder la trayectoria y pisar las rayas pintadas en la carretera vuelve a situar el coche en su carril con suaves toques de volante, y la eficacia de sus faros direccionales por diodos y la correcta actuación del cambio automático cortas/largas.

Equipamiento: muy completo.-El equipamiento de serie de este Passat con el nivel más alto Sport es muy amplio, sobre todo en elementos de seguridad como es el caso del control de crucero inteligente ACC con Front Assist (freno de emergencia ante colisión frontal) y City Emergency Break, sistema proactivo de seguridad Pre-Crash (que en caso de frenada de emergencia tensa los cinturones y en caso de pérdida de estabilidad tensa los cinturones y cierra ventanas y techo), detector de fatiga (óptico y acústico), lector de señales de tráfico, encendido automático de luces de emergencia en caso de frenada brusca, freno de estacionamiento eléctrico y asistente de arranque en cuesta (Autohold), dirección de asistencia variable según la velocidad (Servotronic), indicador de presión de neumáticos, climatizador Climatronic, sensores de luz y lluvia, volante multifunción, ESP con función de contravolante y ABS con asistente de frenada), control de tracción ASR con bloqueo electrónico de diferencial, regulador del momento de fricción del motor bajo carga, etc.

Además, este nivel Sport incluye tapicería mixta (alcántara-cuero), llantas de 18 pulgadas, los faros de diodos (Led High) con iluminación dinámica en curva, radio-navegador Discover Pro con pantalla de 8”, cámara trasera de aparcamiento y el Digital Cockpit (cuadro de instrumentos digital configurable, como el de Audi).

Las opciones.- Hay que destacar en este nuevo Passat tres novedades mundiales: el Emergency Assist (con detención paulatina del vehículo en el carril en caso de emergencia al no haber respuesta al volante por parte del conductor), el Trailer Assist (para facilitar las maniobras si se circula con remolque) y el Traffic Jam Assist (en atascos por debajo de 60 km/h te mantiene dentro del carril). Y además, otras opciones como el reconocimiento de peatones, el “Head-Up-Display”, asistente de cambio y mantenimiento de carril (Side y Lane Assist), cambio automático de luz de cruce y carretera (Light Assist), asistente de aparcamiento semiautomático (Park Assist), visión periférica en 360º, airbags laterales, traseros y de rodilla, etc, etc.

En conclusión, el VW Passat 2.0 TDI es una gran berlina media para 5 plazas, con el atractivo de su abundante equipamiento de seguridad, que le sitúa en la zona superior de su segmento. Es una de las berlinas más ligeras de su clase, lo que juega a su favor en conducción, comportamiento y consumo, con la guinda final de unas brillantes prestaciones. A cambio, su precio de 37.030 euros (descuento por campaña incluida) es de los más altos de su categoría; el único factor en desventaja frente a sus rivales más directos que se mueven en el umbral de los 30.000 euros a igualdad de equipamiento… Si bien con el nivel inferior Advance, bien equipado pero con algo menos de tecnología, nos podemos ahorrar 2.000 €.