Cuatro ruedas motrices y directrices
Porsche celebra el 40 aniversario de su 911 Turbo con una nueva versión más potente que nunca (hasta 560 CV) de su “flat six” de 3.8 litros turboalimentado, dotado de 4 ruedas motrices y como novedad, también directrices.
El anterior 911 Turbo era ya todo un carácter, con sus 400 CV para tonelada y media de peso que le permitían prestaciones de auténtico superdeportivo (más de 300 km/h y menos de 4 segundos de 0 a 100 km/h). Pero como la competencia aprieta, Porsche no ha dudado en subir un poco más el listón con esta nueva versión, ya a la venta en nuestro mercado al nada módico precio de 186.093 euros (911 Turbo) y 223.967 (911 Turbo S), subiendo en cabriolet a 200.211 euros (911 Turbo) y 238.492 (911 Turbo S), modelo estos últimos que debutan el 20 de noviembre en el Salón de Los Angeles.
Esta vez al nuevo sistema de tracción a las 4 ruedas PTM se añade una dirección activa sobre el eje trasero, una aerodinámica variable inteligente (adaptativa) y unos nuevos faros de diodos, todo complemento de su incombustible 6 cilindros bóxer biturbo potenciado hasta 520 CV en la versión normal y 560 en la S.

Estrena una nueva plataforma pensada tanto para la conducción de calle como para la de circuito, con una batalla alargada en 10 cm y llantas de 20” de diámetro, y un chasis mejorado con sistemas como el antibalanceo activo PDCC, por vez primera ofrecido en el 911 Turbo y que forma parte del equipamiento de serie del 911 Turbo S, lo mismo que el paquete Sport Chrono Plus (con soportes dinámicos de motor y frenos cerámicos PCCB), que son opcionales en el 911 Turbo normal. El resultado es una auténtica máquina de competición.
Porsche continúa siendo el único fabricante que ofrece dos turbocompresores de geometría variable para un motor de gasolina. La potencia se transmite a las 4 ruedas por medio de la transmisión de doble embrague y 7 velocidades PDK, ahora con una función “start/stop” en la que el propulsor se para antes al decelerar, además de contar con el llamado modo de marcha “a vela”. Junto con la nueva gestión térmica para el motor turbo y la caja de cambio PDK de 7 relaciones, Porsche ha logrado reducir el consumo de gasolina un 16%, según el ciclo homologado NEDC (9,7 lts/100 km en ambos modelos). La nueva tracción total PTM actúa a través de un embrague multidisco bajo control electrónico, dotado ahora de refrigeración por agua, de manera que puede enviar todavía más par a las ruedas delanteras si es necesario.
El 911 Turbo con el Paquete opcional Sport Chrono Plus acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos (una décima menos que el anterior 911 Turbo S), mientras que por su parte, el nuevo 911 Turbo S pasa de 0 a 100 km/h en sólo 3,1 segundos, con una velocidad máxima de 318 km/h.
Ambos modelos ofrecen un aspecto más espectacular que nunca. Los característicos pasos de rueda traseros son casi 3 cm más anchos que en los modelos 911 Carrera 4, con una amplitud aproximada de una mano entre el pilar C y la parte más exterior de la carrocería. Otra característica distintiva son sus llantas forjadas de 20” a dos colores, con tuerca central en el 911 Turbo S, que también estrena nuevos faros totalmente de diodos, con 4 puntos de luz diurna y luces dinámicas controladas en base a los datos que proporciona una cámara (equipo opcional en el 911 Turbo).

Eje trasero direccional.– La introducción del eje trasero direccional en todos los 911 Turbo mejora tanto el rendimiento en circuito como la conducción diaria. El sistema consiste en dos actuadores electromecánicos en lugar de los brazos de control convencionales en los extremos del eje trasero. El ángulo de giro de las ruedas posteriores puede variar en hasta 2,8º según la velocidad: a menos de 50 km/h y con las ruedas delanteras giradas, las traseras giran en dirección opuesta, lo que equivale a acortar virtualmente la distancia entre ejes en 25 cm, lo que le da al coche una tremenda agilidad en curvas, además de simplificar mucho las maniobras de aparcamiento. Por encima de 80 km/h, el sistema hace que las ruedas posteriores giren en el mismo sentido que las delanteras, lo que equivale a un alargamiento virtual de la batalla de 50 cm, proporcionando una gran estabilidad a altas velocidades. Al mismo tiempo, los movimientos del volante aumentan la rapidez de las fuerzas laterales sobre el eje trasero, provocando cambios de dirección más espontáneos y armoniosos.
En cuanto a la aerodinámica activa inteligente, actúa sobre un deflector delantero retráctil en tres etapas, que se extiende a través de un mecanismo neumático, y de un alerón posterior extensible, con otras tres posiciones de ajuste. Eso permite afinar la aerodinámica del 911 Turbo, bien con el objetivo de conseguir la eficiencia óptima (posición de máxima velocidad) o de buscar el mejor rendimiento dinámico (máximo apoyo). En esta última posición se despliegan todas las partes del “spoiler” frontal para generar más carga aerodinámica delantera, mientras que el alerón posterior se eleva a su altura máxima con un gran ángulo de ataque, lo que aumenta la carga aerodinámica trasera (su eficacia es tal, que sólo gracias a este sistema los tiempos por vuelta en el trazado de Nürburgring Nordschleife se rebajaron en 2 segundos).

En el interior, el habitáculo ha sido completamente rediseñado en ambos 911 Turbo, al estilo de los 911 Carrera, con una tapicería mixta en negro y rojo en el 911 Turbo S, con asientos envolventes con 18 tipos de reglajes y memoria de posición. El reverso de los respaldos está tapizado en cuero, con costuras dobles y detalles en fibra de carbono. Como en los anteriores 911 T, el equipo de sonido Bose forma parte de la dotación de serie y, por primera vez hay otro disponible opcional (Burmester), junto a otros elementos también opcionales como el control de crucero con radar de distancia, y el reconocimiento automático de señales y límites de velocidad.
La versión abierta (911 T Cabriolet) hará su debut el 20 de noviembre en el Salón de Los Ángeles, tanto para el 911 Turbo como para el 91 Turbo S, lo que supone rematar la oferta del modelo con 4 variantes. Con el mismo motor, tracción, cambio y dirección de sus hermanos cerrados, ofrecen prácticamente sus mismas prestaciones (de 0 a 100 km/h en 3,5 y 3,2 segundos, respectivamente, y ambos alcanzan una velocidad máxima de 318 km/h), mientras que el consumo combinado sube dos décimas, manteniéndose por debajo de los 10 litros (9.9 lts/100 km), lo que equivale a una emisión media de 231 grs/km de CO2. Y como rasgo específico, aparte de su capota textil de plegado y desplegado eléctrico (en 13 segundos, pudiendo activarla en marcha hasta los 50 km/h), hay que destacar su exclusivo arco superior con su ligerísimo bastidor de magnesio, que le permite mantener la misma línea de techo que el 911 Turbo coupé con capota cerrada.