El pasado jueves 12 de noviembre nos dejó Mario Chavalera Roca, a la edad de 80 años, colaborador permanente de Motor Mundial desde finales de los años 80 y sobre todo amigo.
La figura de Mario Chavalera en el mundo del motor va ligada estrechamente a su aportación humana y conocimiento técnico, testigo directo y narrador de una época de desarrollo automovilístico tanto en el ámbito de la competición, que vivía y amaba intensamente, como en la de los automóviles de producción, que probaba y luego plasmaba en negro sobre blanco sobre varios medios, entre los que nuestra decana publicación tuvo el honor de tenerle como algo más que un redactor especializado en pruebas de nuevos modelos y delegado de Motor Mundial en Cataluña, mucho más.
Persona amable, cercana, educada, cariñosa, seria y muy profesional (un señor con todas las letras de la palabra), Mario comenzó a principios de los años 60 su carrera como periodista en el mundo de las competiciones deportivas de motor, tanto de motos, en las que participó personalmente, como de automóviles (su afición por el motor le llevó a ser cofundador en 1961 de la Escudería Squalos), siendo también capaz de captar instantáneas de primer nivel (su faceta fotográfica, menos conocida, posee un altísimo valor documental) en las competiciones a las que acudía.
Colaborador asiduo en diversos medios de comunicación especializados como «Auto Moto» y «Grand Prix», fue director de la mítica revista deportiva “Fórmula” (desde abril de 1967 hasta enero de 1974) y colaboró, entre otros, para diversos medios como el periódico “El Punt”, “Automóvil”, la revista de Alfa Romeo “Il Quadrifoglio” y “Motor Clásico”, estas últimas de manera ocasional.
Amante de las marcas italianas, de las cuales demostró tener un alto conocimiento técnico, sus últimos años los compaginó alimentando su pasión por el automóvil mientras luchaba contra los obstáculos que le ponía su debilitada salud. Si paseando, Mario daba pasos cortos para no perder estabilidad, cuando se subía a un coche se transformaba, dando muestra de conservar (pese a su edad) unas elevadas aptitudes para conducir, con reflejos envidiables y conocimiento de quien tiene a sus espaldas toda una vida subida a los más diversos automóviles.
Mario, dejas un enorme vacío en nuestros corazones. Gracias a Mercedes Soler, tu abnegada mujer, por cuidarte con todo el cariño que te merecías cuando más delicado estabas, dando un ejemplo de calidad humana excepcional y que siempre te alentó en tu carrera, siendo además una gran aficionada como tú al motor. Te echaremos de menos todos tus amigos, si bien siempre nos quedará tu legado en forma de artículos, como testigo de una época apasionante y que forma parte del periodismo con letras mayúsculas del automovilismo en España. Descansa en paz.
Foto de Josep Casanovas, colega y amigo personal de Mario Chavalera, en el Circuito de Cataluña a principios de 2017.