Tengo un Seat Ibiza al que acabo de poner “zapatos” en el eje delantero, que es donde estaban más desgastados, y me han dicho que debería invertir su montaje, de modo que los neumáticos nuevos fueran en el eje trasero, por ser más seguro. Sin embargo, en otro taller me han dicho que si mi coche es de tracción delantera (como lo es), es mejor que mantenga los nuevos delante, al ser motrices y directrices a la vez. ¿A quién hago caso?
Iñigo Fernández (Toledo, c. electrónico).
Respuesta.–Efectivamente, la recomendación genérica es que en caso de desgaste desigual, los neumáticos en mejores condiciones deben ir en el eje trasero, para prevenir patinazos del mismo, ya que el sobreviraje (tendencia del coche a desplazar el eje trasero) siempre es más difícil de controlar que el subviraje (tendencia del coche a desplazar el eje delantero). Esto es especialmente cierto en los coches de propulsión trasera, aunque también sirve en los de tracción delantera… si los traseros están realmente muy desgastados. Nuestra experiencia es que, en general, en los tracción delantera es mejor conservar los mejores neumáticos delante por las razones que le han dicho, y porque además si el dibujo está muy desgastado, el peligro de “aquaplaning” bajo lluvia es mayor, y ahí sí que nos jugamos el riesgo de un accidente serio. No nos dice en qué estado se encuentran sus neumáticos traseros, por lo que deducimos que están todavía en buen estado. Si es así, mantenga el actual reparto, y cuando los delanteros tengan unos 10.000 km (más o menos un tercio de su vida útil) páselos al eje posterior y monte los de éste delante. Pero si están ya muy gastados (menos de 3 mm de profundidad de dibujo), sustitúyalos también por otros nuevos y rodará así más seguro.
