La tercera generación del Mitsubishi Outlander ya está en los concesionarios donde su nueva imagen más suave y refinada, tipo SUV, no esconde sus amplias aptitudes todo terreno, con el mismo tamaño, menos peso y más habitabilidad.
Nacido hace ya once años, ahora el Outlander es más tecnológico y afianza su condición de SUV o de “crossover” (para varios usos) adaptado a los nuevos tiempos y cumpliendo un equilibrado compromiso entre un bajo consumo e impacto ambiental, seguridad avanzada, confort y funcionalidad inteligente y máxima capacidad. Cuenta para ello con equipos de seguridad de vanguardia (sistemas de mitigación de choques frontales, de alerta de salida de carril, control de crucero activo, etc…) y también de confort y funcionalidad (climatizador bizona, portón trasero eléctrico, tercera fila de asientos, suelo plano de zona de carga, etc), sin olvidar detalles como la columna de dirección ajustable en altura y profundidad, faros de xenon de haz ampliado, etc).

Capaz de acoger 5 ó 7 plazas, las versiones con tercera fila ofrecen ahora dos plazas extra más cómodas, ya aptas para adultos y con su acceso mejorado gracias al mayor desplazamiento longitudinal de los asientos centrales. El maletero gana 33 litros de volumen, hasta rozar los 600 (591 con tracción 4×2 y sin rueda de repuesto, 550 en 4×2 con rueda de repuesto opcional de emergencia y 519 igual pero en 4×4). Siempre con 5 plazas, porque con 7 el volumen final baja a apenas 220 litros. Eso sí, con 5 y hasta el techo alcanza los mil litros.
Sólo un motor para España.-Aunque el 2.0 gasolina de 150 CV se puede obtener también bajo pedido, la oferta normal se centra en el 220 Di-D turbodiesel de 2.268 cc y150 CV, que incorpora la función Eco Mode que ajusta el potenciómetro del acelerador, el compresor del aire acondicionado y el sistema AWC para reducir el consumo significativamente, siendo muy utilizable en conducción tranquila. Suave y muy silencioso, este motor logra un consumo muy contenido de 4,8 lts/100 km en el promedio combinado en 4×2, y 5,4 en 4×4, (5,8 litros con cambio automático) y unas prestaciones más que dignas (menos de 10 segundos en el 0-100 km/h y 200 km/h de velocidad punta, lograda también gracias a su aerodinámica mejorada (pasa de un Cx de 0,36 a 0,33) y al “adelgazamiento” (115 kg menos de media, con la tonelada y media en vacío para el Outlander 4×2).
Disponible con tracción delantera en el nivel de acceso Challenge y total 4×4 en los niveles Motion y Kaiteki, viene con “start & stop” de serie con la caja manual de 6 velocidades (Auto Stop & Go), y también hay disponible una caja automática por convertidor de par igualmente de 6 (opcional en el nivel Motion y de serie en el Kaiteki).

Y para mediados de 2013 se anuncia también una variante híbrida “plug in” PHEV (híbrido enchufable), basada en la tecnología mixta de tracción térmica y eléctriva EV ya implantada en otros modelos de la marca, adaptada aquí a su experiencia en sistemas de tracción 4×4. Esta versión híbrida “plug in” con un motor de gasolina de 121 CV y dos eléctricos de 60 kW (uno para el tren delantero y otro para el trasero), le permitirá una gran autonomía con una muy baja emisión de CO2 (880 km y 49 gr/km de CO2, con consumo mixto de sólo 1,64 lit/100 km), pudiendo circular en modo eléctrico puro hasta 55 km y con una velocidad máxima de 170 km/h.
En cuanto a los Outlander 4×4, emplean la tracción Multi-Select 4WD con reparto automático de par y tres modos de tracción: Eco (casi todo el par motriz a las ruedas delanteras y sólo pasa a las traseras parte del mismo, si las delanteras patinan), Auto (tracción en ambos ejes con reparto variable de par hasta el 50% según estado del piso) y Lock, que permite una conducción enérgica 4WD a cualquier velocidad, por campo o asfalto, transmitiendo 1,5 veces más par que en el modo Auto.
La conducción fuera de carretera resulta igualmente confortable para todos los ocupantes, trabajando las suspensiones de forma eficaz y sin sequedad excesiva, como pudimos comprobar sobre pistas de tierra, mejorando todas sus cotas “off road” con 19 cm de altura libre al suelo.

En cuanto a acabados, destaca el alto nivel de partida del básico Challenge 2WD que ya trae de serie ESP (ASTC), ayuda al arranque en cuesta (HSA), ABS+EBD+BAS, 7 airbags (incluido el de rodillas del conductor), sensores de aparcamiento (traseros), sensor de lluvia y luz, radio CD con MP3, toma USB y conexión “Bluetooth” con mandos al volante, llantas de aleación (de 16” con neumáticos 215/50 R16), faros antiniebla, volante y pomo del cambio en piel, control de crucero con limitador de velocidad, ordenador de a bordo… y hasta climatizador dual de aire acondicionado. Y por supuesto, 4 elevalunas eléctricos y retrovisores por mando eléctrico (plegado incluido), cierre centralizado con telemando, barras de techo… Un nivel completísimo por 31.710 euros, un precio muy ajustado para tan completa dotación, aunque sea en 4×2.
Luego, el nivel Motion, ya en 4×4, añade la tercera fila de asientos (Fold 2 Hide) plegable en el suelo, liberando un piso de carga plano, los faros de xenon Super HID, el acceso sin llave con arranque por botón, la cámara de visión trasera, mejorando el equipo de audio (Rockford Fosgate) con 710W y 9 altavoces, y elevando los trenes rodantes a llantas de 18” (225/55 R18). Todo por 35.290 euros con cambio manual y 36.590 con automático.
Y finalmente el máximo nivel Kaiteki con cambio automático de serie, remata la oferta añadiendo la tapicería de cuero con asientos calefactables (y con ajuste eléctrico en el del conductor), el techo solar eléctrico, portón trasero con apertura y cierre también eléctricos, el sistema de mitigación frontal de impacto (FCM) y aviso de salida involuntaria de carril (LDW), control de crucero inteligente (ACC) y de propina, el navegador MMCS, subiendo ya aquí su precio hasta los 41.390 euros.
Los precios no incluyen el posible descuento promocional que puede variar entre 3.000 y 4.000 euros, según versión.