No abundan las llamadas a revisión de los Mini, y el más familiar de la gama, el Clubman no es tampoco una excepción. Pero hubo una última justo hace un año (enero de 2012) de cierta importancia, relativa al circuito de refrigeración (que por otra parte sufre a veces de pérdidas de líquido, visibles bajo el coche en largos períodos de inmovilización, que obligan a cambiar el termostato y el vaso de expansión). Esta vez el problema estaba en la bomba del agua, y sólo en los Clubman Cooper S dotados del potente motor JWC (John Cooper Works) y fabricados de noviembre de 2006 a abril de 2011. El fallo radicaba en una insuficiencia de la bomba auxiliar eléctrica, cuyos circuitos podían dar lugar a un incendio en el vano motor. La solución: llamar a revisión a las unidades afectadas y sustitución sin cargo en los talleres oficiales de la susodicha bomba. La anterior llamada a revisión sobre los Mini Clubman fue en abril de 2008, medio año después de su lanzamiento, cuando se detectó el montaje de unas barras estabilizadoras de un diámetro excesivo en los primeros Clubman dotados de suspensión deportiva.
