Este Sport la marca del tridente encuadrada en el grupo Fiat, ealidad se trata de amplificar más una oferta centrada en sólo dos ejes, el Quattroporte y los Gran Cabrio/ Gran Turismo. Mostrado ya la pasada primavera en Ginebra, el GranCabrio Sport repite las medidas conocidas del GranCabrio, con sus 4,88 m de largo y su exiguo maletero de sólo 173 litros de capacidad para un coche de casi 5 m.
La potencia de su motor V8 4.7 sube de 440 a 450 CV y el par motriz gana 1 mkg (de 50 sube a 51), cifras que no se notan salvo en una conducción extrema imposible de practicar con las limitaciones vigentes (la aceleración de 0 a 100 km/h baja una décima de segundo -de 5,3 a 5,2- y la velocidad máxima sube de 283 a 285 km/h, diferencias despreciables en la práctica). Lo que nada va a empañar son sus fulgurantes aceleraciones. Más notarán sus afortunados propietarios el descenso del consumo logrado por Maserati, que ha disminuido los rozamientos de su motor y con ello el apetito de su V8 en un 6%, aunque sigue estando al filo de los 14/15 litros cada 100 km en el promedio combinado, lo que significa superar con facilidad los 20 en conducción deportiva… Hay que tener en cuenta que se trata de un coche pesado (casi dos toneladas) y de no muy buena aerodinámica pese a su fina estampa (Cx de 0,39 a coche descubierto, que sólo baja a 0,35 con la capota echada. Y con un V8 4.7 de 450 CV y cambio automático, no se le puede pedir el consumo de un TDI… La transmisión automática del GranCabrio Sport monta el sofisticado “software” de cambio MCAuto Shift, ya disponible en el Quattroporte Sport GT S, siempre sobre la caja ZF de 6 relaciones, un “software” que optimiza el cambio, resaltando el placer y la diversión de conducción, mientras que su tren rodante estrena nuevas llantas de 20” (con la forma del tridente en sus radios). La capota textil bicapa, muy aislante del ruido exterior, sigue plegándose y desplegándose de forma totalmente automática en 28 segundos, pudiendo hacerlo incluso en marcha, aunque siempre a menos de 30 km/h.
Sus medidas siguen siendo imponentes, con sus 4,88 m de largo por 2,94 m de batalla, y el interior de cuero flor sigue estando rematado a mano, dentro de la tradición artesana de la marca de Módena. La salida final de escapes es por dobles bocas en negro, con un sonido más ronco a través de la apertura derivada de válvulas en modo Sport, que acorta el recorrido de los gases y modifica su sonido. Pero aún así, son retoques más cosméticos que reales.
Pensamos que la auténtica alternativa para ofrecer un GranCabrio Sport habría sido comercializarlo con el “pack” MC Trofeo del Gran Turismo coupé, que con sus 488 CV y su electrónica de cambio mejorada (6 décimas de segundo de tiempo de cambio entre marcha y marcha) si ofrecería una mejora apreciable de prestaciones, con los 300 km/h como velocidad punta y una aceleración 0-100 km/h al ras de los 5 segundos (aunque a techo descubierto, la velocidad máxima no superase mucho los 274 km/h que ahora admite alcanzar descapotado).
Otras mejoras para acrecentar el agrado de conducción y el comportamiento dinámico en general, se consiguen a través de un tarado específico del sistema de suspensión Skyhook que aumenta su carácter deportivo y el placer en la conducción, así como unos frenos con discos perforados y ventilados (“dualcast”) que eleva el rendimiento y convierte la respuesta de frenada todavía más inmediata.
A ello se suman algunos apéndices aerodinámicos, con una selección de elementos “dark look” en negro mate en vez de cromados, como la parrilla delantera negra, fondo oscuro de grupos ópticos, nuevos faldones laterales en color carrocería… Y además, un color propio de carrocería que estrena este Gran-Cabrio Sport, el “Rosso Triomfale” inspirado en el color rojo sangre que empleaba la escudería Maserati en los Grand Prix de los años 50 (en 1957, Juan Manuel Fangio ganó su quinto título en lo que entonces aún no se llamaba Fórmula 1 al volante de un Maserati 250F con este color).
Son retoques más propios de un nuevo nivel de acabado que de una versión aparte de un modelo ya existente, pero al fin y al cabo varían un poco la estampa de este gran turismo abierto que es sin duda uno de los más bellos descapotables de 4 plazas del mercado, sino el que más. Lástima que también esté entre los más caros, con sus 158.091 euros de precio, lo que le sitúa tan sólo al alcance de unos pocos privilegiados entre los conductores de los 62 países en los que ya se comercializa desde este otoño.