Javier Gete
Nueva regulación europea de las emisiones contaminantes para vehículos de nueva producción
Todo indica que el próximo 1 de Julio de 2025 entrará en vigor la nueva normativa Euro 7 que vendrá a sustituir a la vigente Euro 6 desde 2015, con la finalidad de dar una vuelta mayor de tuerca en la regulación de emisiones contaminantes para los vehículos de nueva producción, estableciendo unos nuevos límites muy reducidos de emisiones contaminantes para la matriculación en Europa, aplicables a vehículos gasolina y diésel que se verán sometidos a una drástica reducción en este sentido.
La normativa Euro 7 pretende preparar y colaborar en el proceso de transición ecológica que la Unión Europea pretende conseguir para su objetivo “Europa 2035”, que será el momento en el que se pretende prohibir la comercialización de nuevos vehículos con motor de combustión, si bien algunos países de la UE (Alemania, Italia,…) están poniendo en debate esta decisión negando que éste sea el mejor camino.
Por el momento no existe aún un texto definitivo de esta normativa Euro 7, si bien se está trabajando a pasos continuos en su creación definitiva, indicando unos límites muy drásticos para las emisiones de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas finas para las nuevas matriculaciones en Europa, implicando muy directamente a la industria automotriz de cara a estos importantes logros medioambientales que se buscan.
Contenidos previstos en la nueva normativa
Pretende establecer normas muy estrictas partiendo del “pacto verde” que presentó la UE en 2019, con la finalidad de medir las emisiones contaminantes de los vehículos de combustión mediante una profunda actualización de lo marcado en la Euro 6 de cara a la potencial desaparición futura de los mismos.
Hasta el momento todo indica que deberá afectar a todos los motores de combustión y de forma muy especial a los diésel, incluyendo algunos incentivos a los fabricantes que sean capaces de presentar nuevos sistemas de propulsión menos contaminantes durante el periodo.
Es claro que la industria automotiz se ve obligada a importantes inversiones y esfuerzos de ingeniería en procesos de innovación de cara este proceso desde hace ya bastantes años, lo que produjo por ejemplo la creación de los catalizadores, catalizadores SRC, filtros de partículas, etc.
Claro es también que la industria ofrece de manera cada vez mayor motorizaciones electrificadas o eléctricas puras en casi todas las gamas de las marcas, cosa que con el tiempo deberá permitir el acceso a un modelo de movilidad más sostenible, si bien los precios deberán ir ajustándose con el paso del tiempo.
¿Cómo afectará la nueva Euro 7?
Limitará la venta y matriculación de vehículos nuevos mediante limitaciones de emisiones contaminantes (control de homologación estándar con protocolo WLTP), con pruebas en carretera y en circuito mucho más exigentes que las actuales.
El nuevo proceso de mediciones no será igual para todo tipo de motorizaciones y vendrá vinculado a los sistemas varios que cada fabricante decida aplicar.
Las implicaciones más directas de la Euro 7
Para coches diésel:
Serán los peor parados, con reducciones de sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) del 50%, debido a que este tipo de emisiones son superiores a las de los coches gasolina.
Para coches gasolina:
Se pretende también reducir las emisiones de gases NOx en un 40% respecto a la actual norma.
Para Camiones y autobuses:
La aplicación de la Euro 7 se retrasará hasta julio de 2027 ya que el esfuerzo económico a realizar por las empresas para renovación de flotas es muy elevado y precisa de mayores tiempos.
Algunas normas generales de la Euro 7
Se estudia también limitar la emisión de gases de metano CH4, óxido de nitrógeno N2o y amoniaco NH3 en todos los vehículos con motores de combustión, ya que hasta la fecha estos gases están fuera de las normas.
Las fechas comentadas de momento son sólo indicativas y seguramente se irá afinando con el tiempo, y ya algunas voces hablan de implementación de la norma en principios de 2026 o incluso a finales del mismo año, siempre en función del seguimiento que la UE realiza constantemente del panorama ecológico de los diversos países miembros.
Lo que es indudable es que Europa está buscando un modelo de movilidad más sostenible, intentando premiar a los nuevos desarrollos ecológicos y penalizando las motorizaciones que excedan los límites que sus normar irán marcando.