La DGT prepara un cambio en las etiquetas medioambientales

23 septiembre, 2020
J. ROBREDO
Se aboga por un endurecimiento

Por si no tuviéramos bastante con todos los problemas económicos y sociales que nos asaltan en pleno recrudecimiento de la epidemia del coronavirus, la Dirección General de Tráfico (DGT) se prepara para cambiar en 2021 el sistema actual de etiquetado “ecológico” con el que se clasifican los tipos de vehículos de más a menos contaminantes.

Hasta ahora había 4 etiquetas (B, C, Eco y Cero) en una selección hecha hace 5 años bajo criterios harto arbitrarios, y no nos parece mal que se revise habida cuenta de su poca e imprecisa justificación. Pero mucho nos tememos que el remedio sea peor que la enfermedad. En todo caso no es un tema nuevo, ya que desde el pasado febrero se venía hablando de una revisión de las categorías de concesión, aunque la decisión para acometer la misma no se tomó hasta la presentación en junio por el Gobierno del “Plan de impulso de la cadena de valor en la industria de la automoción”.

No obstante, como ya ocurrió cuando se implantaron las etiquetas, le corresponde a la DGT la dirección y coordinación de esta revisión oficialmente denominada “actualización”, aunque en la misma intervengan muchos otros agentes y partes afectadas, como reconoce la propia comisión interministerial creada a este efecto, donde estarán representados “desde la industria del automóvil a ecologistas y asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico”, según concretan desde la DGT.

Cuando se levantan voces a favor y en contra de esta revisión (la organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ya se ha posicionado en contra de la suavización de las condiciones para los híbridos “light” (ligeros) de 48V, mientras que muchos constructores apoyan una flexibilización de las etiquetas más contaminantes -B y C- en función de la cilindrada de los motores), la realidad es que la actual clasificación penaliza a los coches más limpios y modernos de última generación.

Los «mild hybrid», podrían perder la etiqueta Eco

No es justo pretender retirar la etiqueta “Eco” a los vehículos microhíbridos («mild hybrid» a 48V), como tampoco lo es que la etiqueta “C” englobe a todos los motores de combustión Euro 6 sin atender a las últimas evoluciones. El plan propio oficial que propone el Gobierno ya reconoce su actual obsolescencia cuando afirma que “la evolución tecnológica es una realidad y los nuevos vehículos que incorporan estas innovaciones deberían catalogarse dentro de las posibilidades que ofrece el etiquetado actual, o bien añadiendo nuevas etiquetas”.

Con ello se admite implícitamente que las progresivas mejoras introducidas en las últimas reglamentaciones han dejado desfasada la actual clasificación, efectuada en septiembre de 2015, justo hace 5 años, cuando se aplicó a todos los turismos ligeros con motor de combustión (diésel o gasolina) cumplidores de la normativa Euro 6, la etiqueta C para todos, sin tener en cuenta las sucesivas actualizaciones cada vez más exigentes de esta norma europea anticontaminación (las 6c, 6d-temp y 6d-ISC). Así, a todos los vehículos recientes de propulsión tradicional por combustión (diésel o gasolina) les corresponde la misma etiqueta, la verde “C”, independientemente de la edición Euro 6 que cumplan.

Evidentemente esta clasificación no se puede considerar la más justa ni la mejor para fomentar la transición hacia una movilidad más limpia, pero en su día se optó por simplificar las etiquetas sacrificando su justa adecuación a las emisiones, permitiendo también que los vehículos microhíbridos se beneficien de la etiqueta “Eco” gracias a su electrificación mínima que les permite una ligera mejora de su eficiencia motriz. Igualmente se benefician de ella los automóviles «bifuel» (a gas ó gasolina) en función de sus menores emisiones cuando funcionan a gas (sea natural o GLP). Y ello a sabiendas de que no todas las hibridaciones equivalen matemáticamente a menos emisiones y consumos…