Un “facelift” para 2014
Ya en su tercera generación, el SUV compacto de Kia, acaba de ser renovado con pequeños detalles apenas perceptibles en su exterior, ya que atractivo le sobra y de ahí su éxito de ventas en Europa (casi 90.000 unidades en 2013, de ellas unas 8.000 en España). Así, su restyling se centra en actualizar el interior y subir mucho la calidad y el confort, ya que la eficacia de su comportamiento era de sobra conocida.
Por fuera, el Sportage 2014 cuenta con la misma altura libre al suelo (17 cm) y modifica ligeramente su parrilla frontal, con dos diseños diferenciados según el nivel de acabado, añade la luz de cruce diurna por diodos (desde el nivel Concept) en combinación con los grupos ópticos traseros, también de tipo por diodos, estrena una nueva antena de techo tipo aleta de tiburón y monta nuevas llantas de aleación de 16” a 18” de diámetro, según motorización y nivel de acabado. También se ofrecen más colores de carrocería (ahora hasta siete, con dos nuevos, azul Planet y blanco De Luxe), todos metalizados salvo uno (el blanco Cassa).

Mayor refinamiento.– El interior, con las mismas amplias dimensiones y habitabilidad conocidas tanto delante como detrás, mejora los revestimientos –ahora de tacto más acolchado– en salpicadero, paneles de puertas y consola central. Los retoques de tapizado han permitido mejorar la visibilidad que permiten los pilares A (del parabrisas) y el cuadro de instrumentación cuenta con pantalla Supervisión de 4,2”, además de estrenar una nueva tapicería mixta (Sports) en piel y ante (de serie en el nivel Emotion). Y en cuanto al meletero, recordar la amplitud de 410 litros con rueda de repuesto normal en su interior (sin rueda hay 564 litros que pasan a 1.353 con el asiento trasero abatido, quedando un suelo casi plano).
Entre los cambios introducidos para disminuir la sonoridad y mejorar el aislamiento, está la adopción de un nuevo parabrisas con una película intermedia entre las dos capas de cristal, que reduce el ruido del aire en marcha, y el montaje del subchasis delantero con la cuna del motor sobre casquillos, en lugar de ir atornillado directamente al bastidor, lo que reduce la transmisión de vibraciones al habitáculo. A ello también contribuye el nuevo eje intermedio en las transmisiones delanteras que permite el montaje de palieres simétricos (con la misma longitud) que dulcifican la conducción, al tiempo que se fija de forma más rígida la caja de cambios, para disminuir resonancias.
Mejora el agrado de conducción.– La suspensión y la dirección deberían ser mejoradas en sus respuestas. Esta fue la única crítica en la prueba que Motor Mundial realizó con el 136 CV de la versión anterior. Y es en lo que se han centrado los ingenieros de la marca para mejorar el comportamiento de este Sportage, mitad SUV y mitad todo terreno, pues dadas sus características puede pasar casi por todas partes, ya que su tracción 4×4 de reparto automático de par y bloqueable al 50% en cada eje, cumple muy bien tanto en asfalto como en pistas de tierra rápidas e incluso terreno abrupto sin que cuente con reductora.

En lo que se refiere a la suspensión independiente, Kia ha realizado también algunas modificaciones que por una parte, logran disminuir los niveles NVH (ruido, vibraciones y asperezas) y por otra mejoran el comportamiento al montar una nueva barra estabilizadora delantera que reduce el subviraje sin recortar el recorrido de suspensión del eje delantero, con un nuevo reglaje de amortiguadores que mejora el compromiso entre confort y estabilidad. Los apoyos de la suspensión son ahora más blandos mientras que los muelles son un poco más duros (los traseros en especial, para reducir movimientos de carrocería y mayor estabilidad del remolque cuando se utiliza una caravana).
Por su parte la dirección mejora su tacto mediante un leve cambio del ángulo de bombeo de las ruedas, siendo un 4,5% más rápida que antes (2,7 vueltas entre topes) debido también a la respuesta más directa con las llantas de 17” y 18” (con neumáticos 225/60 R17 ó 235/55 R18, además de la monta básica en 16”, 217/70 R16).
En el capítulo de motores no hay novedades: se mantiene en gasolina el 1.6 GDi de inyección directa (135 CV) y los dos turbodiesel, el 1.7 CRDi de 115 CV y el 2.0 CRDi en sus dos niveles de potencia, 136 y 184 CV, ofreciéndose el 1.6 GDi gasolina sólo en tracción delantera 4×2, lo mismo que el 1.7 CRDi. El 2.0 CRDi 136 CV está disponible en 4×2 y 4×4, mientras que el 2.0 CRDi 184 CV sólo viene con tracción total 4×4 (ésta sólo actúa cuando las ruedas delanteras pierden agarre, pasando parte del par motriz a las traseras). Todos vienen se serie con cambio manual de 6 relaciones (aunque existe la opción de un cambio automático igualmente de 6 marchas sólo para el 2.0 CRDi 184 CV).
Más equipamiento.– Por último, se ofrecen 4 niveles de acabado (Basic, Concept, Drive y Emotion), con la novedad del Basic, por vez primera en la gama Sportage, asociado en exclusiva al motor 1.6 GDi de gasolina 4×2 a fin de ofrecer un precio de acceso rompedor (16.200 euros con descuento). Pese a ello, este nivel Basic trae de serie 6 airbags, ABS+EBD, ESP (ESC para Kia)+VSM (control y gestión dinámica de estabilidad), DBC (control de freno en descenso), HAC (asistente de arranque en cuesta), ESS (aviso de frenada de emergencia por parpadeo de las luces de freno), sensor de presión de neumáticos (TPMS), llantas de aleación de 16”, volante regulable en altura y profundidad, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, volante y palanca de cambio en piel. Radio CD MP3 con tomas Aux + USB + iPod, conexión Bluetooth, mandos de audio al volante, ordenador de a bordo, control de crucero y aire acondicionado (manual).

Luego, el nivel Concept (disponible con los 1.6 GDi y 1.7 CRDi) añade las barras de techo, faros antiniebla, luz diurna de cruce por diodos, sensor de lluvia para el activado automático de limpiaparabrisas y rueda de repuesto del mismo tamaño y medida que las demás (un detalle de importancia en un SUV como éste).
Sobre éste queda el Drive (ofrecido con todas las motorizaciones salvo la 2.0 CRDi 184 CV) que añade al Concept una serie de refinamientos: llantas de 17” (con neumáticos 225/60 R17), retrovisores exteriores plegables con intermitentes incorporados, pilotos traseros también de diodos, lunas supertintadas, red de maletero, retrovisor interior fotosensible, sensor de luz para el activado automático de faros, sensores de aparcamiento (traseros) y climatizador dual de aire acondicionado. Este nivel Drive puede equipar además dos packs opcionales: el Pack Vision (techo solar panorámico, sólo para los 1.6 GDi y 2.0 CRDi) por 900 euros, y el Pack Total (navegador con cámara de visión trasera, equipo hi-fi Infinity, faros de xenon, techo solar panorámico y antena de techo en forma de aleta de tiburón) por 2.700 euros (de serie en Emotion, disponible con los motores 1.6 GDi, 1.7 CRDi y 2.0 CRDi 184 CV).
Por último, el Emotion añade unas exageradas llantas de 18” y neumáticos 235/55 R18 (sólo en el 2.0 CRDi), la tapicería en piel y ante, acceso sin llave y arranque por botón, selector de nivel de asistencia de la dirección (Flex Steer) y asistente de aparcamiento automático (SPAS).
Con una escala de precios que va de 16.211 a 33.969 euros (contando con las habituales promociones de la marca) y el “núcleo duro” de su oferta entre 19.000 y 24.000 euros, más su supergarantía de 7 años, no cabe duda que este “lifting” del Sportage supone una importante inyección de vitaminas para uno de los SUV compactos más atractivos del mercado.