El primer coupé híbrido comercial, el Honda CR-Z, presentado en el Salón de París de 2010, deja de producirse. Honda suspende su producción tras el verano dado que sus expectativas de venta no se han cumplido, pese al “restyling” de 2013 donde su potencia total pasó de 124 a 137 CV, y sus baterías de níquel-hidruro dieron paso a las de ion-litio. La razón principal de este fracaso se centra en unas prestaciones insuficientes (la potencia final conjunta resultaba escasa) para un coupé deportivo, y en la imposibilidad de rodar en modo sólo eléctrico.