G. P. TURQUÍA 2011: “FERNANDO ALONSO O EL AVE FENIX”

10 mayo, 2011

Nadie lo esperaba. Sólo el mismísimo Fernando Alonso, con su pícara sonrisilla del sábado, y su declaración de principios (“iremos a por el podio”), sabía lo que tenía en las manos: una máquina con la que luchar de tu a tu con los todopoderosos Red Bull.

La salida fue limpia, sin incidentes y se vio enseguida que la lucha iba a ser a cara de «güau, güau», a cara de perro. Alonso estaba decidido a no perder comba en la salida y no malgastar gomas detrás de alguien que le hiciera de tapón, como así ha ocurrido en las tres carreras anteriores. Apretó a Hamilton desde la salida, y el inglés se vio desbordado por la presión, saliéndose de la trazada a las primeras de cambio y perdiendo dos posiciones. Alonso se ponía cuarto en un santiamén. Por delante, un Webber lento era rebasado por un sorprendente y agresivo Nico Rosberg que se ponía segundo al poco de la salida. ¡Cómo traccionan los Mercedes!. Pero dos vueltas más tarde, un inspiradísimo Alonso, adelantaba también a Rosberg y se ponía tercero, a tiro del segundo, Webber. Vitaly Petrov se ponía agresivo, se mostraba nervioso, y empezaba a hacer de las suyas: a las primeras de cambio se las tenía con Schumacher, chocando con el alemán. El heptacampeón del Mundo pasó un calvario durante toda la carrera, encontronazos con unos y otros. «A perro flaco todos son pulgas», debió pensar en algún momento. ¿Y para esto has venido, Michael?, pensamos los demás. Massa empezaba una carrera fulgurante, y se ponía 7º en la 5ª vuelta, superando varias posiciones, pero pronto se vería que su buen hacer era sólo un espejismo. Poco a poco iría desinflándose, otra carrera más. Entretanto, seguía el festival de adelantamientos y Webber se marcaba una pasada a Rosberg, devolviéndosela al piloto de Mercedes. En la vuelta 7, Alonso atacaba a Rosberg que aguantaba el vendaval como podía, hasta que no pudo más. Y por detrás, Hamilton, agresivo y descuidando sus gomas, podía con Button, lucha de compañeros, cuerpo a cuerpo. Lucha de titanes. Pero en la siguiente, Button se la devolvía con un adelantamiento antológico en la curva uno. En la vuelta 9, Alonso ya hacía su mejor vuelta rápida: tenía ritmo de carrera, lo mejor de Ferrari. Massa pasa a Hamilton, pero entran a la vez para hacer su primera parada, y el tuercas es lento con el brasileño, lo que aprovecha Hamilton para salir antes por el pit-lane. En el primer tercio de carrera, vuelta 18, Alonso tiene mejor ritmo que los dos Red Bull. En la vuelta 20, toma y daca de Massa y Rosberg: primero el brasileño adelanta al alemán a la salida de la vuelta 8, pero pronto se la devuelve al activar el DSR, el alerón trasero móvil. En la vuelta 22, Massa era 4º, pero a partir de ahí se desinfló. Alonso se ponía a 2 segundos de Webber, en la vuelta 25. La carrera era puro espectáculo, puro nervio. La coctelera agitada con el DSR, el KERS y los compuestos Pirelli, están dando un combinado perfecto.

El baile de paradas no paró, los grandes fueron todos a cuatro paradas, no equivocando la estrategia. Y el baile de adelantamientos no paraba tampoco: en total, 71 en toda la carrera. Los Hispania y Vettel fueron los únicos que no adelantaron, algo insólito. Se divirtieron todos menos ellos. Claro que el que ríe el último, ríe mejor, debió pensar Vettel. En la vuelta 29, Fernando Alonso llevaba dos vueltas rápidas seguidas. Y llegó el momentazo: adelantamiento magistral del español a su amigo Webber. En ese momento era segundo en carrera a menos de 8 segundos de la cabeza, Vettel. Teniendo en cuenta que Ferrari perdió más de 4 segundos en sus cuatro paradas con respecto a Red Bull, otro gallo hubiese cantado al alemán Vettel. No sólo tienen aerodinámica, down force, carga aerodinámica y alerón flexible, es que además son los mejores en las paradas, puro espectáculo, dirigidos por un Oficial del Ejército del Aire italiano (tiene gracia eso de italiano). Y claro, este año con la cantidad de paradas, estratégicamente, las paradas son todo un arma a sumar a las que ya tienen. Pues que se pongan las pilas en La Scuderia.

El piloto de Ferrari imponía un ritmo frenético, y se alejaba de Webber, al que ya saca casi tres segundos. En la vuelta 35, Button pasa a Massa y Hamilton se las tiene con el tuercas, que le hace perder un mundo de segundos, y toda posibilidad de podio. Pero el inglés tiene raza de campeón, y no iba a permitir perder su cuarta plaza que le permite seguir segundo en la clasificación de pilotos. En la vuelta 36 para Webber, que pone gomas duras, y a la siguiente Alonso se cubre y copia la estrategia, parando y manteniendo su segunda plaza. No obstante, Ferrari sigue lento en las paradas: 4,5 segundos contra los increíbles 3,8 de los Red Bull. Alonso vuela en la 39, haciendo vuelta rápida. Y lo mismo otra vez en la 41. En la 44 nueva parada de Webber y de nuevo Alonso se cubre parando en la 45, pero sus neumáticos son usados y los de Webber nuevos: principio del fin para la segunda plaza del español, que vuelta a vuelta ve como se le acerca Webber como un misil, quitándole medio segundo por vuelta y que le pasa cuando apenas faltan seis vueltas para el final de la carrera. Sería en la vuelta 52. Demasiado para Ferrrari, demasiado aguante a los titanes de la bebida energética. Por delante, Vettel a lo suyo, más relajado, administrando su ventaja, ¿o no?, nunca lo sabremos, pero el miedo lo han tenido en el cuerpo y si no, basta con ver la cara del diseñador del Red Bull, Adrian Newey que era de nervios, preocupación porque el lobo rosso se acerca a ellos.

El alemán Vettel iba sobrado, pero prefirió hacer su cuarta parada, so pena de que entrase el coche de seguridad (por cierto, ¿alguien lo ha visto este año?) y su ventaja se anulase y tuviese que luchar con los de detrás, con neumáticos más frescos. Por tanto, a cubrirse tocan. Por detrás, en el medio del pelotón, el Toro Rosso de Jaime Alguersuari desfallecía con sus gomas, y en cuatro vueltas cedía cinco posiciones, de la undécima hacia atrás. Su sueño de puntuar se desvanecía. Su compañero Buemi respiraba tranquilo.

Para Fernando Alonso, volver al cajón, al sabor del champán, a las ruedas de prensa de fin de carrera, significaba volver a su estado natural, donde quiere estar en todas las carreras y para ello fichó por Ferrari. Sabe que ya tiene material. Sabe que esto es el principio. Le gustan los retos, y éste es el no va más: está a 52 puntos, más que el año pasado para su remontada, (que serían bastante menos de no haber chocado con Hamilton en la segunda carrera de Malasia), pero también con más carreras por delante. A su lado, un Vettel desconfiado: “No podemos fiarnos. Ya vimos el año pasado que este señor que tengo a mi lado, Alonso, viene y va, hay que tenerle siempre en cuenta. No podemos fiarnos”.

Ferrari ya ha sacado las garras y para las próximas carreras meterán más miedo a sus rivales. En Barcelona, como dijo Alonso al terminar, irán al asalto final, “debemos dar el salto definitivo”, admitió el asturiano. La idea que manejan en Maranello es que detectados los problemas del túnel del viento, ya tienen las nuevas piezas que se han puesto en práctica en parte. En Barcelona se pondrá casi todo, que se mantendrá para la siguiente, Mónaco. Stefano Domenicali, director de Ferrari, tiene claro dónde hay que mejorar: “Una vez más, esto nos lleva al sábado, a la calificación, que se convierte en una prioridad de cara a Barcelona”. Para ello es vital conseguir que el monoplaza logre mayor carga aerodinámica en la Q3, para poner a punto los neumáticos y que no sufran tanto. Por ello se introducirá el nuevo suelo ya probado en la jornada del viernes, ello unido a los nuevos escapes para que el difusor trabaje mejor. “En Barcelona veremos hasta dónde llega el nuevo impulso”, manifestó Domenicali. Y para Canadá, ya esperan estar en disposición de ganar carreras, una detrás de otra, para la remontada. Pero esto, es otra historia.

El Ave Fénix, ha vuelto, y ahora, a volar.