La gendarmería del país vecino ha presentado sus nuevos vehículos dotados de radares de control de velocidad (camuflados sobre unidades de la última generación del Renault Mégane), indetectables desde fuera. Destinados a servir tanto en mediciones móviles (en marcha) como en puntos fijos, no llevan antena exterior (oculta tras la matrícula) y su pequeño tamaño les hace casi invisibles (sólo se nota una pequeña cámara sobre el salpicadero). Fotografían sin flash y pueden controlar tanto a los vehículos que van como a los que vienen.