Ferrari SF90 Stradale

6 junio, 2019
J. C. BERGER
Primer híbrido enchufable y con tracción total

La marca del «cavallino» presenta su primer superdeportivo híbrido enchufable (PHEV) y con tracción a las cuatro ruedas, el Ferrari SF90 Stradale, con el «90» por los años que cumple en éste la creación de la «Scudería Ferrari», origen de la marca.

Presentado en Fiorano, el mítico circuito de pruebas de la marca, han estado invitados periodistas de todo el mundo y sobre todo 2.000 clientes potenciales que han podido comprobar «in situ» el impresionante trabajo de diseño aerodinámico traducido en una carrocería de estampa limpia y muy deportiva. Esta, sitúa al Ferrari SF90 Stradale entre las «berlinettas» (coupés biplazas con motor central representados por el F8 Tributo) y los superdeportivos de la talla de LaFerrari, erigiéndose como nuevo símbolo de los futuros deportivos hipertecnológicos. Sus medidas, relativamente compactas, no son tampoco excesivas: 4,71 m de largo por 1,97 m de ancho y 1,19 m de alto, sobre una plataforma de 2,65 m de batalla.

Presenta voladizos muy compactos (más corto el trasero que el delantero) y una cabina avanzada que resalta la posición central del motor. Un centro de gravedad muy bajo ha permitido a los diseñadores bajar 2 cm el área de la cabina, y junto a un parabrisas más curvo, pilares finos y un ancho frontal, crear un deportivo proporcionado y elegante.

La cabina en forma de burbuja imita una cabina de avión, subrayando su avance por la posición de los montantes traseros al techo, mientras los faros de diodos ya no son en forma de L sino horizontal fina integrada con las tomas de aire de los frenos, con una forma de C original y futurista, y utilizando por vez primera en un Ferrari la tecnología de iluminación matricial de control activo de haz para mejorar la visibilidad en todas las condiciones de conducción. La zaga por su parte se distingue por las colas de escape altas y la forma de la luneta, que no sigue la línea del techo al parachoques, separada por la rejilla de enfriamiento. Las luces traseras evolucionan desde la clásica forma circular, con anillos luminosos más apaisados que refuerzan la sensación de anchura y rebajan la de altura.

Ferrari SF90 Stradale: cabina futurista

En cuanto al interior, domina el objetivo explícito de crear una cabina de pilotaje en un ambiente envolvente y aeronáutico con especial énfasis en la instrumentación. Para empezar, la llave de encendido «keyless», personalizada con el nombre del modelo, se aloja en un compartimento especial en el túnel central, formando parte integral del estilo del coche.

Por primera vez en un Ferrari, el cuadro central de instrumentos comprende una única pantalla HD de 16″ curvada hacia el conductor para facilitar la lectura, completamente configurable y controlable usando los mandos del volante. A motores apagados, el cuadro aparece negro: en marcha, dentro de la tradición Ferrari, aparece presidido por un gran cuentarrevoluciones circular, enmarcado ahora por el indicador de carga de la batería, con la pantalla del navegador a un lado del cuentavueltas y el control de audio al otro.

El volante tiene un panel y una serie de botones táctiles para que el conductor controle todas las funciones con sus pulgares. Los controles incluyen el de faros al volante, limpiaparabrisas, intermitentes y el «e-Manettino» para modos de conducción. En los nuevos mandos táctiles del volante, los del radio de la derecha permiten navegar por las pantallas del grupo central, mientras que los controles de voz y crucero quedan en el radio de la izquierda. Destaca el mando rotatorio para el control de crucero, solución derivada de la Fórmula 1, mientras que en la sección inferior izquierda del área central hay 4 botones para seleccionar los modos de conducción, y el «Head Up Display» permite la proyección de datos en el parabrisas dentro del campo de visión del conductor.

Como guiño retro, la nueva caja de cambios automática se acciona mediante una rejilla, en referencia al legendario cambio de marchas manual de Ferrari.

Ferrari SF90 Stradale: nuevo tren de potencia híbrido

Con 1.000 CV y una relación peso potencia de poco más kilo y medio por CV, este Ferrari híbrido «berlinetta» (o sea biplaza de motor central) de motor V8 se sitúa en el tope de gama de su oferta por primera vez en la historia de la marca. El SF90 Stradale monta el motor V8 biturbo de los últimos Ferrari, con sus 8 cilindros en V a 90° y 780 CV, la mayor potencia de todos los V8 en la historia de Ferrari. Los 220 CV restantes proceden de tres motores eléctricos, uno situado entre el motor y el cambio de doble embrague de 8 marchas sobre el eje trasero, y dos en el eje delantero (uno en cada rueda). Aquí te contamos todos los detalles sobre este nuevo tren de potencia híbrido.

Con 4 modos de conducción y una sofisticada lógica de gestión del flujo de energía entre el V8, los motores eléctricos y las baterías, el SF90 es también el primer deportivo de Ferrari con tracción total AWD, convirtiéndose en una nueva referencia en aceleración, pasando de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y de 0 a 200 en apenas 6,7 segundos (el más rápido de la historia), alcanzando una velocidad punta de 340 km/h gracias a una relación peso/potencia de 1,57 kg/CV y una «downforce» aerodinámica sobre el eje trasero de casi 400 kg a 250 km/h. Su peso total final en vacío apenas si supera la tonelada y media (1.570 kg). Para lograrlo, su chasis y carrocería son totalmente nuevos, a base de aluminio, materiales compuestos y fibra de carbono.

Dotado del RAC-e (regulador electrónico de configuración en curva), los dos motores eléctricos delanteros, además de permitir rodar en modo «cero emisiones» controlan independientemente la entrega de par a las dos ruedas, ampliando el concepto de vectorización del par, mientras que el RAC-e gestiona el reparto del par, facilitando la conducción al límite.

Este primer híbrido enchufable de Ferrari posee tracción a las 4 ruedas y una modesta batería de 7,9 kW/h (para no ganar mucho peso) que no le impide anunciar su capacidad para rodar en modo sólo eléctrico y lucir, llegado el caso la etiqueta ECO de la DGT. En esta modalidad sólo funcionan los motores eléctricos delanteros, y su autonomía «Z.E» es bastante reducida (sólo 24 km) lo mismo que su velocidad punta (135 km/h). La batería se carga a través de una toma situada en la parte trasera izquierda (la toma para la gasolina está a la derecha).

En todo caso esta hibridación PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) sirve para sustituir la anterior experiencia «Hy-Kers» del modelo LaFerrari, a la vez que estrena una nueva caja de cambios robotizada de doble embrague y 8 relaciones, más ligera, con la originalidad de carecer de marcha atrás, sustituida por la inversión de la polaridad de los motores eléctricos delanteros (que permite al coche desplazarse hacia atrás en silencio, con el V8 apagado). Esta supresión ahorra 3 kg sobre los 10 menos que pesa sobre la del F8 Tributo, y eso que tiene una marcha más).

El cambio automático de doble embrague tiene menos fricciones internas y distintos desarrollos, lo que se traduce en una mejora del consumo (-8% en ciclo WLTP) sin merma de rendimiento (que incluso mejora un 1% en pista). Más eficiente y lubricado por cárter seco, lleva un embrague un 20% menos más compacto y a pesar de su 8ª marcha soporta hasta 92 mkg de par (un 20% más sobre el anterior cambio de 7 marchas) en arranque y más de 120 mkg en cambios de marcha, rebajando su tiempo de actuación en dos décimas de segundo frente al cambio del Ferrari 488 Pista.

Por primera vez en un Ferrari, el cliente puede elegir entre un automóvil estándar y otro de configuración más deportiva, el Assetto Fiorano con amortiguadores «Multimáticos » (variables) GT-Racing y elementos en fibra de carbono (paneles de puerta, inferior de carrocería) y titanio (amortiguadores, línea de escape) que ahorran 30 kg de peso.

Otra diferencia es el alerón trasero en fibra de carbono que genera 390 kg de presión posterior a 250 kmh/h. El Assetto Fiorano incluye neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 diseñados específicamente para el máximo agarre en seco con un compuesto más suave y menos ranuras que los neumáticos de serie.

Ferrari SF90 Stradale: misión, evacuar el calor

Se ha procurado una gestión inteligente de la refrigeración, capaz de asegurar la entrega eficiente de 1.000 CV en todo tipo de condiciones de conducción sin comprometer los coeficientes aerodinámicos de resistencia y carga aerodinámica. Motor V8, turbos, cambio, batería y motores eléctricos, inversores, frenos… Todo debe refrigerarse debidamente.

El líquido refrigerante del motor V8 y cambio forma parte de un circuito de alta temperatura, enfriado por dos radiadores situados delante de las ruedas delanteras. El flujo de aire caliente de estos radiadores se disipa por los laterales inferiores de la carrocería en lugar de por los flancos, de forma que el flujo de aire de éstos está más frío cuando entra por las tomas de aire delante de las ruedas traseras, mejorando la refrigeración de los «intercooler».

Los motores eléctricos y los inversores tienen un circuito separado con su propio radiador delantero (con una toma central en el parachoques), y los frenos (con discos ventilados de casi 40 cm delante y 36 cm detrás) se refrigeran mediante un apéndice aerodinámico integrado que distribuye el flujo de aire de la toma especial directa por debajo de los faros hasta los discos y pinzas, mientras que los frenos traseros se enfrían por el flujo de dos tomas de aire inferiores, cerca de las ruedas traseras.

Ferrari SF90 Stradale: aerodinámica optimizada… ¡para no despegar!

La mejora de potencia y tracción ha exigido lograr una eficiencia aerodinámica a un nivel nunca antes alcanzado por Ferrari, asegurando un óptimo funcionamiento simultáneo de todo el conjunto (motor de combustión interna, motores eléctricos, batería, inversores…). El resultado ha sido impresionante, con casi 400 kg de carga dinámica extra que hace del Ferrari SF90 Stradale la nueva referencia aerodinámica entre los superdeportivos de altas prestaciones.

Pero refrigeración aparte, la aerodinámica exterior ha sido igualmente decisiva para lograr las impresionantes prestaciones de este SF90. La cubierta del motor se coloca muy baja para minimizar el arrastre del aire, con una sección final en ala suspendida dividida en dos secciones. Una fija, con la tercera luz de freno, y otra móvil con un área frontal en forma de cuña, el llamado «Shut-off Gurney. Esta novedad del Ferrari SF90 Stradale se denomina sistema activo de regulación del flujo de aire sobre la carrocería que mientras permite cargas laterales más bajas, aumenta la carga aerodinámica en curva.

En uso urbano o a máxima velocidad, ambas secciones van alineadas y suspendidas sobre la cubierta del motor, con la cuña móvil actuando como carenado del elemento fijo, dejando que el aire fluya por encima y por debajo del «Shut-off Gurney», que casi no tiene efecto alguno sobre el mismo. Pero bajo condiciones de alta carga aerodinámica (paso por curvas, frenadas o cambios bruscos de dirección), el elemento móvil desciende mediante un par de actuadores eléctricos, cerrando el área soplada inferior y descubriendo el elemento fijo, generando una nueva geometría de cola con una amplia superficie de carga rematada por un gran alerón, que suma una carga extra aerodinámica de alrededor de 70 kg a 250 km/h.

El control de este «Shut-off Gurney» es totalmente electrónico, mediante una centralita que tiene en cuenta la velocidad, aceleración lateral y longitudinal, acciones del conductor, etc, todo ello medido cientos de veces por segundo, para establecer la configuración más eficiente a adoptar.

Además, la fuerza descendente trasera se ha equilibrado con la delantera mediante un sistema de generadores de vórtice (el llamado efecto suelo, que no es nuevo en Ferrari, pero se ha perfeccionado al máximo en este SF90 Stradale). La sección anterior del chasis sube 15 mm respecto a la central donde se sitúan los generadores de vórtices, lo que aumenta el caudal de aire hacia ellos y aumenta su efecto. Mientras, el parachoques delantero se divide en dos secciones con funciones específicas. Entre la sección superior y el capó, hay un resalte que comprime localmente el flujo de aire, de modo que junto con los dos deflectores delante de las ruedas delanteras, genere más fuerza aerodinámica sobre el eje delantero.

Igualmente las llantas de aleación de 20″ (con neumáticos especiales de 235/35 ZR19 delante y 315/30 ZR20 detrás) presentan una estructura radial externa en forma de turbina, de forma que al girar «soplen» los frenos creando una succión que también beneficia el caudal de aire procedente de los deflectores delanteros, generando una carga descendente adicional delantera; además, el aire que sale de las llantas se alinea con el flujo longitudinal lateral, reduciendo la desviación de la masa de aire que sale en ángulo respecto a la dirección del movimiento, y con ella el coeficiente de resistencia (Cd) del vehículo.

Ferrari SF90 Stradale: nuevo programa de mantenimiento

Otra novedad de este Ferrari SF90 Stradale es su programa de mantenimiento Genuine por 7 años, ya ofrecido en toda la gama Ferrari, que cubre el mantenimiento regular en los primeros siete años de vida del automóvil, un servicio muy especial para los propietarios de un coche tan exclusivo como éste, y ahora también disponible para los propietarios de un Ferrari de segunda mano.

El programa de mantenimiento efectúa una revisión regular cada 20.000 km o una vez al año sin límite de kilometraje e incluyendo repuestos originales, efectuado por personal capacitado en Maranello con las herramientas de diagnóstico más modernas, y está disponible a nivel mundial en todos los concesionarios oficiales de la red Ferrari. En definitiva, un híbrido único que no llegará al mercado hasta bien entrado 2020 y a un precio aún pendiente de fijación, pero que los responsables de la marca del «cavallino» sitúan por debajo del de LaFerrari y por encima del 812 Superfast que cuesta 350.000 euros.

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