Al igual que el último Volkswagen Passat, el nuevo Passat Alltrack ofrece también de serie el detector de fatiga al volante de Bosch, una ayuda a la seguridad vial disponible para turismos y vehículos comerciales ligeros que se puede instalar en distintos módulos de control del vehículo. A través de los movimientos del volante, este dispositivo detecta una conducción errática y desatenta recomendando al conductor que detenga el coche y se tome un pequeño descanso. La información se recibe a través de unos sensores en la servodirección eléctrica junto con el sensor de giro del volante que forma parte del ESP.
Los típicos indicios de la falta de atención al conducir son fases en las que el conductor apenas mueve el volante sucedidas por otras de movimientos bruscos y rápidos para mantener el coche en el carril. Según la frecuencia de estas correcciones típicas junto a otros parámetros de conducción (duración del trayecto, uso de intermitentes, hora del día…) el sistema calcula un índice de fatiga que cuando se supera, activa una señal óptica (y/o acústica) en el cuadro, a menudo representada por el pictograma intermitente de una taza de café para avisar al conductor de la conveniencia de efectuar una pausa y tomarse un descanso. No hay que olvidar que el cansancio es uno de los factores que provocan más accidentes. En 2010, la AAA (asociación de automovilistas estadounidense) publicó un estudio sobre accidentes en EE.UU proporcionado por la NHTSA (el equivalente yanqui de nuestra DGT) por el que el cansancio al volante era responsable del 17% de los accidentes mortales de tráfico.
