El Jeep Willys cumple 80 años

4 febrero, 2022
JORGE FERNÁNDEZ
Del frente en Europa a la vida civil

Se cumplen 80 años de la creación del icónico Jeep Willys, un 4×4 de lo más duro y simple que nació de un concurso militar por la necesidad de contar con un vehículo todoterreno, ligero y que pudiera transportar tropas a través de cualquier terreno.

Tras la incorporación de los Estados Unidos a la II Guerra Mundial, en julio de 1940 el Estado Mayor del Ejército convocó a 135 fabricantes de automóviles en un concurso para diseñar y construir un pequeño vehículo de combate. La oferta fue desestimada por la mayoría debido a que el prototipo debía de estar listo en ¡solo 49 días! y tener las especificaciones técnicas de una auténtica navaja suiza, como disponer de tracción 4×4, tener una batalla máxima de 2.032 mm y una altura libre al suelo de 16 cm, no sobrepasar los 590 kg de peso, tener una carga útil de 272 kg, un par motor 11,75 mkg y una velocidad mínima sostenida en conducción todo terreno de 5 km/h.

Jeep Willys MB de 1943

Sólo la Bantam Motor Company logró presentar a tiempo su prototipo diseñado por Karl Probst, pero al no tener un motor aceptable se aceptó valorar el Quad de Willys-Overland que se presentó unos días más tarde. Finalmente se realizó una sinergia entre ambas compañías para sacar adelante el proyecto lo más rápidamente posible. Tras diversas modificaciones, el Quad dejó pasó al MA de 1940 y este evolucionó al definitivo MB de 1941, fabricado también en las factorías de Ford Motor Company para incrementar el ritmo de producción, siendo fabricadas durante los años del conflicto por Ford y Willys más de 700.000 unidades. Como dato curioso se repartieron 145 unidades por regimiento de infantería del Ejército de Estados Unidos, y también se cedieron a los aliados británicos y soviéticos.

Fue el primer todoterreno construido en masa, con un peso muy reducido, descubierto, para cinco plazas y sin puertas. El parabrisas era abatible y montaba un motor gasolina de 2.197 cm3, cuatro cilindros y 60 CV. Dio la talla en todos los frentes, ya fuera el desierto africano, el frio de Rusia o zonas de alta montaña en Europa. Como curiosidad, antes de empezar a fabricarse de manera masiva se había probado en el desierto de California, y había subido las escaleras del Capitolio.

Jeep Willys CJ-2A de 1945

La historia cuenta que el pequeño todo terreno fue bautizado como General Porpouse, que adoptó la abreviatura de sus siglas GP pronunciadas en inglés «G P» y más tarde «jeep». Otras voces opinan que las iniciales procedían de «Gubernamental Proyect», con el mismo resultado final, si bien otra teoría concede el nombre a un personaje audaz de la serie Popeye, «Eugene the Jeep», muy popular en los años 30.

Era un modelo tan versátil que se utilizó como ambulancia, vehículo de mando, soporte para armas pesadas, para remolcar piezas de artillería, para exploración o asaltos, incluso como vehículo de bomberos en los portaaviones.

Jeep CJ-5 de 1955

Tras la guerra se modificó para la vida civil, denominándose Jeep CJ-2, conservando su aspecto espartano aunque añadiendo espacio de carga trasero, remolque y techo de tela. De serie solo traía el asiento del conductor y retrovisor lateral, pero el limpiaparabrisas, asiento del pasajero y las luces traseras había que pedirlas como opción. Más tarde se añadirían más colores para la carrocería y mucho más equipamiento, pero incluso 10 años más tarde de acabada la guerra el Jeep CJ-5 seguía manteniendo su misma estampa. Si bien su mayor batalla permitía mayor amplitud interior y con nuevas suspensiones que aportaban mayor confort y aún con importantes modificaciones se mantuvo en producción hasta los años 80.

En 1947 aparece el Station Wagon AS, con carrocería cerrada y totalmente de acero que aumentaba las posibilidades de utilización, imponiendo rápidamente su utilidad en numerosos sectores comerciales. un año más tarde Willys orientaba al modelo al uso lúdico o para reemplazar al turismo habitual con el refinado Jeepster de 1948.

Jeep Willys Wagon de 1947

La década de los 60 aportó a la gama Jeep nuevos niveles de polivalencia, confort y prestaciones con el revolucionario Jeep Wagoneer (1962). Tenía cambio automático, suspensión delantera independiente, dirección asistida y 6 cilindros, lo que le convirtió en el primer 4×4 de lujo y antecesor directo de los actuales Cherokee y Grand Cherokee.

En 1965 los Jeep CJ-5 y CJ-6 incorporaron el nuevo motor Dauntless V6, que con 155 CV prácticamente doblaba la potencia del motor Hurricane habitual hasta entonces, estableciendo una nueva referencia en prestaciones.

Jeep Wagoneer de 1963

La segunda generación del Jeepster, denominada Commando, ofrecía en 1967 varias formas de entender el todoterreno, ya que se llegó a ofrecer en versiones Station Wagon, descapotable, roadster y Pick-up.

Y ya en 1974, nació un gran nombre en la historia del 4×4: el Cherokee. Aunque en un principio mostraba una estética parecida a la del Wagoneer, pronto tomaría una identidad propia para convertirse en uno de los todoterreno de mayor éxito mundial.

Jeep Commando de 1972

En enero de 1986 llegó la hora del relevo para el CJ-7, pues a medida que crecía el mercado el público demandaba más confort y equipamiento. Y la respuesta de Jeep fue contundente, el Wrangler, aportando una espectacular mejora en confort, eficacia 4×4 y estética interior, además de conservar la la estética y la robustez de su predecesor.

Entre 1945 y 1986 se vendieron alrededor de 1,5 millones del Jeep en sus versiones civiles, hasta que en 1987 se presentó el Jeep Wrangler, que hoy en día disfruta de lo último en tecnología eléctrica con las versiones 4xe híbridas enchufables, aunque eso ya es otra historia…

Nacido en 1986, el Wrangler es la evolución más moderna del Jeep-Willys original

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