Bugatti Legend “Rembrandt Bugatti”

13 marzo, 2014
JUAN ROBREDO

La cuarta leyenda
A Bugatti le va bien el lanzamiento de sus mini series especiales del Veyron, como modo de singularizar más este ya de por sí singularísimo modelo. No se puede hablar ni siquiera de series limitadas (como en este caso, en que son sólo tres unidades) sino más bien de versiones a medida en homenaje a algún destacado personaje del mundo del deporte o las artes. Y todos bajo el denominador común de “leyendas de Bugatti”.
Por eso, la marca de superlujo del grupo Volkswagen que mantiene la antorcha de aquella otra que fundó en Molsheim el maestro Ettore Bugatti (aunque aparte de la localidad alsaciana, tenga ya muy poco que ver con ella), ha lanzado dentro de su tradición “legendaria” de versiones homenaje este especial Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse en honor del malogrado escultor y hermano de Ettore, Rembrandt Bugatti, cuarta de las seis “leyendas” (tras las dedicadas a los pilotos Jean Pierre Wimille, Jean Bugatti y Meo Constantini) que la marca de Molsheim tiene previsto lanzar. El Salón de Ginebra ha sido el marco elegido para ello, un entorno más familiar y cercano al fundador de la marca (los anteriores lo fueron en los salones de Dubai y Beijing) para honrar la memoria de su hermano escultor, que se suicidó en 1916 a los 31 años, en medio de una grave depresión provocada por el terrible conflicto de la Primera Guerra Mundial.

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Por lo demás, este “Rembrandt Bugatti” comparte las mismas características técnicas de sus hermanos, siendo desde abril de 2013 y hasta hace unas semanas el coche más rápido del mundo, con sus 408,84 km/h, título que perdió a el 24 de febrero cuando en Miami un Koenisseg especialmente preparado logró los 435 km/h, actual récord mundial. Su motor de 16 cilindros en W y 8 litros de cubicaje, alimentado por cuatro turbos anuncia 1.200 CV y 153 mkg de par (entre 3.000 y 5.000 rpm) siendo el motor de automoción más potente del mundo, y le sigue permitiendo mantener el récord mundial de aceleración de 0 a 100 km/h (2,6 segundos).
El coche está pintado en marrón y bronce, con el caballo de Bugatti en platino sobre la parrilla, y el logo posterior EB también en platino sobre la zaga, con la firma de Rembrandt Bugatti marcada al láser sobre los tapones de combustible y aceite. En el interior tenemos una combinación en beige y bronce (con la tapicería en piel color “cognac” y el elefante en medio de la caja de separación central, en bronce, sobre la tapa de fibra de carbono igualmente en color bronce. El cuero “cognac” de la tapicería se combina a contraste con otro más oscuro (“café”) formando un conjunto realmente sobrio y elegante, donde el máximo lujo reside en los detalles en platino (como el logo EB en el volante) o en carbono y bronce (como la inscripción “Les légendes de Bugatti” sobre la consola central).

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Con esta versión especial, que pese a todo con sus 2.180.000 euros (precio similar al de las otras tres “leyendas” ya presentadas) no llega a batir el récord de precio de un Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse (supera por poco los 2.132.700 del “Lang Lang”, pero no llega a los 2.280.000 del “Jean Bugatti”), la marca rinde homenaje al malogrado Bugatti escultor, homenaje unido a la exposición monográfica sobre su obra que tiene lugar del 28 de marzo al 27 de julio del presente año en el Museo Nacional de Berlín.

REMBRANDT BUGATTI
Nacido en Milán y bautizado con el nombre del famoso pintor holandés, Rembrandt Bugatti era hermano menor de Ettore y se dedicó desde temprana edad a la pintura y sobre todo, la escultura. El padre, Carlo Bugatti, consciente de sus aptitudes, le envió muy joven a la Academia Brera, y llegó a realizar más de 300 obras en bronce, en especial sobre animales tanto domésticos como exóticos. Expuso en Venecia y París y cuando empezaba a ser conocido, la guerra truncó su futuro. En su honor, Ettore Bugatti reprodujo su escultura del elefante encabritado como símbolo sobre el tapón del radiador del Bugatti Royale (el Tipo 41, el mayor y más lujoso modelo de la marca) diez años después de su muerte, y ese mismo elefante alzado sobre sus patas traseras luce hoy en este espectacular Veyron 16.4 del que sólo se han construido tres unidades, y están ya las tres vendidas.

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