Salón para cuatro
La marca británica se ha reservado un as en la manga para mostrar en Ginebra una variante aún más grande de este Mulsanne EWB, el Bentley Mulsanne “Grand Limousine” carrozado por su especialista privado, Mulliner.
Se trata de un impresionante sedán sobre la plataforma del EWB presentado a dos colores (el gris Silver Frost para el centro y techo y el azul Moroccan Blue para frontal y laterales) y esta vez para 6 plazas, con 4 traseras enfrentadas a dos filas. Bentley dice que es un metro más largo que el Mulsanne normal (no que el EWB), lo que significa que pasaría de los 5,83 m del EWB a algo más de 6,5 m (el Mulsanne sedán normal mide 5,58 m de largo). Este Mulsanne Grand Limousine se convierte en el coche más lujoso y exclusivo jamás salido antes del departamento de personalización de Mulliner, una auténtica limusina presidencial para altos mandatarios y supermillonarios, con un interior para cuatro pasajeros en la parte posterior con los asientos enfrentados dos a dos y bajo el arco de madera del techo hecho a mano y forrado de piel. La privacidad está más que asegurada gracias al cristal electrocrómico inteligente que separa la cabina del resto del interior y que pasa de transparente a opaco con un simple botón.
Para esta “Grand Limousine” Mulliner ha recurrido a las mejores pieles, tejidos y maderas para confeccionar un habitáculo inspirado en el de los grandes “jets” privados. El rediseño de la plataforma ha permitido instalar cuatro grandes butacas independientes y con todo tipo de reglajes eléctricos, funciones de masaje, ventilación y calefacción. Además, cuenta con un nuevo equipo de climatización desarrollado en exclusiva para esta superlimusina, junto a detalles como mesas plegables, toma de carga y conexión para iPad, frigorífico y enfriador de botellas de vino con copas a medida de cristal esmerilado. También dispone de un intercomunicador para informar al conductor, totalmente aislado del habitáculo posterior.
Bentley no ha dado datos de dimensiones y mecánica, pero respecto a ésta todo indica que montará el mismo motor del Mulsanne Speed, o sea el V8 6.75 de 537 CV, que aún así no será tan excesivo para este “super Mulsanne” de más de tres toneladas de peso (y eso sin blindar…). En todo caso, será un modelo a medida y de exclusiva producción bajo pedido. Desde luego, para aquellos que pese a su fortuna no quieran caer en tanta ostentación, el Mulsanne EWB representa ya una opción formidable, con su diseño elegante de super sedán pero sin cuerpo central intermedio (y mostrado también en Ginebra a dos colores, pero mucho mejor conjuntados –crema y marrón- que los de su primo de Mulliner). Aunque muchos piensen que coches como éstos representan la era de los dinosaurios en el mundo de la automoción actual…
