Audi vuelve al Dakar y quiere ganar con un coche eléctrico

El Audi Center Madrid Norte acogió la presentación del equipo español compuesto por Carlos Sainz y Lucas Cruz, que competirá en la próxima edición del Dakar con el espectacular prototipo eléctrico Audi RS Q e-tron.

Este nuevo y ambicioso proyecto en el que se embarca la marca de los cuatro aros, integra, además del equipo español, dos equipos más de auténtico lujo compuestos por Stéphane Peterhansel/Edouard Boulanger (Francia) y Mattias Ekström/Emil Bergkvist (Suecia), compañeros pero a la vez rivales que lucharán para conseguir la victoria en el siempre exigente Rally Dakar.

La multitudinaria asistencia de medios de comunicación a la rueda de prensa mostró la elevada expectación que supone que la exitosa pareja española ganadora de las ediciones de 2010, 2018 y 2020, se estrene con el constructor premium germano en la edición Dakar 2022, con un novedoso concepto de vehículo eléctrico con el que aspira en ganar el rally más exigente del mundo volviendo a hacer historia en la competición.

Audi RS Q e-tron, un prototipo electrificado

Audi es el primer fabricante en emplear un prototipo de competición dotado de un sistema propulsor electrificado alimentado con la electricidad producida a partir de un motor de gasolina. Se trata de un poderoso sistema de propulsión eléctrico que está alimentado por una batería de iones de litio de alta tensión con 52 kWh de capacidad y 370 kg de peso, que se recarga al conducirlo o mediante la recuperación de energía en la frenada.

Este innovador prototipo electrificado hereda su unidad motor-generador del monoplaza e-tron FE07 participante en la Fórmula E de este año. Con mínimas adaptaciones al prototipo dakariano, es capaz de desarrollar 680 CV de potencia a través de dos motores eléctricos situados uno en cada eje que le dotan además de la tracción integral. Con una sola marcha, no hay conexión mecánica entre ambos ejes (se ahorra peso y espacio), con lo que un software desarrollado por la propia Audi, se encarga de distribuir el par entre los ejes, haciendo la función de un diferencial central virtual configurable.

Del suministro de energía se encarga un motor gasolina TFSI proveniente del coche participante en el DTM, muy eficiente entre 4.500 y 6.000 rpm, y que permite ofrecer un consumo por debajo de los 200 gramos por kWh. Una tercera unidad motor-generador convertidor de energía, se encargaría de recargar la batería de alto voltaje durante la conducción, con lo que podríamos considerar al sistema como un “range extender” al uso.

Adaptación necesaria y trabajo por delante

Con solo 12 meses de desarrollo, para Carlos Sainz el reto es doble. Con 59 años a sus espaldas, es sin lugar a dudas el vehículo más complejo con el que nunca ha competido y para la marca, que regresa al Dakar tras sus éxitos en los años 80, la presión por no defraudar con un vehículo eléctrico con tecnología innovadora para competir en el desierto es aún mayor.

La edad no es un problema para Carlos Sainz, que suple con su amplísima experiencia en la alta competición y sus ansias por seguir ganando. “Mi aspiración y la de Lucas es intentar ganar el Dakar con este coche. Si hay una marca pionera en competición, es Audi. El Audi quattro cambió el Campeonato del Mundo de Rallyes para siempre, luego vino Le Mans y con el RS Q e-tron intentaremos algo parecido en el Dakar, que supone un reto definitivo para un prototipo con un tren motriz eléctrico. Hablamos de volver a hacer algo especial, diferente, algo que nadie ha conseguido. Estamos comprometidos y muy motivados, para nosotros es una gran responsabilidad”.

Carlos describía así sus impresiones tras sus primeras pruebas a los mandos del RS Q e-tron: “Aquí no hay marchas, no tienes que soltar el embrague. Según aceleras, el coche sale disparado, sin retraso en la respuesta. Contamos con cuatro ruedas motrices, pero sin un diferencial mecánico entre los ejes. Se puede decir que es un diferencial permanente virtual; de ahí lo complejo que resulta trabajar con esta tecnología, es realmente apasionante la cantidad de parámetros con los que puedes jugar. Todo se gestiona a base de software, que hay que desarrollar y poner a punto, incluyendo el freno motor, que es muy efectivo. A la hora de pasar dunas, por ejemplo, es un coche muy competitivo, no tienes que preocuparte de la marchas en las que vas, ni quitar las manos del volante. Pero esta carrera no se gana ni se pierde en las dunas. Todavía no sabemos dónde estarán nuestros rivales, pero el RS Q e-tron se va a defender bien en todos los terrenos”.

Para su navegante, Lucas Cruz, también es plantea un reto: “La tecnología eléctrica es el futuro de la movilidad, y estoy realmente entusiasmado con el hecho de poder competir en el Dakar con Audi por primera vez y con un coche como el RS Q e-tron. Impresiona cuando entras en un equipo con un historial tan impresionante y una gran empresa como es Audi para afrontar el Dakar con una tecnología pionera. Queda mucho trabajo por hacer en cuanto a software, pero también hay un componente humano que es necesario. Me sorprende ver el nivel de compromiso de todos los departamentos involucrados, especialmente en el desarrollo del coche”.