Tras haberla cerrado en 2002, Ford ha decidido volver a lanzar Lincoln como la marca “premium” del grupo, ahora que Jaguar ya no le pertenece.
De momento en Dearborn contemplan la producción de un único modelo, el Continental, no excesivamente grande (sobre la plataforma ampliada del Mondeo, con tracción delantera y 5,20 m de largo como máximo), en carrocería sedan y especialmente pensado para el mercado americano, aunque con Lexus y Audi como marcas de referencia. Ford pondrá el acento en el equipamiento tecnológico más que en el lujo, aunque no decepcionará a sus clientes (visión periférica a 360º, control de crucero inteligente, aparcamiento automático, etc), así como en la conectividad a Internet (CarPlay, Android Auto…), equipando también el sistema de infoentretenimiento Sync 3. Con abundancia de cromados y materiales nobles, destacará por sus manillas de puerta integradas en los perfiles de base de las ventanillas, tipo “asa de maleta”. La mecánica se confiará a un motor gasolina V6 3.0 GDI biturbo de 400 CV asociado a un cambio automático y tracción integral AWD.