Dentro de las tradicionales baterías de plomo, ha surgido una nueva evolución con muchas posibilidades de empleo para usos de tracción; se trata de las baterías de plomo-ácido-carbono, con placas de plomo inmersas en una solución acidulada con ácido sulfúrico pero con el electrodo negativo parcialmente construido en carbono. Su mayor ventaja radica en una mayor velocidad de paso de la energía eléctrica, hasta el punto de convertirla en un supercondensador, pero con una mayor densidad eléctrica y a un costo mucho menor. De momento se está trabajando en fase experimental sobre estas baterías, pero todo indica que puede ser una solución muy interesante para vehículos híbridos. Resultan apenas al doble de precio que una batería convencional y de similar peso, con 36 kg para una del doble de tamaño de las convencionales, que sería capaz de proporcionar hasta 9 Kw de potencia, con una capacidad de entrega de 0,5 Kw/h. Esto es, una potencia y capacidad de entrega muy similar a las de Ni-H, cuyo precio a igualdad de prestaciones es 5 veces mayor…
