El acuerdo de colaboración en el grupo galo PSA y la norteamericana General Motors plantea numerosos problemas de coincidencia de desarrollos, con planteamientos no siempre convergentes y hasta opuestos. Por ejemplo, GM ha declarado que no está interesada en absoluto en el sistema de tracción híbrida Hybrid4 de Peugeot, mientras que PSA sí lo está en el eléctrico “extended range” del Opel Ampera (que podría contar con una versión en Peugeot o Citroën, o en ambas) pero no en la pila de combustible en la que también trabaja GM. El único gran punto de cooperación hasta el momento es el desarrollo de un cambio robotizado de doble embrague (del que los dos carecen) que desarrollaría PSA.