El A1 es un producto de los llamados “premium”, el cual establece nuevas referencias en su segmento, que lo sitúa al nivel de coches de mayor tamaño, con toda la funcionalidad de un coche pequeño y el lujo y calidad que se espera de un Audi. Atractivo de línea, tiene espacio para cuatro personas y un maletero tan sólo razonable y una presentación interior que seduce.
Eso sí, es más caro que sus rivales, comparando versiones y equipamiento. El reto esta servido, Audi ya tiene su “mini”, como así se ha querido interpretar. Aunque hay que reconocer que este tipo de coches se compran más con el corazón que con la cabeza y suelen provocar enamoramientos duraderos. Provisto de una carrocería de buena aerodinámica (Cx de 0,32) instalada sobre la plataforma del nuevo Polo, mide 3,95 m de largo, 1,76 de ancho y 1,42 de alto, con una batalla de 2,47 m. Sus líneas armoniosas, fluidas y elegantes tienen un toque de deportividad, su construcción ligera, con aceros de última generación altoresistenciales con contenido de niobio utiliza un moderno sistema adhesivo para unir las piezas del bastidor, logrando el conjunto una gran ligereza (1.200 kg) con una rigidez torsional notable.
El diseño del habitáculo está cuidado al detalle, con una presentación impecable, ofreciendo unas posibilidades superiores a las habituales en vehículos de su tamaño. Las plazas delanteras son anchas, aunque los ocupantes están cerca uno de otro, al tratarse de un coche pequeño. Los asientos se posicionan algo bajos pero son confortables y regulables en altura (aunque no demasiado), el del conductor con regulación lumbar, aunque agradeceríamos algo más de sujeción lateral en la espalda.
Atrás, el diseño de la carrocería condiciona el espacio disponible, que es limitado para las cabezas y piernas de los dos ocupantes cuando se trata de personas que miden más de 1,65 m de altura. La comodidad para acceder a estas plazas, al tratarse de un automóvil de 3 puertas, es todavía mejorable, pese al sistema “easy entry”, sobre todo si deben utilizarse a menudo.
En cuanto a la capacidad del maletero, los 270 litros cumplen con las expectativas en un coche de su tamaño exterior. Ahora bien, abatiendo los respaldos de los asientos traseros se logran unos sorprendentes 920 litros. Todo ello, gracias a no llevar rueda de repuesto, sustituida por un kit antipinchazos, situado debajo del piso del maletero junto con la batería. Otro detalle interesante, es que el portón trasero cuenta con apertura y cierre eléctrico.
El salpicadero esta recubierto de un plástico laminado, ofreciendo un tacto muy agradable. El diseño del cuadro de instrumentos perfectamente legible a través del volante de tres radios o la situación del navegador (opcional) escamoteable en la parte superior central del salpicadero son muestra del buen hacer de Audi, al igual que la ergonomía de mandos, aunque no podemos decir lo mismo de los pedales posicionados demasiado desplazados hacia la derecha, lo que genera cierta incomodidad y mayor cansancio al conducir.
El motor 1.4 TFSI de gasolina dispone de inyección directa, sobrealimentado por un turbocompresor con su correspondiente intercooler refrigerado por agua. Se trata de un 4 cilindros en línea con doble árbol de levas en culata y 16 válvulas, que desarrolla una potencia de 122 CV a 5.000 rpm, con un par máximo de 20,4 mkg entre 1.400 y 5.000 rpm, con un 90 por ciento del par constante desde 1.250 hasta casi 5.000 rpm, mostrando una gran agilidad. Asociado al cambio automático S tronic de 7 relaciones obtiene grandes aceleraciones y buenas eficiencias.
La suspensión delantera es independiente de tipo MacPherson con triángulo inferior y la trasera semiindependiente con eje torsional siendo sus reglajes tirando a deportivos (S Line). La dirección de cremallera de asistencia electrohidráulica tiene buen tacto y ofrece un diámetro de giro de sólo 10,6 metros muy práctico en ciudad. En cuanto al equipo de frenos con cuatro discos (los delanteros ventilados) de 290 y 230 mm respectivamente son suficientes para las características del coche. Y el ESP, además de su función habitual, dispone de un bloqueo electrónico activo del eje delantero con reparto de par en función de la trayectoria para ganar estabilidad direccional.
Es 6 cm más ancho que el Polo con mejor superficie de pisada y ausencia de voladizos, que se traduce en una solidez y estabilidad en carretera de coche más grande, con un tacto agradable para uso diario. En trayectos urbanos se beneficia de una brillante maniobrabilidad y facilidad para aparcar, debido a sus contenidas dimensiones.
En carretera tiene una agilidad y desparpajo sorprendentes, gira plano con un tren delantero muy preciso y una parte trasera bien sujeta, complementado por unas suspensiones más firmes, que permiten un elevado paso por curvas y una conducción dinámica estimulante, ofreciendo una sensación de aplomo a la altura de las mejores berlinas, gracias también a su excelente reparto de pesos entre el eje delantero y el trasero.
El aislamiento acústico en marcha alcanza valores altos, donde sólo destaca el ruido de rodadura que generan unos dimensionados neumáticos de 215 con perfil 40 montados sobre llantas de 17 pulgadas opcionales, frente a los 215/45 R 16 del acabado S Line y es que además del ruido, transmite demasiado las irregularidades del asfalto, lo que unido a una suspensión deportiva, perjudica el confort de marcha, aunque no de un modo excesivo. La dirección rápida con sus 2,25 vueltas de volante responde con precisión las ordenes ejecutadas sobre el volante. Los frenos son asimismo sobresalientes, con sus cuatro discos de buenas dimensiones bien apoyados por su eficaz y poco intrusivo ABS de quinta generación, aunque el pedal de freno es algo esponjoso en su recorrido final.
A consecuencia de la ligereza del A1, el rendimiento del motor TFSI está por encima de lo habitual en un propulsor de su limitado cubicaje, al ofrecer una respuesta inmediata a la menor insinuación del pedal del acelerador, con gran fuerza desde 1.500 rpm, que se mantiene constante hasta casi las 5.000 rpm, favorecido por su excelente par, mostrando en todo momento una gran elasticidad. El cambio automático de doble embrague S tronic de 7 relaciones (con “Hill Assist”), también con función manual por levas, proporciona una gran suavidad y rapidez en la transición de las marchas, con un desarrollo final en 7ª de 49,3 km/h a 1.000 rpm, que le permite circular tranquilamente en esta relación a 70 km/h aproximadamente a 1.400 rpm sin tirones ni protestas gracias a la elasticidad del motor, pero con esta marcha no alcanza la velocidad máxima al ser demasiado larga, esta se consigue con la 6ª al régimen de potencia máxima, quedando la 7ª como una marcha de descanso y de poco consumo de gasolina.
Las prestaciones del Audi A1 1.4 TFSI son excelentes y bastante deportivas, esta es la ventaja de los motores TFSI, alto rendimiento y escasa cilindrada. Alcanza una velocidad máxima de 203 km/h, acelera muy bien, ya que tarda 9 segundos en el 0 a 100 km/h, los 400 m los realiza en 16,5 segundos y cubre los 1.000 m en 30,6 segundos. Las recuperaciones tampoco son malas, situando la palanca del cambio en la “D” y circulando a 40 km/h alcanza los 400 m en 14,7 y los 1.000 m en 28,4, y desde 50 km/h, los 400 m en 14,1 y los 1.000 m en 27,8 segundos, todas cifras destacables para un motor de sólo 1.390 cc.
Los consumos de gasolina son bastante contenidos si tenemos en cuenta su buena aerodinámica y la ligereza del conjunto. Si nos centramos en las leyes actuales de tráfico, circulando a 90 km/h gasta 5,3 lit/100 km, entre 110 y 120 km/h sube a 6,9 litros, mientras que en circulación urbana sólo gasta 7,5 lit/100 km, gracias a la recuperación de la energía cinética en la frenada y al eficaz sistema Stop/Start de parada y arranque automático en detenciones, de muy buen funcionamiento, logrando una media total de 6,6 litros y unas emisiones de CO2 (gr/km) de 119, ahorrándose el impuesto de matriculación.
Hay que tener en cuenta que los consumos de combustible son muy propensos a elevarse en conducción deportiva, ascendiendo de un modo notable. El equipamiento de serie en este nivel Ambition es bastante completo, al disponer de 6 airbags, asientos delanteros de tipo deportivo, ABS + EBV + SAFE + EDS + ASR + ESP, Stop/Start, suspensión deportiva, faros antiniebla, aire acondicionado, encendido automático de luces, sensor de lluvia, luz de marcha diurna, dirección regulable en altura y profundidad, cierre centralizado de puertas / maletero / depósito, etc, siendo su precio de 22.350 euros.
Próximamente Audi presentará la versión de 5 puertas, el A1 Sportback, que se une al recién introducido 1.4 TFSI con doble alimentación (turbo y compresor) que rinde 185 CV (motor que ya equipan el Volkswagen Polo GTI, el Seat Ibiza Cupra y el Skoda Fabia RS pero rindiendo 5 CV menos, es decir 180 CV), asociado a la caja automática S tronic de doble embrague para configurar la versión S1 que pasaría a coronar la gama Audi A1.