6 razones para no conducir con neumáticos desgastados en verano

24 julio, 2019
GONZALO NAVARRO
La seguridad en juego

Te recordamos por qué debes de comprobar la banda de rodadura de los neumáticos de tu coche antes de emprender un viaje largo en verano con el fin de ir más seguros, cómodos y evitar sorpresas inesperadas que nos hagan perder tiempo y dinero.

En plena época estival en la que nos encontramos, conducir con los neumáticos desgastados o mal mantenidos no es un aspecto que debamos pasar por alto. Es el caso de los meses de verano, durante los que el coche recorre largas distancias y se producen al mismo tiempo millones de desplazamientos por carretera. El desgaste de la goma del neumático, la banda de rodadura o dibujo, es un elemento clave. En invierno, se le suele prestar mucha atención porque la mayoría de los conductores tiene claro que el estado del neumático determina la capacidad de reacción del vehículo frente a las malas condiciones climatológicas; pero en verano la gente se relaja y olvida los riesgos de conducir con los neumáticos desgastados,

No cabe duda de que los neumáticos son una pieza vital para que los viajes sean más seguros, más cómodos e incluso más económicos. Por eso, es fundamental comprobar la presión y la alineación de las ruedas, asegurarse de que la carcasa no tenga bultos ni grietas y, por supuesto, comprobar el punto de desgaste de la banda de rodadura, que jamás debería ser inferior a 1,6 mm, el límite legal.

¿Por qué es un riesgo conducir con neumáticos desgastados en verano?

Grupo Andrés, especialistas en neumáticos, nos recuerda cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos al efectuar grandes desplazamientos con temperaturas muchas veces abrasadoras:

– Recorrer largas distancias exige un esfuerzo mayor y más constante de los neumáticos. Si están en buenas condiciones, resisten mejor los pinchazos o los frenazos bruscos.

– El asfalto, en la mayoría del territorio español, alcanza temperaturas muy elevadas, que indicen directamente en la resistencia de la goma de los neumáticos, que llega a soportar hasta 10 grados más de la temperatura ambiente.

– Con tráfico intenso se pueden dar lugar situaciones inesperadas que requieren una gran capacidad de agarre y de frenada. Si necesitamos frenar a fondo y no llevamos una banda de rodadura sana veremos cómo perdemos adherencia de forma progresiva, con la correspondiente pérdida de control de nuestro vehículo y el susto garantizado

– Relacionado con esto, no estamos libres de ser sorprendidos por una tormenta de verano. Si a una mala presión de los neumáticos le sumamos un dibujo desgastado, el resultado puede ser el aquaplaning.

– Es imprescindible revisar la profundidad de la banda de rodadura ya que también repercute en el gasto de combustible al determinar la resistencia de los neumáticos sobre el asfalto. Si es mayor hace que el coche consuma más durante el trayecto.

– Y si estos peligros no son suficientes para decidirse por un cambio de neumáticos cuando la banda de rodadura está desgastada, también conviene recordar que por debajo el mínimo legal de 1,6 mm, la multa puede alcanzar los 200€ por neumático e incluso si están en pésimas condiciones las fuerzas de seguridad nos pueden inmovilizar el vehículo. En todo caso, lo recomendable es no llegar a los 1,6 mm y sustituirlos cuando empiezan a estar por debajo de los 3 mm, y con más razón si además tenemos planeado viajar.

Grupo Andrés insiste en la conveniencia de ponerse en manos de talleres especializados cuando el coche requiere un cambio de neumáticos y, ante la duda, confiar en sus consejos y advertencias para sacar el máximo rendimiento del vehículo sin correr riesgos.