SKODA ha actualizado su modelo más comercial y representativo, con diferencia sobre el resto de su gama, el Octavia, sin grandes cambios estéticos o tecnológicos. Desde 1996 en que apareció, se han vendido más de dos millones de unidades de un coche que ha encajado muy bien en el mercado europeo. El Octavia es todo un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas en este segmento, donde el conductor medio europeo valora por encima de todo la calidad, fiabilidad, seguridad y funcionalidad, y suele huir de experimentos estéticos. Por lo tanto, son pocos los cambios efectuados, justo los suficientes para hacer frente a la gran competencia de su segmento, manteniendo las cualidades de espacio, economía y equilibrio general que siempre han caracterizado a este modelo, aprovechando su pertenencia al grupo Volkswagen para disponer de sus órganos y componentes, como son los nuevos motores, cajas de cambio manuales de 6 marchas o las automáticas DSG de doble embrague de 6 y 7 relaciones, etc.
Nueva imagen y la misma habitabilidad.— A nivel estético, el nuevo Octavia mejora cualitativamente su imagen con unos ajustes de carrocería perfectos. En Skoda han tenido claro que no era necesario cambiarlo mucho para que el Octavia siguiera siendo un modelo competitivo, buscando con sentido común el referente de su hermano mayor, el Superb. Así el nuevo frontal se parece al del Superb, dándole un aspecto c o n . L o s faros son ahora más grandes y alargados, mientras que los antiniebla cambian su ubicación. Cambia la parrilla sobre la del modelo anterior, y tanto en la parte lateral como en la trasera cuesta apreciar los cambios, que aunque existen, hay que fijarse bien o compararlo con el modelo anterior para apreciarlos (como los rediseñados grupos ópticos traseros, los reflectores de la parte baja del paragolpes, etc).
El interior mantiene las mismas dimensiones del modelo anterior, por lo que su gran habitabilidad no varía (ya era una de sus mejores bazas) así como su gran capacidad de maletero (560 litros), mejorando los revestimientos -más refinados-con nuevas combinaciones de colores interiores. Los asientos han sido rediseñados y acogen mejor a sus ocupantes, mientras que los apoyacabezas delanteros son ahora activos (o sea que protegen del contragolpe cervical). El volante es de nuevo diseño recubierto de un material de agradable tacto, y la salida de aire a las plazas traseras es de nueva factura.
Se incluyen nuevos sistemas opcionales de audio y navegación de origen Volkswagen, así como la posibilidad de conectar dispositivos como el MP3, mediante conexión USB y Bluetooth «manos libres ». En la mecánica la novedad se centra en la incorporación del motor 1.4 TSI, un bloque de 4 cilindros con inyección directa, distribución biárbol con 4 válvulas por cilindro y sobrealimentado por un turbocompresor con su correspondiente «intercooler» (radiador del aire de admisión) que da 122 CV a 5.000 rpm con 20,4 mkg de par máximo constante entre 1.500 y 4.000 rpm.
Buen comportamiento.— Esta versión 1.4 TSI se trata sin duda de la motorización más atractiva de las tres disponibles en gasolina (las otras dos son los 1.8 y 2.0 TSI, con 160 y 200 CV cada uno) en relación a su nivel de consumos y prestaciones, beneficiándose aquí de la nueva plataforma del Golf, ya excelente gracias a sus suspensiones independientes, con la trasera multibrazo de notable poder direccional, mientras que la delantera mantiene su precisión con el conocido eje tipo Mac Pherson.
Por lo demás, tanto en suspensiones, frenos y dirección, el nuevo Skoda Octavia no cambia respecto al anterior modelo. De la combinación del nuevo Octavia con el motor 1.4 TSI surge un vehículo muy agradable de conducir por su refinamiento mecánico y lo bastante potente como para convertirse en la opción de gasolina más interesante y equilibrada. En carretera posee unos reglajes de suspensión y amortiguación muy neutros y equilibrados entre el tren delantero y el trasero, sin excesiva sensación de subviraje y con un gran confort de marcha, que absorbe bien las irregularidades del firme y, aunque aumenta algo el balanceo de la carrocería en curva, no es molesto por su progresión.
Los cambios de trayectoria y la inserción en curva con sus cambios de apoyo son muy rápidos, con una velocidad en curva excepcional (más aún con los neumáticos opcionales 205/55 R16 de nuestra unidad de prueba). La dirección de cremallera de asistencia eléctrica es bastante rápida y precisa, con un tacto agradable y un diámetro de giro que le permite maniobrar con facilidad en el tráfico urbano. Los frenos son eficaces, con cuatro discos con los delanteros ventilados, de tacto muy progresivo en todo el recorrido del pedal y bastante resistentes al trato duro, sin aparentes síntomas de fatiga.
Motor brillante.— El pequeño motor 1.4 TSI (1.390 cc) tiene un gran rendimiento con toda una serie de virtudes: es muy elástico, gira redondo y suave y además es bastante silencioso, minimiza el uso del cambio y gasta poco mientras no se le exija al máximo. Toda una delicia de conducción para todos aquellos que no se obsesionen con la deportividad. El cambio manual de 6 marchas es agradable y preciso, y sus desarrollos bastante largos están perfectamente compensados por los más de 20 mkg de su par constante entre 1.500 y 4.000 rpm. Se puede circular en 6ª marcha sin problemas desde 2.000 rpm (90 km/h), para aumentar luego la velocidad sin tener que reducir a una marcha inferior. Salvando las distancias recuerda el funcionamiento de un turbodiesel, pero con un giro más refinado y silencioso.
Afronta los repechos en 6ª perfectamente, pero si vamos muy cargados basta cambiar a 5ª y problema resuelto, manteniendo una buena agilidad de marcha, pues en 5ª a 3.000 rpm ya rueda a algo más de 110 km/h. Así, sus prestaciones se sitúan a un buen nivel. Logra su velocidad máxima (200 km/h) en 6ª, a casi 4.600 rpm, 400 vueltas antes de su régimen de potencia máxima (prueba del largo desarrollo de la 6ª, con 44,7 km/h cada 1.000 rpm), y acelera con brío cubriendo el 0-100 Km/h en 9,6 segundos y el km con salida parada en sólo 30,2 segundos, mientras que las recuperaciones son las típicas de un motor turboalimentado, es decir brillantes gracias a la elasticidad del motor. En uso normal y respetando los límites vigentes en España, los consumos son austeros; a 90/100 km/h gasta 5,4 l/100 km, a 120/130 sube a 6,7 l/100 km y en conducción urbana llega a los 9 litros.
Ahora bien, si exigimos al motor en carreteras sinuosas, subiendo mucho de vueltas y apurando marchas cortas, el consumo puede llegar fácilmente a los 11 litros/100 km.
Buena relación precio / producto.— El equipamiento de este Skoda Octavia 1.4 TSI Trend es bastante completo, si tenemos en cuenta que es la versión de acceso a la gama, disponiendo de serie de climatizador, 6 airbags, ordenador de a bordo, control de velocidad de crucero, retrovisores exteriores regulables eléctricamente, apoyacabezas delanteros activos, 4 elevalunas eléctricos, telemando de cierre centralizado, equipo de sonido, ABS, ESP, control de tracción, etc.
Entre las opciones destacan los faros de xenón con lavafaros, las llantas de aleación (6,5 x 16) con neumáticos 205/55 R 16, climatizador bizona, techo solar eléctrico, sistema de navegación, sensores de lluvia y aparcamiento (trasero) y el sistema Autohold de ayuda al arranque en cuesta. Pero por 20.170 euros, este Octavia 1.4 TSI Trend se sitúa en un nivel muy aceptable, teniendo en cuenta su mayor equipamiento, un motor sensacional y las mejoras realizadas que lo han vuelto a situar a un nivel muy competitivo.