Saab AB

30 septiembre, 2011

Ha solicitado la “reorganización voluntaria”, fórmula jurídica sueca que aunque no tiene equivalente en la española se aproxima al actual “concurso de acreedores” (la anterior “suspensión de pagos”, antesala de la quiebra). Un comunicado oficial de Saab Automobile AB afirma que no se trata de una suspensión de pagos ni de una bancarrota, sino de una fórmula de protección para evitar ambas situaciones. Lo cierto es que pese al acuerdo de suministro y venta a dos empresas chinas y el rubricado con el millonario ruso Antonov, la liquidez no llega a Saab (las autoridades chinas tienen paralizada la venta) y apremia saldar la actual deuda existente (unos 1.500 millones de euros). Con todo, el comunicado oficial precisa que “el proceso de reorganización voluntaria afecta a Saab Automobile AB, Saab Automobile Powertrain AB y Saab Tools AB, quedando exentas de la misma todas las demás entidades como Saab Parts AB y todas las divisiones del extranjero”, incluida Saab Automobile Spain.